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Francisco Villaespesa

Francisco Villaespesa Martín (Laujar de Andarax, Almería, 15 de octubre de 1877 - Madrid, 9 de abril de 1936), poeta, dramaturgo y narrador español del Modernismo. nació el 15 de octubre de 1877 en Laujar de Andarax, Almería. aunque siempre se ha dado como fecha válida el 14; dato que poco importa para la proyección que posteriormente tendría el poeta en el mundo literario de comienzos de siglo. Cursó los primeros estudios y el bachillerato en la capital alménense, para trasladarse posteriormente a Granada a donde se matricularé en Derecho, carrera que nunca acabó. En el año 1897 viaja hasta Málaga donde se incorpora a la bohemia de Narciso Díaz de Escovar, Ricardo-León y Salvador González Anaya. Estos tres poetas le animan a seguir con su vocación literaria y llegar hasta Madrid, donde es invitado a frecuentar las tertulias y cafés que frecuentaban los autores del momento. Zamacois. Sawa, Catarinéu, Fernández Vaamonde, sus primeros contactos con hombres de letras, vinculados a la revista Germinal, que publicaría sus primeros poemas. El primer año de su estancia es positivo porque consigue dar a la imprenta su primer libro de poemas 'Intimidades' (1898) y conoce a la que será su esposa, Elisa González Columbio. Volverá a Laujar en abril de ese mismo año y permanecerá allí retirado escribiendo y preparando los que serán sus siguientes obras,“Luchas” (1899), 'La musa enferma' (1901) o 'El alto de los bohemios' (1902); en la capital conoce y se relaciona con Antonio Ledesma y Francisco Aquino y colabora en la prensa local, 'La Crónica', 'La Provincia', 'El Ferrocarril'. Antes de finalizar el año vuelve a Madrid. Una segunda etapa madrileña mucho más fructífera porque empezará a publicar en 'Revista Nueva' y se relaciona ahora con Baroja. Azorin, Maeztu, Valle-Inclán, Benavente, Rueda, Nervo y el mismísimo Rubén Darío. Ángel del Río, en su 'Historia de la literatura española' (1948), describe a Villaespesa como «poeta fácil y espontáneo, de la estirpe de Zorrilla, fue de los primeros en alcanzar popularidad por la riqueza de su verso y de sus imágenes y algunos aciertos en la expresión de los estados de sensibilidad doliente de fin de siglo; pero sus dotes se malograron porque le faltó disciplina, espiritualidad y no pudo depurar ni el tono quejumbroso neorromántico, ni la fastuosidad verbal». G.G. Brown, en 'Historia de la literatura española. Siglo XX'(1979), afirma que «Villaespesa escribía de una manera distinta de la de los románticos españoles; su poesía, quizá debido a que sus dotes poéticas son limitadas, demuestra más claramente que la de sus contemporáneos mayores, la deuda directa contraída con Francia». Luis Cornuda, en 'Estudios sobre poesía española' (1957) llama al poeta «el puente por donde el modernismo pasa a una nueva generación de escritores». Segunda etapa Recién estrenado el siglo XX, Vülaespesa vuelve a Madrid, acompañado ahora por su esposa Elisa, recibe al joven Juan Ramón Jiménez, a quien introduce en las tertulias de la capital, y logra que publique Almas de violeta* (1900) y 'Ninfeas'(1900). Entretanto, el poeta alménense funda diversas revistas de corte modernista. 'Electra', 'La Revista Ibérica' y 'La Revista Latina', pero sobre todo da a la imprenta el libro que iniciaría su segunda etapa poética, 'La copa del Rey de Thule' (1900) que renueva sus temas, ritmo, métrica, simbología y sobre todo, su léxico que se asemeja al de Verlaine, D'Annunzio, Gravina, Darío, Silva o Valencia, en realidad, supuso una nacionalización de las nuevas tendencias, como apuntó la crítica del momento. La enfermedad de Elisa los lleva de nuevo a su tierra natal y en Laujar pasan una temporada, aunque la muerte de ésta será inevitable. Ocurrió en 1903, y éste se convierte en un hecho que sume al poeta en un estado de postración que líricamente se convierte en sus siguientes libros. Tristitiae rerum' (1906) o 'Viaje sentimental' (1909), libros que muestran esa doble vertiente del poeta, la exuberancia y la facilidad, los silencios y la voz contenida. Es éste, no obstante, un período fértil en la vida de la literatura española, en estos años, los jóvenes escritores han impuesto su actitud en el panorama cultural, aparecen y desaparecen colecciones populares, revistas ilustradas, entregas semanales y quincenales, como 'El Cuento Semanal', 'Los Contemporáneos', 'La Novela Corta'. Colecciones en las que publicó Vülaespesa sus novelitas durante varios años y que desde 1952 en que Aguilar las publicó como. 'Novelas completas” con introducción de Federico de Mendizábal, no han sido reeditadas. Algunos de sus títulos más representativos fueron, 'El milagro de las rosas' (1907), 'El último Abderramán' (1909), 'La venganza de Aisha' (1911). 'El caballero del milagro' (1916). 'La ciudad de los ópalos' (1921), que si bien no son más que una pequeña muestra de su arte, para Mendizábal, «la prosa de Villaespesa es una prosa florida, brillante hasta la fastuoso, poblada de imágenes». El teatro Villaespesa había intentado desde 1899 una aventura teatral que no pudo llevar a cabo hasta que consiguió interesar al más famoso productor y actor que fue Fernando Díaz de Mendoza. Ambos decidieron llevar a escena la obra 'El alcázar de las perlas”, cuyo estreno en el Gran Teatro Isabel la Católica, de Granada, el 8 de noviembre de 1911, constituyó uno de sus grandes éxitos, lo mismo ocurrió un mes más tarde en el Teatro Princesa, de Madrid. El teatro marcará, pues, la tercera época del escritor y aunque sus dramas no fueron originales, sí gozó del favor del público de la época, como se hará nuevamente patente con el estreno de obras posteriores como 'Doña María Padilla' (1913) y Aben Humeya'(1913). Lo que no cabe duda es de que Francisco Vülaespesa fue un infatigable creador que cuando la muerte lo acechó en tierras brasileñas en 1930, él mismo dirigió el embalaje y embarque de todo su archivo, más de cien tomos traducidos de poetas y escritores del país que lo había acogido. Hacia 1933 su arterioclerosis, una insuficiencia gástrica, la hipertensión y otras disfunciones, se agudizaron y los doctores Juarros y Álvarez Sierra pronosticaron un pronto final para el poeta. Aquel fatídico día estaban junto a él algunos de los principales poetas y escritores del momento, Machado. Carrero, Ardavin. Dicenta. Mendizábal. San José, Zamacois. Cienfuegos, Manzanares, quienes propusieron a la Asociación de Escritores y Artistas el derecho de enterrar al poeta en el Panteón de Hombres Ilustres. Esto ocurría el 9 de abril de 1936. Obras La obra de Francisco Villaespesa es muy extensa; escribió 51 libros de poemas, sin contar los versos de circunstancias y su gran faceta como sonetista. También se cuentan en su haber veinticinco obras teatrales y algunas novelas cortas. Lírica Intimidades (1898). Luchas (1899). Confidencias , M., C. Apaloaza, (1899) El alto de los bohemios (1899-1900) La copa del rey de Thule (1900). Rapsodias, M., Imp. Valero Díaz, (1905). La musa enferma (1901) El alto de los bohemios (1902). Canciones del camino (1906). Tristitiae rerum (1906). Carmen: cantares (1907) El patio de los arrayanes, M., Imp. Balgañón y Moreno, (1908). El mirador de Lindaraxa, M., Pueyo, s.f. (1908). El libro de Job, M., Pueyo, (1909). El jardín de las quimeras, B., Edit. Atlante, continuador de las edic. de Granada, s.f., 1909? Las horas que pasan, M., F. Granada y Cía., (1909). Viaje sentimental, M., Biblioteca Hispano Americana, (1909). Bajo la lluvia, 1910. Los remansos del crepúsculo, 1911. Las fuentes de Granada. El alto de los bohemios Andalucía, 1911. Torre de marfil Saudades In memoriam Ajimeces de ensueño Tierras de encanto y maravilla Los nocturnos del Generalife Paz, Amor El libro de amor y de la muerte La estrella solitaria Los conquistadores Galeones de India El encanto de la Alhambra Panderetas y sevillanas Canto a las regiones de España "Manos Vacías", 1935. "Rincón solariego", 1936. Teatro El alcázar de las perlas (1911). Aben-Humeya (1913). Doña María de Padilla (1913). Era él (1914) La maja de Goya (1917). Bolívar La Leona de Castilla. Judith. El halconero. Narrativa El milagro de las rosas (1907) El último Abderramán (1909) Los suaves milagros, (1911). La venganza de Aisha (1911). La tela de Penélope, (1913). El caballero del milagro (1916). La ciudad de los ópalos (1921). El rey Galaor. Referencias Almenara - www.andalucia.cc/almenara/103-11.htm Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Villaespesa

Juan Boscán

