Cargando...

Fantasmas

Entre mantas y cadenas,
un fantasma camina;
lento paso que adivina
por dónde seguir la pena.
 
¿No es verdad que tu condena
duerme, no en maldición divina,
sino en un pacto con la vida?
Un matrimonio con la tierra.
 
Sólo dos huecos dejas
sin cubrir de la desdicha;
y, aún así, intuyo tus cejas
esgrimiendo una sonrisa.
¿Será por ese niño al que le dejas
vestirse de tu manta?
¿O es porque acaso se queda
y no huye y no se espanta?
 
Se rinden sin golpes las rejas
ante la nación amorosa de tus lágrimas.

Otras obras de Pablo Melia De Gracia...



Top