El poeta morboso
El poeta morboso
Para matar un hijo se necesita
orgullo soberbia y decisión,
egoísmo malicia, inconciencia,
cómplices, dinero y un doctor.
Los modos de lograrlo son sencillos,
basta saber la edad del condenado,
entregar los datos en la recepción del pasillo,
y llegar puntualmente al lugar de asesinato.
Como usted es dueña de la vida ajena,
puede proceder impunemente,
tomar la decisión dictaminar la pena
y retirarse después tranquilamente.
La sentencia puede ser aplicada
por envenenamiento y quemaduras;
una solución salina concentrada
en el líquido amniótico, es segura.
También puede ser lograda por succión
aplicando una potente aspiradora,
destroza los órganos sin excepción
luego se hace una limpieza de la zona.
Otra opción: asesinar con un cuchillo muy filudo
es curvo ; nombre técnico: ” cureta”
es por cierto un método seguro;
el doctor lo disecciona con paciencia.
Las formas de matar son muchas
puede extraerlo por los pies,
luego con las tijeras le atraviesa la nuca
y succiona el cerebro del bebé.
Bien se puede apreciar:
el poeta es un morboso desgraciado,
al doctor y a la madre nadie puede juzgar
esto no constituye asesinato.*
Del libro “La herencia de Caín”
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