Juan Boscán Almogávar (o Joan Boscà i Almogáver) (Barcelona, 1492 - Perpiñán, 1542), poeta y traductor español del Renacimiento, conocido fundamentalmente por haber introducido la lírica italianizante en la poesía en castellano junto con Garcilaso de la Vega. Asimismo, tradujo al español El Cortesano de Baltasar de Castiglione. De familia noble, recibió una excelente formación humanística y sirvió en la Corte de los Reyes Católicos y después en la del emperador Carlos I de España. Fue preceptor del Duque de Alba. En la Corte conoció a otro gran poeta amigo suyo, don Diego Hurtado de Mendoza; éste le dirigió la famosa Epístola a Boscán. El caballero catalán se casó con una culta dama valenciana, doña Ana Girón Rebolledo. Viajó a Italia como embajador español. Allí encontró al caballero toledano Garcilaso de la Vega, con quien entabló una gran amistad; seguramente al aprecio que Boscán sentía por la obra del poeta valenciano Ausiàs March se deben las reminiscencias de éste que hay en algunas de las composiciones del poeta toledano. Boscán, que había cultivado con anterioridad la conceptuosa y cortesana lírica cancioneril, introdujo el verso endecasílabo y las estrofas italianas (soneto, octava real, terceto encadenado, canción en estancias), así como el poema en endecasílabos blancos y los motivos y estructuras del Petrarquismo en la poesía castellana. Se persuadió de ello en una conversación mantenida en 1526 con su amigo, el embajador veneciano y humanista Andrea Navagiero, en los jardines del Generalife, en Granada, como contó él mismo, ya que éste le animó a intentar esa experiencia poética, y convenció de esta novedad también a sus amigos Garcilaso de la Vega y don Diego Hurtado de Mendoza y escribió el manifiesto de la nueva estética italianizante del Renacimiento en la siguiente epístola incluida como prólogo en uno de sus volúmenes de poesías: Estando un día en Granada con el Navagero, tratando con él en cosas de ingenio y de letras, me dijo por qué no probaba en lengua castellana sonetos y otras artes de trovas usadas por los buenos autores de Italia: y no solamente me lo dijo así livianamente, mas aún me rogó que lo hiciere... Así comencé a tentar este género de verso, en el cual hallé alguna dificultad por ser muy artificioso y tener muchas paerticularidades diferentes del nuestro. Pero fui poco a poco metiéndome con calor en ello. Mas esto no bastara a hacerme pasar muy adelante, si Garcilaso, con su juicio -el cual, no solamente en mi opinión, mas en la de todo el mundo ha sido tenido por cosa cierta- no me confirmara en esta mi demanda. Y así, alabándome muchas veces este propósito y acabándome de aprobar con su ejemplo, porque quiso él también llevar este camino, al cabo me hizo ocupar mis ratos en esto más fundadamente. Epístola nuncupatoria de Juan Boscán a la duquesa de Soma Otros caballeros, sin embargo, tenían un concepto más nacionalista del Renacimiento, como por ejemplo Cristóbal de Castillejo, e hicieron ver amablemente su disconformidad en sátiras contra el nuevo estilo. La novedad del endecasílabo, sin embargo, arraigó al lado del octosílabo como el verso más usado en la lírica española y desde entonces el dodecasílabo, con un ritmo machacón y menos flexible que el del endecasílabo, fue arrinconado y preterido en favor del endecasílabo cuando había que tratar temas importantes. La poesía castellana quedó así enriquecida con nuevos versos, estrofas, temas, tonos y recursos expresivos. El poema Hero y Leandro de Boscán es el primero que trata de temas legendarios y mitológicos clásicos. Por otra parte, su Epístola a Mendoza introduce en España el modelo de la epístola moral como un género poético imitado de Horacio, donde se expone el ideal del sabio estoico con su prudente moderación y equilibrio. Estudios modernos han desterrado que la idea infundada de la dureza y sequedad de sus versos con el pretexto de que no era un hablante nativo de castellano. Fuera de un amplio cancionero petrarquista, Boscán demostró su dominio del castellano traduciendo además Il libro del cortegiano (1528) del humanista italiano Baldassare Castiglione con el título de El Cortesano (1534) en una modélica prosa renacentista esmaltada de germinaciones ciceronianas. Además, preparó la edición de las obras de su amigo Garcilaso de la Vega junto a las suyas, si bien murió antes de poder culminar el proyecto, por lo que su viuda imprimió la obra en 1543 en el taller de Carles Amorós, en Barcelona, con el título Las obras de Boscán con algunas de Garcilaso de la Vega. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Boscán

Juan Meléndez Valdés

Juan Meléndez Valdés (Ribera del Fresno, provincia de Badajoz, 11 de marzo de 1754 - Montpellier, Francia, 24 de mayo de 1817) fue un poeta, jurista y político español. Era de un humilde origen; su padre era Juan Antonio Meléndez Valdés y su madre María de los Ángeles Díaz Cacho, y tuvo numerosos hermanos; tras su nacimiento la familia se instaló en Almendralejo y a los siete años de edad se quedó huérfano de madre. En 1767 viajó a la corte para estudiar bajo la tutela de su hermano mayor Esteban en el Colegio de Santo Tomás latín y filosofía, y más tarde ingresó en los Reales Estudios de San Isidro, donde aprendió filosofía moral y griego. Finalmente empezó Leyes en Salamanca en 1772 al par que escribe sus primeros poemas y frecuenta las tertulias poéticas, en especial la de fray Juan Fernández de Rojas, más conocido por Delio, y la de José Cadalso en 1773, quien le introdujo en la cultura francesa; en 1774 murió su padre y su carácter se volvió definitivamente melancólico. En 1775 obtuvo el grado de Bachiller en Derecho y en 1777 muere también su hermano Esteban. Se ocupa provisionalmente de la cátedra de lengua griega y conoce a Jovellanos. En 1780 obtiene el premio de poesía de la Real Academia Española con su obra "Batilo". En 1781 vuelve a la Universidad de Salamanca con destino a la cátedra de Humanidades. En 1783 se doctora en derecho. En este tiempo escribe "Las enamoradas anacreónticas" y "Los besos de amor" y se casa con María Andrea de Coca. En 1784 Meléndez participa para uno de los tres premios ofrecido por la ciudad de Madrid para la mejor composición dramática, obteniendo uno de ellos por "Las bodas de Camacho el rico". A estas alturas se encuentra ya con una gran fama por todo el país. Ha madurado y es conocido por todos los intelectuales, poetas y escritores de la época. El famoso impresor Joaquín Ibarra publica en 1785 el primer volumen de sus poemas con gran éxito, realizándose diversas ediciones. En 1798 comienza a ejercer de fiscal durante siete meses y con el favor de Jovellanos, obtiene los destinos sucesivos de juez de la corte en Zaragoza en 1789, canciller en Valladolid en 1791 y fiscal de la Sala de Alcaldes de la Casa y Corte en Madrid en 1797, cargo que ocupará apenas siete meses; escribe entonces sus Discursos forenses, que circularon de forma manuscrita hasta ser publicados durante el Trienio Liberal. Con la caída de Jovellanos, Meléndez se ve obligado a dejar Madrid el 27 de agosto de 1798, y le envían a supervisar las obras de un cuartel que se construía en Medina del Campo, lo que suponía en la práctica un castigo. Pero en 1802 se le devuelven sus emolumentos como fiscal y va a vivir a Zamora, donde se dedicó a proyectos sociales y al estudio. Marcha luego a Salamanca y a Madrid. Tras la ocupación francesa, se pone al servicio de José I de España, ocupando puestos en el Consejo de Estado y la condecoración como Caballero de la Real Orden de España, lo que le acarreará graves problemas como afrancesado a la salida del rey tras la Guerra de la Independencia. Huido a Francia, residió sucesivamente en Toulouse, Montpellier, Nîmes, Alais y Montauban; su salud se deteriora y se ve aquejado de fuertes depresiones y cuatro años más tarde fallece en Montpellier. Sus restos volvieron a Madrid en 1900 y después de un breve paso por el Panteón de Hombres Ilustres reposan finalmente en un mausoleo conjunto con Goya, Moratín y Donoso Cortés, obra de Ricardo Bellver, en el Cementerio de San Justo. Además de las ya reseñadas, otras obras del autor son "Poesías" (1785), "A Llaguno" (1794), "Sobre el fanatismo" (1795), "Alarma española" (1808), "Oda a José Bonaparte" (1810-1811), "Prólogo de Nimes" (1815) y "Discursos Forenses" (1821). Obras Poesías, Madrid: Imprenta Real, 1820, 4 vols. Hay dos emisiones, porque como se publicó durante el periodo constitucional se suspendió durante tres años y sólo se autorizó su circulación suprimiendo el prólogo del autor Meléndez Valdés y su "Vida" por Manuel José Quintana. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Mel%C3%A9ndez_Vald%C3%A9s

Antonio Gamoneda

