A Juana, entonces y ahora

Tu voz ardiente, cual florida rosa,
crisálida de amor, divino fuego,
mi corazón alcanza. Tras tus pasos
la existencia encamino. Tú eres fuente
donde beber deseo el dulce néctar
que tus labios destilan sobre el aire.

Quiero volar ingrávido en el aire,
ser hortelano de una sola rosa,
cual mariposa azul libar el néctar
y alimentar de luz mi sed de fuego.
Quiero el rumor del agua de la fuente
para fundir al eco de tus pasos.

Ando perdido, y mis perdidos pasos,
como veleta en cruz que mueve el aire,
como el incierto curso de una fuente,
como pétalo frágil de una rosa,
como llama de amor de un rojo fuego,
abejas son, que en pos vuelan del néctar.

Me siento un dios que gusta el suave néctar,
un corazón atento, que en los pasos
de mudable Fortuna y fiero fuego
escruto sorprendido (en voz del aire)
la condición mudable de una rosa,
para arrojarme, ávido, en tu fuente.

Ramilletes de flores que tu fuente
alimenta en verdor, nutre de néctar,
púrpura pinta en la mañana y rosa,
en alegre, acoged, tropel, mis pasos.
Si para henchir el alma tengo el aire
mi deseo requiere sangre y fuego.

Fatalmente ceniza, si antes fuego;
estío y sequedad, si otrora fuente,
se transmuta en vacío todo el aire.
Para saciar mi sed es poco el néctar:
te necesito más, sigo tus pasos,
tu ardiente voz, cual florecida rosa.

No podrá con tu rosa el fiero fuego.
Conduciré mis pasos a tu fuente.
Tu néctar beberé. Serás mi aire.

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Esta sextina aparecerá publicada en el libro “Navegación primera”, que recoge las dos primeras décadas de creación poética de Manuel Ángel Vázquez Medel. En una nota de su intervención “Por el camino de mi propia vida” explica: “En 1979 me propuse escribir la estrofa más compleja de nuestra literatura: la sextina. No se trataba de algo desconocido para mí, pues por aquellos años trabajaba sobre la poesía y la poética de Fernando de Herrera, uno de los más destacados artífices de sextinas en nuestra lengua. Al tiempo que Fernando Ortiz escribía su conocida y hermosa sextina ”Llave de niebla”, sobre su tema central, el paso del tiempo, yo tomaba el verso de Juan de la Cruz ”A zaga de tu huella” para hacer una sextina centrada en el tema del amor y en mi voluntad de hacer camino siguiendo los pasos de mi compañera”.