Cargando...

SONETO DE MI ROSTRO

Este rostro alargado, con un dejo
de augusta ensoñación y diligente
tristeza, cicatriz fija en la frente
(así lo empiezo a ver sobre el espejo);
 
este rostro lampiño que bosquejo
y me hace aparentar un reverente
sacerdote, y se exhibe ante la gente
desnudo, resistiendo a su complejo;
 
este rostro de labios y nariz
prominentes, con ojos como grutas,
que no es apuesto, siendo verdadero;
 
este rostro que toma otro cariz
—por vergüenza y temor—cuando lo escrutas,
es el que adoras tú y así lo quiero.

Otras obras de Leopoldo Minaya...



Top