Antonio Gamoneda (Oviedo, 30 de mayo de 1931) es un poeta español, ganador del Premio Cervantes en 2006. Ha vivido desde los tres años en León, ciudad que ha influido notablemente en su trayectoria poética. Premio Nacional de Literatura en 1988 y Premio Quijote en 2009. Pertenece por edad al grupo poético de los años 50. Antonio Gamoneda nació en Oviedo el 30 de mayo de 1931. Su padre, de nombre Antonio, fue un poeta modernista que publicó un único libro, Otra más alta vida, en 1919. En 1934, ya huérfano de padre, se trasladó con su madre, Amelia Lobón a León. La presencia de su madre como refugio ante el horror y la miseria de la guerra y la postguerra es recurrente en toda su poesía. En 1936, con las escuelas cerradas, aprendió a leer gracias a la lectura del libro de su padre. El poeta vivió inicialmente en el principal barrio obrero, y ferroviario, de la ciudad: el Barrio El Crucero. Este lugar fue un observatorio privilegiado de la represión llevada a cabo por los nacionales durante la guerra civil y la inmediata posguerra dejando huella en la psicología y en la memoria del poeta. En 1941 comenzó a recibir instrucción gratuita en el colegio religioso de los Padres Agustinos hasta 1943, año en el que el poeta se auto expulsó. Al día siguiente de cumplir 14 años empezó a trabajar como meritorio y recadero en el hoy extinguido Banco Mercantil. Terminó por libre sus estudios medios y permaneció en la condición de empleado de banca durante veinticuatro años hasta 1969. Mientras trabajaba en el banco tomó contacto y fue parte de la resistencia intelectual al franquismo. Se dio a conocer poéticamente con Sublevación inmóvil (1953-1959), publicado en Madrid en 1960, obra con la que fue finalista del premio Adonais de poesía, y que supuso una ruptura con las tradicionales reglas realistas de la época. En 1969 pasó a crear y dirigir los servicios culturales de la Diputación Provincial de León y, a partir del 70, la colección Provincia de poesía, intentando promover una cultura progresista con el dinero de la dictadura. Fue privado de su condición de funcionario, y posteriormente recontratado, mediante sentencia judicial. Durante estos años comenzó a colaborar asiduamente en diferentes revistas culturales. A esta etapa pertenecen La tierra y los labios (1947-1953), no publicado hasta la aparición del volumen Edad, que recoge su poesía hasta 1987; Exentos I (1959-1960), poemas no aparecidos hasta Edad; Blues castellano (1961-1966), obra no publicada por motivos de censura hasta 1982 y Exentos II (Pasión de la mirada) (1963-1970), publicada con múltiples variaciones en 1979 con el título León de la mirada. A esta primera etapa siguió un silencio poético de siete u ocho años, significativamente marcados por la muerte del dictador Francisco Franco y los inicios de la llamada transición. Este tiempo, marcado por la crisis existencial e ideológica, se hace sentir en su siguiente obra Descripción de la mentira, León 1977, un largo poema que marcó un giro hacia una total madurez poética. Posteriormente publica Lápidas (Madrid, 1987) y Edad, el volumen que recoge toda su poesía hasta 1987, revisada por el autor, y que le valió el Premio Nacional de Literatura. En 1992 apareció Libro del frío, que le consagra como uno de los poetas más importantes en lengua castellana. En el año 2000 vio la luz la versión definitiva de esta obra, que incluía Frío de Límites, obra procedente de una colaboración con Antoni Tàpies pero que, desgajada de la pintura, adquiría el carácter de addenda necesaria de Libro del frío. Previamente habían aparecido los poemas de Mortal 1936, acompañando a unas serigrafías de Juan Barjola sobre la matanza en la plaza de toros de Badajoz durante la Guerra Civil, y no llegaron a publicarse Exentos III (1993-1997). De un diccionario relativo a la ciencia médica arcaica (1993-1998) y Libro de los venenos (Madrid, 1995) son obras más atípicas que parten de la convicción del autor de que el lenguaje arcaico se ha cargado estéticamente hasta convertirse en poesía y revelan la fascinación del poeta por la traducción de Dioscórides realizada por Andrés Laguna en el siglo XVI y su interpretación en clave poética por Gamoneda. Arden las pérdidas es publicado en 2003, libro que culmina la madurez iniciada en Descripción de la mentira, de una poesía en la perspectiva de la muerte en la que lo perdido (la infancia, el amor, los rostros del pasado, la ira…) aún arde en el tránsito hacia la vejez con mayor lucidez, con mayor claridad, con mayor frío. Tras él vendrán Cecilia (2004) y Esta luz: poesía reunida: (1947-2004), (2004). En 2006 año obtuvo el Premio Reina Sofía y el Premio Cervantes. Durante esta segunda etapa, entre 1979 hasta 1991, fue director gerente de la Fundación Sierra-Pambley, creada en 1887 por Francisco Giner de los Ríos bajo los principios de la Institución Libre de Enseñanza. Posteriormente fue miembro del Patronato hasta 2007. Se le ha concedido también la Medalla de Oro de la ciudad de Pau, la Medalla de Plata del Principado de Asturias, el Premio “Leteo”, la Medalla de Oro de la León y la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes. Es Hijo Adoptivo de León y de Villafranca del Bierzo, y Doctor Honoris causa por la Universidad de León. El 20 de abril de 2008 introdujo un mensaje en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes, cuyo contenido se sabrá en 2022. En marzo de 2009 se estrenó el documental Antonio Gamoneda. Escritura y alquimia, rodado en 2007, dirigida por Enrique Corti y César Rendueles, y con guion de Amalia Iglesias y Julia Piera. Crítica y recepción Antonio Gamoneda ha definido la poesía en uno de sus ensayos: "Es arte de la memoria en la perspectiva de la muerte". Su recepción crítica siempre ha sido favorable desde que el poeta comenzó a publicar: “Prieto y denso es el verbo de Antonio Gamoneda, como salido apenas del silencio para quedar con él, para volver a él ni bien se profiere, verbo como desprendido del erial, de la contemplación de un paisaje desolado, como nacido de la fría extensión para dejar su melancólica constancia del despojamiento…La poesía de Antonio Gamoneda tiene la desnudez de la existencia.” “Antonio Gamoneda se ha convertido en guía y modelo de los poetas más jóvenes, que valoran su sabiduría lingüística y su apertura hacia las tradiciones de la modernidad, apertura que nace de la asunción de la propia historia personal y colectiva.” “Antonio Gamoneda se encuentra con el expresionismo de Trakl, y sobre todo, con la última poesía de Lorca, cuya difícil herencia es sin duda hoy el único en atreverse a recoger.” “Voz probada e inmersa y sumergida, pues, en el paso mismo de los años, en la variabilidad alucinógena de la circunstancia histórica hispana, doblada en el acontecer espacioso de una “vida de poeta” seguida por Gamoneda; pero voz también que ocupa con autoridad su lugar en el vasto campo de unas letras españolas, y que en él toma sus posiciones, ejecutando la conquista de su espacio y figura más propia en una callada estrategia cuyo secreto es la demora, el silencio (y hasta un cierto exilio), y ello hasta verse en la actualidad respaldada por todas las instancias de legitimidad de que quepa hacer inventario […].” “Tres son los puntales, repetidos por el poeta insistentemente en [sus] escritos, sobre los que se alza la estatura de su pensamiento poético: - La naturaleza autorreferente de la palabra poética –intrarreferente, dice él también–, cuya significación y cuya realidad no atraviesan hacia una referencia exterior. - El desencadenante de naturaleza musical del lenguaje poético (‘El pensamiento poético es un pensamiento que canta’). - El hecho de que sólo sea posible que el lenguaje poético entre en la inteligibilidad bajo la condición de imágenes sensibles.” ” “Gamoneda no desarrolla propiamente un relato, ni siquiera cuando anuncia que va a hacerlo; los hechos se fragmentan en sensaciones, en detalles aislados de su contexto, transportan ecos de tiempos anteriores. La mirada está sometida a un núcleo obsesivo que la absorbe, la dirige de forma centrípeta hacia lo que el poeta llama interiorización. Sólo cuentan los sucesos interiorizados –escasos, hirientes– y éstos ofrecen su terca recurrencia, sus metamorfosis, su permanecer…Es una suerte peculiar de forma autobiográfica: no narrativa ni tampoco referencial de modo directo; pero sí tejida en la constancia de las imágenes y de los núcleos de interés, de los elementos que se tornan emblemáticos, de las figuras y personajes relevantes. Se trata de una dinámica minimalista y reiterativa…que se impone en la lectura conjunta de la obra.” Libros de poemas * Sublevación inmóvil. Madrid, Rialp, 1960 * Descripción de la mentira. 1ª ed. León, Diputación Provincial, col. Provincia, 1977. 2ª ed. Salamanca, Junta de Castilla y León, col. Barrio de Maravillas, 1986. 3ª ed. [con un texto de Julián Jiménez Heffernan] Madrid, Abada Editores, 2003. 4ª ed. [con un texto de Julián Jiménez Heffernan] Madrid, Abada Editores, 2003. * León de la mirada. 1ª ed. León, Espadaña, 1979. 2ª ed. León, Diputación Provincial, col. *Breviarios de la Calle del Pez, 1990. * Tauromaquia y destino. [con reproducciones de Juan Barjola] León, Retablo, 1980. * Blues castellano (1961–1966). 1ª ed. Gijón, Noega, 1982. 2ª ed. Barcelona, Plaza y Janés, 1999. 3ª ed. [con un texto de Elena Medel], Madrid, Bartleby, 2007. * Lápidas. Madrid, Trieste, 1986. 2º ed. Madrid, Abada, 2006 [con epílogo de Julián Jiménez Heffernan]. * Edad (Poesía 1947–1986). 1ª ed. Miguel Casado (ed. e intr.). Madrid, Cátedra, 1987 [reimp. 1988; 1988; 1989; 2000]. * Libro del frío. 1ª ed. Madrid, Siruela, 1992. 2ª ed. [con prólogo de Jacques Ancet] Valencia, Germanía, 2000 [ed. revisada y aumentada]. 3ª ed. Madrid, Siruela, 2003 [ed. revisada]. 4ª ed. Madrid, Siruela, 2006 [ed. revisada]. * Mortal 1936 (Pasión y luz de Juan Barjola). Mérida, Asamblea de Extremadura, 1994. * El vigilante de la nieve. Lanzarote, Fundación César Manrique, col. Péñola Blanca, 1995. * Libro de los venenos: corrupción y fábula del Libro Sexto de Pedacio Dioscórides y Andrés de Laguna, acerca de los venenos mortíferos y de las fieras que arrojan de sí ponzoña. 1ª ed. Madrid, Ediciones Siruela, 1995. 2ª ed. Madrid, Siruela, 1997. 3ª ed. Madrid, Siruela, 2006. * Arden las pérdidas. 1ª ed. Barcelona, Tusquets, 2003. 2ª ed. Barcelona, Tusquets, 2004. Premio de la Crítica de Castilla y León. * Cecilia. Lanzarote, Fundación César Manrique, col. Péñola Blanca, 2004. Reescritura. Madrid, Abada, 2004. * Esta luz. Poesía reunida (1947–2004). [Epílogo de Miguel Casado, “El curso de la edad”] Barcelona, Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, 2004 [reimp. 