—Estoy aquí desde el Principio. Soy el origen y la luz. Soy el centro y la causa infinita. Soy la razón de ser de la ecuación…
El niño René Rosales, el de las manos rosadas, aprendió a tocar la flauta... ¡qué bien la flauta tocaba! Sentado en su banquetita,
—Voz como de muerto, voz de Lázaro resucitado. Como una cadena,
Anteayer —hora undécima— al abrir los ojos vi cómo engordaba la gota.
¿Guarda la máxima doble sentido? La buena espada tiene dos filos.
Yo fundaré una ciudad para tus ojo… porque la veas en su raudo movimie… una ciudad no de un siglo, sino solar, eterna como la duración de los abrazos...
Tus versos exquisitos, libres de ruido y fleco, vertidos en el aire flotan como los rezos de las ancianas, como
Llueve. Llueve. Lo gris. La tran… Las casas amorradas. Los cristale… empañados. El frío en los metales. El recuerdo del vicio y la apetenc… Llueve. Llueve. Golpea con insist…
Los emigrantes despiertan con el a… El sol los va guiando como una est… Cada quien lleva al cinto sus útil… sus azadas, mas el poeta no puede llevar su pl…
Sobre la tarde cayéndose, sobre la noche naciéndose, de pie, sobre una colina, hay un hombre. Rostro duro y cuasi cuadrado,
Reto significativo resulta para el comentarista el acometer la exégesis y la tasación de las obras de excepción puesto que, como tales, no responden a modelo predeterminado. El pie de...
Ay cobre quién lo dijera como lo ves hay uno que pone en duda tu validez Ay cobre quién lo dijera
Si hoy tuviera el día alguna espera rota y te adelantaras al paso de la oca… como digo, vería así una pausa en mi soledad,…
El trigésimo aniversario del movimiento literario interiorista del Ateneo Insular trae, apareada, la publicación de una obra de capital importancia para las letras continentales: La...
Húmeda mañana. Juntos, triscando como cabritos, dirigiéronse al pozo común de los… En su mano cada quien apretaba una… (doble y redonda;