DE LAS LAMENTACIONES DE HÉCTOR
«Nuestra derrota es, sin embargo, segura.
Arriba, en las murallas, el treno ya ha empezado».
Cavafis
Sobre la tarde cayéndose,
sobre la noche naciéndose,
de pie, sobre una colina,
hay un hombre.
Rostro duro y cuasi cuadrado,
tal lo vi en los sueños.
Gesto y porte.
Los ojos en el suelo.
El pensamiento, ¿dónde?
La nariz en la mano.
Llora a tientas por Troya,
«la Ciudad de Anchas Calles»,
la ciudad donde amó
y creció
y domó caballos.
Asolador de ciudades
en otro tiempo, asolador
de la de siete senos.
A pesar, se diría, de su brazo
y su lanza y su escudo y su coraje,
a pesar del Olimpo que azuzole,
el poeta narró
del otro lado.
Other works by Leopoldo Minaya...
PALABRAS DE PRESENTACIÓN DE BRUNILDA CONTRERAS EN EL ACTO DE CONCESIÓN DEL PREMIO BIBLIOTECA NACIONAL DE LITERATURA INFANTIL 2024
Nos ha tocado la distinción y el grato placer de introducir ante ustedes, con altos respetos, a una personalidad de nuestras letras que por su relevancia y grado de estimación no nec...
ANOTACIONES PARA UNA PROFESIÓN DE FE REFERIDA A LA DIVINIDAD Y A LA OBSERVANCIA DE UN ORDEN EN LAS PRESENCIAS UNIVERSALES
Leopoldo Minaya:—Mis palabras van a estar caracterizadas por la sencillez y por la humildad, sin pretender que los conceptos encerrados en ellas sean absolutos o necesiten imponerse a n...