2005; 2006] * Extravío en la luz, Madrid, Casariego, 2009, edición de seis poemas inéditos con grabados de Juan Carlos Mestre * Canción errónea, poemas escritos después de 2004; Tusquets, 2012. Esta obra fue finalista del Premio de la Crítica de Castilla y León en 2013. Antologías de su obra * Ésta luz (Antología 1947–1998). Edición de autor. Valladolid, Junta de Castilla y León, col. Barrio de Maravillas, 2000. * Antología. Santa Cruz de Tenerife, Caja General de Ahorros de Canarias, 2002. * Antología poética. Ángel Luis Prieto de Paula (ed. e intr.). León, Edilesa, 2002. * Descripción del frío. León, Celarayn, 2002. * Atravesando olvido (1947–2002). Antología personal. Edición de autor. [Prólogo de Eduardo Milán y conversación con Ildefonso Rodríguez] México, Editorial Aldus, 2004. * Lengua y herida. Antología. Vicente Muleiro (ed. y prólogo). Buenos Aires, Ediciones Colihue, 2004 * Sublevación inmóvil y otros poemas. Edición de autor. Valladolid, Junta de Castilla y León, 2006 [edición no venal]. * Antología poética. Tomás Sánchez Santiago (ed. e intr. “La armonía de las tormentas”). Madrid, Editorial Alianza, 2006 [reimpr. 2007]. * Ávida vena. Miguel Casado (ed. e intr.). León, Diario de León/Edilesa, 2006. * Sílabas negras. Amelia Gamoneda y Fernando R. de la Flor (ed. y estudio preliminar). XV *Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, Madrid - Salamanca, Patrimonio Nacional – Ediciones Universidad de Salamanca, 2006. * Cecilia y otros poemas. [Epílogo de Francisco Gómez-Porro “El cantor de las heridas”] Madrid, Fondo de Cultura Económica de España – Universidad de Alcalá. Servicio de Publicaciones, 2007. * Visión del frío. [Antología de textos manuscritos acompañados de obra gráfica. Catálogo de la Exposición “Premio Cervantes 2006”. Epílogo de Miguel Casado “Lugar de álamos”] *Alcalá de Henares, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Alcalá, 2007. * Antología y voz. Incluye CD. [ ed. y prólogo de José Enrique Martínez] León, El búho viajero, 2007. Ensayo * “Poesía y conciencia. Notas para una revisión”, Ínsula, 204, Madrid, 1963. * El tema del agua en la poesía hispánica. León, Fray Bernardino de Sahagún, 1972. “Poesía, situación, utilidad“, República de las Letras, 23, Madrid, 1989, 27-29. * “Sobre la utilidad de la poesía provinciana”, República de las Letras, 24, Madrid, 1989, 165-167. * “El arte de la memoria”, El Urogallo 71, Madrid, 1992, 12-13 * “Aquella primera pasión de la lectura”, en Álvaro Ruiz de la Peña (ed.), Páginas de viva voz. Leer y escribir hoy. Oviedo, Universidad de Oviedo, 1995, 69-81. * “La poésie dans la perspective de la mort”, en Bernard Noël (ed.), Qu’est-ce que la poésie ? Paris, Éditions Jean-Michel Place/Ville de Saint-Denis, 1995, 228-230. * “Una lectura posesiva de Jorge Guillén”, en Francisco Javier Blasco (ed.), Jorge Guillén, el hombre y la obra. Valladolid, 1995, 293-296. * El cuerpo de los símbolos (Memoria, poética, ensayo). 1ª ed. Madrid, Huerga y Fierro, 1997[[.]] 2ª ed., México, Calamus, 2007. * “¿Existe o existió la Generación del Cincuenta?”, en AA. VV., II Congreso de Poesía canaria. * Hacia el próximo siglo. Gran Canaria, Caja Canarias, 1997, 29-32. * “La creación poética: radicación, espacios, límites”, en Ignacio Castro (ed.), Informes sobre el estado del lugar. Gijón, Caja de Asturias, 1998, 113-124. * “¿Poesía en los años 2000?”, La alegría de los naufragios, 1-2, Madrid, 1999, 25-28. * “Valente: de la contemplación de la muerte”, Cuadernos Hispanoamericanos, 600, Madrid, 2000, 7-10. * “Del sentir invisible de Marga Clark”, Quimera, 187, Madrid, 2000, 19-22. * Conocimiento, revelación, lenguajes. León, IES. “Lancia”, col. Cuadernos del noroeste, 2000. * “Hablo con Blanca Varela” [epílogo], en Blanca Varela, Obra reunida, Barcelona, Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, 2001, 265-278. * “Memoria de Valente”, ABC/Cultural, Madrid 3/9/2001. * “Luis Cernuda: el poeta y el crítico”, en Nuria Martínez de Castilla y James Valender (eds.), 100 años de Luis Cernuda. Madrid, Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, 2002, 223-231. * “Poesía y literatura: ¿límites?” en José Enrique Martínez Fernández (ed.), Estudios de literatura comparada: norte y sur, la sátira, transferencia y recepción de géneros y formas textuales. León, Universidad de León, 2002 * “Presencias de la poesía europea”, Moenia, Lugo, 2004 * “Poesía, existencia, muerte”, en Antonio Gamoneda (ed.), Atravesando olvido. Antología personal. México, Editorial Aldus, 2004, 207-221. Traducción al francés: “Poésie, existence, mort”, Europe París, 875, 2002, 94-104. * “Las lágrimas de Claudio”, Archipiélago, 63, Barcelona, 2004, 21-24 * “Prólogo”, en César Antonio Molina, El rumor del tiempo. Barcelona, Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, 2006, 7-13. * “Quelques mots sur la poésie”, Europe, París, 928-929, 2006, 223-226. * Sur la poésie. Discours de réception du Prix Européen de Littérature 2006 suivi de Tombées (5 poèmes inédits). Jacques Ancet (trad.), Mesnil-sur-Estrée, Librairie La Hune/Arfuyen, 2006. * “Ángel González : un histórico”, La voz de Asturias, Oviedo, 3/2/2008. * Valente : texto y contexto, Santiago de Compostela, Servizo de Publicacións e Intercambio Científico Campus Universitario Sur, 2007. * “Pórtico”, en Nâzim Hikmet, Poemas finales. Ültimos poemas II 1962-1963. Madrid, *Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2008. Relato y autobiografía * “La aventura física de María Ruiz”, en AA. VV., Cuentos. León, Caja de Ahorros, 1968. * “Relación de Don Sotero”, Los Cuadernos del Norte (Oviedo) 31, 1985, 74-76. Reproducido en Santos Alonso (ed.), Figuraciones. León, Diputación Provincial, 1986, 135-145. * Relación y fábula [“Relación de Don Sotero” y “Fábula de Pieter”]. Santander, EditoriaLímite, 1997. * Un armario lleno de sombra, Galaxia Gutenberg - Círculo de Lectores, Madrid, 2009. Libros en colaboración con artistas plásticos * “Lapidario incompleto”, en Antonio Gamoneda, Luis Mateo Díez, José Maria Merino, León: traza y memoria. [con grabados al aguafuerte de Félix Cárdenas] Madrid, Antonio Machón, 1984, 11-40. * Encuentro en el territorio del frío. [con reproducciones de Albert Agulló y prólogo de José Gómez Isla] León, Instituto Leonés de Cultura, 1995. * Eros y Thanatos. [pinturas de Álvaro Delgado con once poemas de Antonio Gamoneda] Madrid, Círculo de Bellas Artes, 1999. * ¿Tú? [con grabados de Antoni Tàpies] Madrid, Ed. T/ Antonio Machón, 1999. * Más allá de la sombra. [Bernardo Sanjurjo, Obra gráfica, 1999–2002. Antonio Gamoneda, Poemas, 2002] Oviedo, Museo de Bellas Artes de Asturias, 2002. * Memoria volcánica. [con grabados de Amaya Bozal] Madrid, Ediciones Sen, 2002. * Extravío en la luz [con grabados de Juan Carlos Mestre y preámbulos de Amelia Gamoneda] Madrid, Casariego, 2008. Traducciones de la obra de Antonio Gamoneda * Pierres gravées [Lápidas]. Jacques Ancet (trad. y prólogo), París, Lettres Vives, 1996. * Substances, limites. Nimphea. [con fotografías de Michel Hanique] Jacques Ancet (trad.), Toulouse, Le Grand Os, 1997. * Livro do frio. José Bento (trad. y nota biográfica), Lisboa, Assírio & Alvim, 1998. * Froid de limites. [¿Tú ?]. Jacques Ancet (trad.), París, Lettres Vives, 2000. * “Mortel 1936. Passion et lumière de Juan Barjola”. Jacques Ancet (trad.), Europe. Revue littéraire mensuelle (París) (2000). * “Beskrivning av lögnen” [Descripción de la mentira]. Ulf Eriksson (trad.), Artes (Stockholm) (2002). * Pétale blessé. [con una pintura original de Claire Pichaud] Claude Houy (trad.), Barriac en Rouergue, Trames, 2002. * Ardem as perdas. Jorge Melícias (trad.), Vila Nova de Famalicão, Quasi, 2004. * Blues castillan. Jacques Ancet (trad.), París, Corti, 2004. * De l´impossibilité. [con grabados de Jean-Louis Fauthoux y prefacio de Salah Stétié] Amelia Gamoneda (trad.), Montpellier, Fata Morgana, 2004. * Description du mensonge. Jacques Ancet (trad. e intr.), Paris, Corti, 2004. * Im ki kvar meuhar [Aunque ya es tarde. Antología]. Rami Saari (trad. e intr.), Jerusalén, Carmel, 2004. * Passion du regard. Jacques Ancet (trad. e intr.), París, Lettres Vives, 2004. * Boek van de kou [Libro del frío]. Bart Vonck (trad.), Leuven, Vlaams Fonds voor de Letteren, 2005. * Livre du froid. 1ª ed. Jean-Yves Bériou y Martine Joulia (trads.), París, Antoine Soriano *Éditeur, 1996. 2ª ed. [con prefacio de Pierre Peuchmaurd] París, Antoine Soriano Éditeur, 2005. * Cecilia. Jacques Ancet (trad.), París, Lettres Vives, 2006. * Clarté sans repos [Arden las pérdidas]. Jacques Ancet (trad. e intr.), París, Arfuyen, 2006. * Kitab al-bard [Libro del frío]. Almahdi Akhrif (trad. e intr.), Casablanca, Publicaciones del Ministerio de la Cultura, s. d. * Esta luz. Dieses Licht. Eine Anhologie 1947-2005. Manfred Bös, Petre Strien-Bourmer, Karina Gómez-Montero (trads.) [epílogo de Javier Gómez-Montero] Kiel, Ludwig, 2007. * Descriçao da mentira. Vasco Gato (trad.), Vila Nova de Famalicão, Quasi, 2007. * Förlusterna Glöder. Trad. Ulf Eriksson., Bokförlaget Tranan, Estocolmo, 2007. * Gravestones. [Lápidas]. Trad. Donald Wellman, University of New Orleans Press, New Orleans, 2009. Audiolibros * Dos poetas en su voz. Manuel Álvarez Ortega y Antonio Gamoneda. Valladolid, Ediciones Portuguesas, 1992. * La voz de Antonio Gamoneda. Incluye CD. Madrid, Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, 2004. * Reescritura. Incluye CD. Madrid, Abada, 2004. * Antología y voz. Incluye CD. [ ed. y prólogo de José Enrique Martínez] León, El búho viajero, 2007. Otros trabajos de Antonio Gamoneda * Francisco Echauz. La dimensión ideológica de la forma. Madrid, Editorial Rayuela, 1978. * José Luis Sánchez. Humanismo y volumen. Madrid, Dirección General de Bellas Artes, 1981. * Silverio Rivas. Viaje al interior de la escultura. La Coruña, Atlántico, 1981. * Antonio Gamoneda, Otra más alta vida (1919). Gijón, Universos, 1993. Monográficos sobre Antonio Gamoneda * Un ángel más (Valladolid) 2 (1987) * Filandón/Diario de León (León) 10/7/1988 * Noire et Blanche (Le Havre) (1995) * Collection de l´Umbo (París) 4 (1999) * “Con Antonio Gamoneda”, Zurgai (Bilbao) (2001) * La alegría de los naufragios (Madrid) 7-8 (2003) * “Antonio Gamoneda”, en Espacio/Espaço escrito (Badajoz) 23-24 (2004) * “Antonio Gamoneda”, en Quimera, Marta Agudo y Jordi Doce (eds.), (Madrid) 275 (2006) * Filandón/Diario de León (León) 22/4/2007 * República de las Letras (Madrid) 104 (2007) * Minerva (Madrid) 04 (2007) * Ínsula (Madrid) 736 (2008) Críticas y reseñas sobre Antonio Gamoneda * AA. VV. Rencontres avec Antonio Gamoneda. Pau, Atelier Poésie Léo Lagrange, 2000 * ALONSO, María Nieves, Partes iguales de vértigo y olvido. La poesía de Antonio Gamoneda. Madrid, Calambur, 2005. * ALONSO, Santos, “Edad, de Antonio Gamoneda: la voz de la memoria y las voces de la colectividad”, Ínsula (Madrid) (1990) * ÁLVAREZ MÉNDEZ, Natalia, “Fusión de la dimensión espacial y humana en León de la mirada”, Estudios Humanísticos (Madrid) (2000) * ALVAREZ-UDE, Carlos, “Un canto a tres voces”, Letra Internacional (Madrid) (1996) * AZANCOT, Leopoldo, “De una nueva épica”, Historia Libertaria (Madrid) (1979) * BALCELLS, José María, “Libro de los venenos o la voz múltiple de Antonio Gamoneda”, en De Jorge Guillén a Antonio Gamoneda, León, Secretariado de Publicaciones de la Universidad de León, 1998 * BREYSSE-CHANET, Laurence, “Hacia la ‘aurora del contorno’. 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Egido Escudo heráldico de Castilla y León.svg * Premio de la Crítica de Castilla y León 2004 Sucesor: * Raúl Guerra Garrido Referencias Wikipedia-http://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Gamoneda

Otero

Blas de Otero Muñoz (Bilbao, 15 de marzo de 1916 - Majadahonda (Madrid), 29 de junio de 1979) fue uno de los principales representantes de la poesía social de los años cincuenta en España. Infancia, de Bilbao a Madrid: 1916 – 1933 Blas de Otero nació el 15 de marzo de 1916 en Bilbao.1 A los 7 años entró en el colegio de Juana Whitney, madre de María de Maeztu; el preparatorio e ingreso de Bachillerato lo estudiaría en un colegio de jesuitas. Su casa era para él refugio y remanso de paz, un microuniverso mitificado de tranquilidad y juegos, habitado por él mismo, sus padres, su hermano y su institutriz, mademoiselle Isabel.2 Por el contrario, el colegio representaba una suerte de infierno represor para el niño. Tres años después, la familia quedó en la ruina y decidieron mudarse a Madrid a fin de tratar de remediar la situación y allí descubrió su propia identidad. En este ambiente empezó a escribir. Cuando tenía 13 años murió su hermano, tres años mayor que él, Tres años después falleció su padre. El carácter alegre por naturaleza de Blas de Otero se agrió; se volvió introvertido y pesimista. A esta edad empezó su obsesión por la muerte. En 1931 comenzó la licenciatura de Derecho; poco después tuvo que abandonarla para volver a Bilbao con su familia. La situación de ruina se había agravado tras la desaparición del padre, lo que impuso el regreso a la ciudad natal. Juventud, de "Alea" a "Nuestralia": 1933 – 1944 Ya de vuelta en Bilbao, Blas de Otero se encontró con que debía llevar adelante a la familia, a la vez que cursaba por libre sus estudios de Derecho. La situación supuso demasiado peso para su frágil estabilidad emocional, que se quebró. El joven Otero empezó a padecer serias crisis nerviosas. Encontró tres apoyos para mantenerse cuerdo: la religión, la amistad y el arte. Su vida religiosa, por aquel entonces, era muy intensa. Miembro de la Federación Vizcaína de Estudiantes Católicos, congregante de Los Luises de San Estanislao de Kostka... Incluso firmaba sus poemas en aquel entonces como “Blas de Otero, C.M.”: Congregante Mariano. Empezó a publicar su poesía por esos años: unos versos claramente marcados por su creencia religiosa e influenciados por los místicos españoles y la literatura cristiana: las Baladitas humildes, publicadas en la revista jesuítica de Los Luises. También comenzó a moverse en los ambientes artísticos de su ciudad; junto a un grupo de amigos creó distintos grupos poéticos: en un primer momento "Los Luises"; después vendría "Alea" y finalmente "Nuestralia", su particular torre de cristal. Aunque fue uno de los padres de "Alea", no era uno de los más asiduos, posiblemente por su espíritu solitario. "Alea" fue, en principio, tertulia artística y punto de encuentro para intelectuales de toda índole. Después de la Guerra Civil comenzó a interesarse en la publicación de la obra de sus miembros: en Cuadernos de Alea apareció Cántico espiritual, su primera obra de cierta extensión. Más tarde vendría "Nuestralia", un núcleo cerrado formado por Blas de Otero y otros cuatro amigos. Como grupo tuvo corta vida pero gran intensidad, y fue importantísimo para la consolidación poética de Otero. Gracias a su influencia comenzó a experimentar con recursos expresivos desconocidos. Estaban marcados por su fervor religioso: sus influencias oscilaban entre los místicos, Juan Ramón Jiménez y la Generación del 27, pasando por poetas tan dispares como Rabindranath Tagore, Miguel Hernández y César Vallejo. Acostumbraban a citar y recitar versos en sus reuniones: muy posiblemente, en este tiempo adoptó Blas de Otero el que había de ser uno de sus recursos más interesantes: la intertextualidad. El poeta se debatía entre su vocación poética, que le exigía una vida bohemia, y la necesidad de trabajar para mantener a su familia. En 1935 acabó Derecho en Zaragoza; poco después empezó la Guerra Civil, que pasó para él sin pena ni gloria. En 1941 comenzó a trabajar como asesor jurídico a la vez que veía crecer su prestigio como escritor. En 1943, incapaz de soportar el conflicto con su vocación, volvió a Madrid para matricularse en Filosofía y Letras, con el plan de emular a otros poetas-profesores y ganar cátedra de Literatura. Sin embargo, la Universidad no era el lugar de erudición e intercambio cultural que él esperaba; defraudado, regresó a Bilbao cuando su hermana mayor (que sustentaba a la familia) enfermó y no pudo seguir trabajando. Embargado por un terrible sentimiento de culpa por haber dejado atrás a su madre y a sus hermanas, que de él necesitaban (lo cual le supuso siempre un gran cargo de conciencia) quemó todos sus poemas como expiación. A partir de entonces se dedicó a enseñar Derecho por lo particular y a preparar oposiciones. Afirmación de la vocación poética: 1944 – 1955 En 1945 sufrió una terrible crisis depresiva que lo llevó a recluirse en el sanatorio de Usúrbil. Durante esta crisis se destruyó su bucólica visión de la amistad, su firme posición religiosa y su cándida valoración poética. Sin embargo, encontró en la creación artística su mejor terapia. En estos años nacieron, casi íntegramente, las tres obras de su ciclo existencial: Ángel fieramente humano, Redoble de conciencia y Ancia. Seleccionando poemas inéditos, junto a otros publicados en diversas revistas de la época, salió Ángel fieramente humano, obra que presentó al premio Adonais. Le fue negado el premio, al parecer por cuestiones de heterodoxia religiosa. En 1950, sin embargo, ganó el premio Boscán con Redoble de Conciencia. En 1950 conoció en París a la actriz y poeta vasca Tachia Quintanar, con quien mantuvo una buena amistad durante toda su vida. Desde 1955 ya fue considerado uno de los grandes poetas de la posguerra. Su poética cambió de rumbo, pasando de ser afirmativa a interrogativa, inquiriendo al mismo Dios. Sólo aparecen en ella dos personas: "yo", el poeta; y "tú", Dios. El "yo", solitario y sufriente, busca un "tú" para dialogar y sólo encuentra el silencio. Como resultado del fracaso de esta búsqueda (que era poética, pero también vital) se impone la confirmación de una nueva fe. Del existencialismo al coexistencialismo: 1955 – 1964 La soledad de Blas de Otero crecía con su prestigio. Su búsqueda de un "tú" con el que dialogar había fracasado. No obstante, encontró una manera de mitigar su soledad: el encuentro con los otros, ser hombre entre los hombres. Así apareció el "nosotros" en su poesía: un cambio en su poética que no sólo significó una nueva dimensión en su obra, sino también el descubrimiento de la solidaridad humana, que terminó con su crisis y le devolvió la paz espiritual. La poesía del desarraigo pasó a ser poesía del encuentro. Ayudaron a este giro de timón sus nuevas amistades, poetas y artistas del grupo bilbaíno y nombres importantes del Instituto Cisneros, que lo encaminaron a "la inmensa mayoría". Por aquel entonces, su prestigio había crecido tanto que empezaba a ser estudiado por los eruditos (Dámaso Alonso, Alarcos...), a aparecer en antologías, ser protagonista de monografías, artículos y ensayos y ganar todos los premios importantes de su época. Su extraño sentimiento hacia España, de amor y repulsión a la vez, lo llevó al autoexilio en París. Allí accedió a los círculos comunistas e incluso se afilió en 1952 al Partido Comunista por afinidad, si no política, sin duda ideológica: en él veía cristalizados sus ideales humanistas. Asumió el marxismo que le otorgó una explicación global del hombre en la historia. El descubrimiento de un prisma filosófico y vital alternativo al dominante en la España de la época le llenó de satisfacción. En París se fraguó Pido la paz y la palabra desde su nueva fe en el género humano: el verso se había convertido en una herramienta para tratar de cambiar el mundo. Si el odio lo había llevado lejos de España, el amor le hizo volver: la gran añoranza que sentía por su tierra le hizo sumirse en nuevas crisis emocionales y depresivas. A finales del mismo año regresó con la firme convicción de conocer a fondo su país y tratar con el pueblo llano. Convivió y trabajó con mineros; recorrió los pueblos del interior de Castilla y León, sin apenas dinero, viviendo del trabajo y de lo que le ofrecían los amigos que iba haciendo por el camino. El compromiso que adquirió con la gente de a pie le empujó a terminar Pido la paz y la palabra y a escribir En castellano. Entre 1956 y 1959 vivió en Barcelona, donde frecuentó los grupos artísticos locales. Allí le censuraron En castellano, pero publicó Ancia, resultado de la suma de Ángel fieramente humano y Redoble de conciencia, más algunos poemas nuevos. Aunque se sitúe cronológicamente en la época social de su poesía, la temática corresponde a la época anterior, para la que sirvió de epílogo y broche final. Ancia ganó el Premio de la Crítica en 1958 y el Premio Fastenrath en 1961. En 1960 viajó a la URSS y China invitado por la Sociedad Internacional de Escritores. Por esta época se publicaron (siempre fuera de España por culpa de la censura) Esto no es un libro (Puerto Rico, 1963) y Que trata de España (París, 1964). En 1964 se trasladó a Cuba, donde le fue concedido el Premio Casa de las Américas. Allí conoció a la cubana divorciada Yolanda Pina, con la que se casó. Durante tres años vivió en La Habana con ella; en 1967 se divorció y regresó a Madrid, donde reanudó la antigua amistad y el amor con Sabina de la Cruz. Su relación con ella duró hasta la muerte del poeta y le dio la estabilidad definitiva. Fueron días de paz espiritual, tranquilidad emocional y pasión creadora. Últimos años: 1964 – 1979 Durante esta época publicó numerosas antologías recopiladas por él mismo, además de libros con nuevos versos. También se dedica a pulir los antiguos; es por esto que hay numerosas variantes de su poesía. Su enfrentamiento con el franquismo, al que había visto nacer, crecer y morir, fue constante. Anheló y cantó la democracia durante 40 años; luchó por ella, e incluso apareció en mítines, conferencias y recitales en las primeras elecciones. Sin embargo, no llegó a ver completamente realizado su sueño. El 29 de junio de 1979 murió en Majadahonda (Madrid) de una embolia pulmonar, habiendo cumplido con sus preceptos vitales y al final de una larga búsqueda, vital pero también poética. Obra poética Etapa religiosa La poesía religiosa de Blas de Otero se encuadra en sus primeros años de vida, alrededor de 1935, en la época en la cual aún era católico creyente y practicante. La producción poética de estos años no es muy abundante, e incluso el poeta renegó de ella años después y situó el inicio de su creación poética en Ángel fieramente humano, dado que había dejado de comulgar con los preceptos clericales y cristianos de estos poemas. Se plantea la duda de si hay que darle importancia a esta etapa como tal o no; si habría, quizá, que considerarla tan sólo una suerte de práctica poética para lo que habría de venir después. Sin embargo, no debe olvidarse que lo que produce la poesía existencial de Blas de Otero es, precisamente, su pérdida de fe: es decir, el fracaso de los temas de su primera etapa y la oposición con estos. Así pues, resulta imprescindible tratar también esta etapa, que si bien no tiene tanta importancia como las demás por sí sola, resulta clave para la posterior evolución poética. Sin contar numerosos poemas sueltos, muchos de los cuales vieron la luz en diversas publicaciones de la época, la única obra de esta etapa es Cántico espiritual. Se trata de un poema de amor a lo divino, siguiendo los preceptos de la poesía religiosa castellana y, concretamente, de la mística. Su estructura es cuatripartita: una "Dedicatoria" inicial en forma de soneto; una "Introducción" de 189 endecasílabos libres; “Liras”, compuesta por 10 liras; y el "Final", dos villancicos y dos sonetos. A lo largo de la "Introducción", la forma habitual es un diálogo de amor abierto entre el "yo" del poeta y un "tú" divino. El "yo" es un amante deseoso de recibir al amado; en su presencia se desencadena una reacción paradójica de inmensa felicidad e intenso dolor. La paradoja como figura retórica, como en toda la poesía mística, cobra una gran importancia: se recurre a ella para tratar de expresar lo inefable. El amor divino es un sentimiento que da la vida, pero provoca dolor y sufrimiento. El amante se entrega a él sin condiciones ni miedo: su corazón es un "blanco", una "diana", y el amor es una "flecha"; también es un "surco" que recibe la semilla de Dios para dar vida: la vid y la espiga, símbolos del sacramento de la Comunión y también del mismo Cristo. En la unión entre el hombre y Dios, el poeta participa de su eternidad divina. Pero estas ansias de unión, estos anhelos no se ven realizados: son una aspiración, un deseo ferviente que provocará dolor hasta que no se cumpla. Y no se cumple porque el hombre es mitad cuerpo y mitad alma: y en ese binomio, sólo el conocimiento puede servir para acercarse a Dios. Pero ese acercamiento siempre será imperfecto y superficial, dado que, si viene de los sentidos, estos sólo son capaces de captar las apariencias y la superficialidad; y si viene de la razón, será un conocimiento parcial y mediatizado. Así pues, Dios es inalcanzable, incognoscible: el Absoluto, aunque se manifieste en las cosas concretas, no es alcanzable por el saber del hombre, porque sus modos de conocimiento son, por definición, insuficientes. La única manera que le queda es, pues, la fe: el abandono al sentimiento puro. El "yo" se manifiesta desvalido, en lucha entre la ascensión y la caída, la gracia y el pecado, y sólo Dios puede darle la tabla de salvación que necesita. La divinidad da sentido a la vida y ayuda a superar las limitaciones y defectos: así se impone la vía purgativa en la poesía de Otero, puesto que Dios no puede aceptar a un ser imperfecto junto a él o convertirse a su vez en imperfecto sin contradecir su esencia de perfección absoluta. Es el hombre quien debe buscar a Dios. El hombre, aislado y solo, llama a Dios y aviva su deseo de no ser más incompleto: así se pasa a la vía iluminativa, en la cual se acerca la presencia de Dios y se inicia un diálogo de unión. Sin embargo, la súplica no se realiza. El Cántico espiritual muestra un proceso de desarrollo místico a través de la vía purgativa e iluminativa, pero inconcluso, sin la unitiva. La unión mística no llega a realizarse, pero aparece una alternativa. La unión con el absoluto se cristaliza en la creación poética: ya que parece imposible alcanzar a Dios, se encuentra cierta salvación en la propia poesía. La vivencia religiosa se convierte en experiencia estética. En las "Liras" se manifiesta el nacimiento y la realización de este acto estético, como respuesta a la eterna lucha interior del hombre entre la realidad y los sueños, la luz y la oscuridad, la eternidad y la nimiedad que están dentro del corazón de cada hombre. La poesía, igual que la fe, eleva al hombre desde sus imperfecciones y lo conduce hasta convertirlo en algo mejor: A través de la poesía, por tanto, se puede acceder a los umbrales de la plenitud. La vivencia de perfección se realiza en una experiencia estética que nace de una vivencia religiosa. Se trata de una prédica de la salvación humana en la misma poesía: la religión es el principio del proceso y no su culminación. El "Final" da un giro a la temática al volver a colocar la salvación humana en Dios. Sin embargo, una vez más no aparece la vía unitiva: la única manera de alcanzar la unión con Dios es la muerte. En esta vida sólo se puede aspirar a vivir la gracia y sentir la presencia divina. Etapa existencial A la época existencialista de Blas de Otero corresponden los títulos Ángel fieramente humano (1950), Redoble de conciencia (1951) y Ancia (1958). Antes de entrar en consideraciones acerca de la poesía existencialista oteriana es conveniente explicar qué es el existencialismo, movimiento filosófico en el que se basa y cuyos preceptos recoge para conformar la estructura temática de su obra. El existencialismo tiene su antecedente a finales del siglo XVII, con Pascal, aunque nace de manos del filósofo danés Sören Kierkegaard y se desarrolla principalmente en el período de entre guerras. Básicamente, postula que existe una gran diferencia entre "ser" y "existir". "Ser" es un hecho pasivo: los objetos "son", porque no protagonizan ninguna acción; en todo caso son receptores de ellas, no pueden elegir su propio destino. Son lo que son en sí, sin posibilidad de cambiarse a sí mismos. Sin embargo, el hombre "existe": no tiene por qué coincidir con lo que es, puede cambiar su propio ser con sus decisiones. Es lo dinámico (el hombre) frente a lo estático (los objetos, lo inanimado). El hombre se caracteriza por tener finitud espacial y estar contenido en una contingencia temporal: es decir, tiene un cuerpo mortal (en esto es una crítica del "ser" concebido como eternidad). Así pues, el hombre no sólo "existe", sino que además debe hacerlo. En el existencialismo hay una defensa de la vivencia subjetiva por encima de la objetividad pura, como respuesta a la filosofía de Hegel que creía en la posibilidad de un conocimiento racional, objetivo y puro de todas las cosas del mundo. Es por esto que se postula el individualismo moral: cada uno debe ser responsable de sus propias acciones y decidir su código ético. No existe, pues, ninguna base objetiva para defender las decisiones morales; el mayor bien para un individuo es encontrar su propia y única vocación. Se trata de una crítica a los “más allá” metafísicos para centrarse en el "más acá"; una alternativa a las filosofías que analizan el conocimiento objetivo y las concepciones sistemáticas del mundo para centrarse en el hombre, en su vida y su muerte. Una corriente importantísima dentro del existencialismo, y que probablemente marca más que ninguna otra la poética oteriana, es la iniciada por Jean Paul Sartre: una filosofía primordialmente moral, que denuncia el compromiso del hombre con su propia libertad. No existe una predestinación, no hay dioses ni almas: cada uno es responsable de sus propios actos, está solo, sin más. Ese sentimiento de soledad existencial es uno de los pilares de esta etapa poética de Otero. El existencialismo sartriano se inscribe dentro del marxismo, difiriendo de éste en una negación de todo totalitarismo: el hombre debe tener libertad para ser lo que le parezca. En Blas de Otero el existencialismo aparece en una etapa de transición, como respuesta a la crisis espiritual de 1945 durante la cual pierde la fe. A través de ella llega a lo que será el estadio definitivo de su poética, la poesía social. Sin embargo, esta etapa tiene entidad propia y valor de por sí. Tras los intentos de unión mística de la etapa religiosa, el yo poético se queda solo y comienza la búsqueda agónica de una nueva fe o una razón para vivir. El hombre es un ser destinado a la muerte en un contexto de desolación y ruinas; ansioso por sobrevivir, por no perderse en la nada, busca a Dios. Lo que antes era una llamada ahora es una pregunta a gritos. Sin embargo, sólo obtiene silencio como respuesta; en ese silencio su corazón se llena de miedo, miedo a la muerte que le aprisiona y le condena a que todas las cosas que está haciendo no sirvan para nada. En esta poética, al igual que en la anterior, hay sólo dos personas: yo (el poeta) y tú (Dios). Pero los papeles han cambiado: el tú está ausente. Cansado de gritar sin respuesta, el yo vuelve su mirada hacia su propio interior y lo encuentra destruido, roto, arruinado, como una ciudad arrasada por una guerra. Busca en la poesía la salvación humana, algo que integre la plenitud vital con la humanidad mortal. Tampoco en su propio interior está la respuesta que alivie el terrible sufrimiento de la voz del poeta. Al hacerse consciente de su propia tragedia, el yo reconoce la existencia de otros hombres con el mismo problema que él. Tras un largo proceso de búsqueda poética, que va del "tú" al "yo" y del "yo" a "los demás", empieza a vislumbrar la salida del largo túnel: no hay que renunciar a nada por una vida futura ni hay que negar la propia humanidad. Lo que debe hacerse es aceptar el propio destino, y así encontrar un nuevo absoluto de vida. De este modo halla dos tablas de salvación: el amor y la poesía. El tema del amor en Blas de Otero está presente a lo largo de toda su obra con distintas manifestaciones: hacia Dios, hacia la mujer, hacia el prójimo; su poesía es a veces espiritual, otras carnal y otras humana, pero ante todo amorosa. El amor espiritual aparece sobre todo en su primera etapa; el humano, en la tercera. El amor carnal se muestra durante toda su obra poética, pero es sobre todo durante la época existencial en la cual sirve de puente que conecta el amor hacia lo Absoluto con el amor hacia lo mundano; es una de las herramientas líricas que llevan a la voz del poeta hasta la solidaridad con sus semejantes. El amor que siente el poeta busca un destinatario a quien poder ser entregado por entero; pero el amor divino sólo le devuelve silencio; el carnal es temporal y se termina; sin embargo, el amor al prójimo, que empieza a intuirse, parece ofrecer lo que el yo está buscando. Gracias a esa intuición el poeta es capaz, tras aceptar su propia finitud y sus limitaciones, de dirigir su mirada hacia los demás y crear una nueva persona poética: el "nosotros" que configurará la tercera y última época de su poesía. Las tres obras existencialistas de Blas de Otero mantienen una misma línea temática, con idéntico punto de partida, desarrollo y meta, aunque distinto tratamiento de los mismos asuntos, cierta graduación de contenidos y, sobre todo, distinta estructura. Ángel fieramente humano consta de 18 sonetos y 16 composiciones libres o semilibres; en general, los poemas que lo componen mantienen cierto clasicismo formal. Su estructura es de introducción (presentando el problema existencial y el estado anímico del poeta), desarrollo (la búsqueda poética de una nueva razón vital) y conclusión (hay que aceptar la propia mortalidad; el hombre tiene valor de por sí, y es a él y no a Dios a quien debe dirigirse la poesía). Redoble de conciencia consta de 14 sonetos y 8 composiciones libres o semilibres. Esta obra también está marcada por el clasicismo formal y tiene una estructura casi equivalente a la de Ángel fieramente humano. Ancia está compuesto por 32 de los poemas de Ángel fieramente humano, todos los de Redoble de conciencia y 49 poemas nuevos. La estructura también es tripartita, pero el distinto orden en que aparecen las composiciones ofrece una lectura distinta: la introducción reitera la defensa de un personaje colectivo, y el epílogo la aceptación de la naturaleza del hombre en general y el poeta en particular. El desarrollo está dividido en cuatro partes: la primera desarrolla el enfrentamiento entre el hombre y Dios; la segunda trata la salvación del hombre en el amor de la mujer; la tercera desmitifica e ironiza sobre la religión; la cuarta intensifica la realidad histórico-política del poeta, España y Europa. En Ancia se refuerzan las cuestiones humanistas y se debilita el planteamiento de los problemas metafísicos y teológicos: es la proclamación de la postura poética a favor del hombre. En cuanto a la forma, aunque siguen apareciendo poemas de corte tradicional y clasicista, hay otras composiciones de nueva tipología: poemas en prosa y versículos y poemillas breves (pareados, aforismos, chistes...). Etapa social El principal paso que da la poesía existencial para volverse social es el cambio de persona, del "yo" al "nosotros". El poeta, aceptada su condición humana, encuentra su sitio entre el resto de seres humanos, y halla también una razón vital: la solidaridad humana, la búsqueda de un mundo mejor a través de la poesía. El poeta defiende la utopía humanista porque ya no tiene una fe religiosa: no hay un Más Allá perfecto al que aspirar, pero, aunque el hombre esté condenado a venir de la nada y caminar hacia ella, se debe luchar para conseguir que su vida sea digna y feliz. El poeta se convierte en un profeta que señala los errores del presente para conseguir superarlos y acceder a un futuro mejor; Otero aún está obsesionado con los valores absolutos, pero ahora los busca en el presente histórico. Así pues, se distinguen tres tiempos poéticos: * El pasado histórico: expectativas de trascendencia y eternidad; época de conflicto interno, de búsqueda interior. Significa rechazo y negación por el fracaso total de las antiguas concepciones del mundo; también implica autodestrucción, porque la religiosidad exigía al hombre renunciar a su propia humanidad. * El presente histórico: tiempo en el que transcurre principalmente la poesía social. Aparecen tres elementos claves: el "yo" poético (existencial y profético); el hombre en su contexto histórico; la doctrina poética, la ideología. Ésta es la tríada temática principal. El yo poético proclama su propia humanidad y finitud, su pertenencia al género humano; después habla del hombre en general, su situación en el mundo, su contexto, los defectos de la sociedad en que habita; finalmente predica su propia doctrina, la salvación a través de la poesía. * El futuro utópico: es la ilusión que justifica el trabajo y el esfuerzo del presente. La ideología del trabajo solidario no se sustenta en su entrega, sino en los futuros logros. Llegar a la utopía es difícil porque hay una lucha impidiéndolo: la del pasado histórico que trata de permanecer y el presente que debe romper con el pasado para posibilitar un cambio. Es la confrontación arquetípica entre la sombra (identificada con todo lo negativo, con el pasado) y la luz (que representa todo lo positivo, el futuro). En el futuro utópico están los valores absolutos de la paz, la justicia, la libertad... La poesía social oteriana reclama un hombre en paz en un mundo justo y libre. La ideología comunista en la poesía de Blas de Otero se convierte en un medio para el fin de su doctrina poética. Formalmente, la poesía social de Blas de Otero presenta rasgos propios muy marcados. Otero maneja a la perfección todas las posibilidades expresivas, desde los recursos más tradicionales al experimentalismo lingüístico más complejo; utiliza el verso libre, el versículo y formas semilibres; aparecen en su obra versos académicos y vanguardistas; prosa y verso; algunos, largos poemas, frente a otros brevísimos, como el conocido dístico "Poética", el poema más breve en lengua castellana. A título general, podría decirse que hay una tendencia a modelos cada vez más libres según el orden de composición: Pido la paz y la palabra y En castellano son más tradicionales que Que trata de España. Bibliografía de Blas de Otero Libros de poesía * Cuatro poemas, Editor J. Díaz Jácome, 1941. * Cántico espiritual, Cuadernos del Grupo Alea, San Sebastián, 1942. * Ángel fieramente humano, Ínsula, Madrid, 1950. * Redoble de conciencia, Instituto de Estudios Hispánicos, Barcelona, 1951. * Pido la paz y la palabra, Ediciones Cantalapiedra, Torrelavega (Santander), 1955. * Ancia, Editor Alberto Puig, Barcelona, 1958 [prólogo de Dámaso Alonso]. * Parler clair / En castellano, Pierre Seghers, París, 1959 [edición bilingüe de Claude Couffon]. * En castellano, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1960. * Ángel fieramente humano y Redoble de conciencia, Losada, Buenos Aires, 1960. * Que trata de España, Editorial R.M., 1964 [edición castigada]. * Que trata de España, Ruedo Ibérico, París, 1964. * Historias fingidas y verdaderas, Alfaguara, Madrid, 1970. * Pido la paz y la palabra, Lumen, Barcelona, 1975 [introducción de José Batlló, primera edición completa en España]. * En castellano, Lumen, Barcelona, 1977 [primera edición en España]. * Que trata de España, Visor, Madrid, 1977 [primera edición completa en España]. * Hojas de Madrid con La galerna, Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores, Barcelona, 2010 Recopilaciones * Con la inmensa mayoría, Losada, Buenos Aires, 1960 [con Pido la paz y la palabra y En castellano]. * Hacia la inmensa mayoría, Losada, Buenos Aires, 1962 [con Ángel fieramente humano, Redoble de conciencia, Pido la paz y la palabra y En castellano]. * Que trata de España, Editora Nacional de Cuba, La Habana, 1964 [con Pido la paz y la palabra, En castellano y Que trata de España]. Antologías * Antología (y notas), Mensajes de Poesía, Vigo, 1952. * Esto no es un libro, Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, 1963. * Expresión y reunión (1941-1969), Alfaguara, Madrid, 1969.Reedición (1981) * Mientras, Javalambre, Zaragoza, 1970. * País (1955-1970), Plaza y Janés, Barcelona, 1971 [prólogo de José Luis Cano]. * Verso y prosa, Cátedra, Madrid, 1974 [edición del autor]. * Todos mis sonetos, Turner, Madrid, 1977 [prólogo de Sabina de la Cruz]. * Poesía con nombres, Alianza, Madrid, 1977. * Antología poética, Bibliotex, Bilbao, 2002 [introducción de Pablo González de Langarika]. Inéditos * Poesía e historia. * Nuevas historias fingidas y verdaderas. Referencias wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Blas_de_Otero

Vicente Núñez Casado

Vicente Núñez Casado (Aguilar de la Frontera (Córdoba), 1926 - Aguilar de la Frontera (Córdoba), 2002) fue un poeta español. Está considerado como uno de los más importantes poetas andaluces de la segunda mitad del siglo XX. Además de poeta, su obra literaria está compuesta por aforismos y diversos textos en prosa. Estuvo vinculado al Grupo Cántic Nació en Aguilar de la Frontera, Córdoba, el día 8 de junio de 1926. Estudió Bachillerato en Cabra (Córdoba), en Lucena (Córdoba) y en el Colegio de los Jesuitas del Palo, en Málaga. Pasó el Examen de Estado en la Universidad Central de Madrid, en 1947. Comenzó los estudios de Derecho en la Universidad de Granada que luego continuó en la Universidad de Sevilla. Durante las milicias universitarias, en Ronda (Málaga), entabló amistad con los escritores Carlos Barral y con Antonio Gala. A partir de 1951 comenzaron a aparecer poemas suyos en diversas publicaciones. Entre 1953 y 1959 vive en Málaga, formando parte del grupo de poetas reunidos en torno a la revista Caracola. En el Tercer Congreso Internacional de poesía de Santiago de Compostela, celebrado en 1954, entra en contacto con los poetas del grupo Cántico, vinculándose a la estética de este grupo de poetas y colaborando en alguno de los números de la revista Cántico. Publica sus dos primeros libros de poemas en 1954 y en 1957. Durante un corto periodo vive en Madrid, donde colabora con la revista Ágora. En 1960 regresó definitivamente a Aguilar de la Frontera, su pueblo natal y tras largos años de silencio, justificados por la crisis que desencadena la muerte de su madre y la decepción del mundo literario que conoce durante su breve estancia en Madrid, volvió a publicar en 1980. * En 1982 obtuvo el Premio Nacional de la Crítica de Poesía Castellana con su poemario Ocaso en Poley. * En 1984 se le nombró Hijo Predilecto de Aguilar de la Frontera. * En 1990 le fue concedida la Medalla de Plata de las Letras Andaluzas. * Socio fundador del Ateneo de Córdoba fue nombrado Ateneista de Honor en 1990. Falleció en Aguilar de la Frontera, Córdoba, el 22 de junio de 2002. En mayo de 2002 le fue otorgada la Medalla de Oro del Ateneo de Córdoba y el mismo año, ya fallecido, y a título póstumo, se le concedió el Premio Andalucía-Luis de Góngora y Argote de las Letras. En su localidad natal, se constituyó el 15 de julio de 2005, la Fundación Vicente Núñez, ideada por el propio poeta, quien planeó la creación de un espacio donde organizar actividades literarias. Orientándose tras su muerte hacia la promoción de la literatura y, en particular, de la obra del propio Vicente Nuñez, además de prestar atención a la difusión del flamenco. Un premio anual de poesía convocado desde el año 1991 por la Diputación Provincial de Córdoba lleva su nombre. Obras literarias Poemarios individuales * Elegía a un amigo muerto. (1954) * Tres Poemas ancestrales. (1955) * Los días terrestres. (1957) * Poemas ancestrales. (1980) * Ocaso en Poley. (1982). * Cinco epístolas a los Ipagrenses. (1984) * Teselas para un mosaico. (1985) * Sonetos como pueblos. (1989) * Himnos y texto. (1989) * La cometa. (1989) * La gorriata. (1990) * Rojo y sepia. (1987, publicado en 2007) Antologías poéticas * Poemas. (1987) * Antología poética. (1987) * Poesía (1954-1986). (1988) * Poemas. (1993) * Poesía (1954-1990). (1995) * Poemas (1997). * Viaje al retorno. (2000) * El fulgor de los días. (2002) * Mío amor. (2003) * Dime que te quiero. (2004) * Carmina. (2005) * Plaza octogonal : poesía reunida 1951-2002. (2008) * Poesía y sofismas I : poesía (2009) Aforismos * Sofisma. (1994) * Entimema. (1996) * Sorites. (2000) * Nuevos sofismas. (2001) Prosa * Teoría del acto. (1989) * El suicidio de las literaturas: ensayo, crítica y otros textos (1952-1999) (2002). Referencias Wikipedia-http://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia-Vicente_N%C3%BA%C3%B1ez

Ricardo Molina

Ricardo Antonio Molina Tenor (Puente Genil, Córdoba, 28 de diciembre de 1917 - Córdoba, 23 de enero de 1968) fue un poeta español, miembro del grupo de la revista Cántico. También debemos citar su verdadero interés por el cante flamenco y la profundidad de su conocimiento en este ámbito, en el que investigó utilizando el pseudónimo Eugenio Solís. Ricardo Antonio de San Francisco de Sales Molina Tenor nació en Puente Genil el 28 de diciembre de 1916. Años después, en 1925 se traslada con sus padres y sus tres hermanos a Córdoba, donde cursó estudios de bachillerato (1928-1934). Cursó estudios universitarios en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Sevilla, que debió interrumpir a causa de la guerra civil española. En 1936 se alista como voluntario en el ejército nacional, aunque sus convicciones políticas no parecen haber sido muy firmes. Permanece en campaña durante dos años. En 1940, terminada la guerra, obtiene finalmente la licenciatura en Filosofía y Letras, en la especialidad de Geografía e Historia. Trabajó como profesor en varios centros educativos, aunque sin obtener plaza de funcionario público hasta 1966, dos años antes de su muerte. Hacia 1943 comienza a frecuentar la compañía de otros poetas, como Juan Bernier, Pablo García Baena, Mario López, con quienes fundará la revista Cántico, aparecida en octubre de 1947. La primera etapa de la revista tendrá sólo ocho números, correspondiendo el último a diciembre de 1948 y enero de 1949. Dentro ya de sus incursiones en el universo del cante jondo, conocería al cantaor Antonio Mairena, con el que trabaría gran amistad, emprendiendo en común diversos proyectos, tales como el Primer Concurso Nacional de Cante Jondo en Córdoba en el año 1956, o el ensayo Misterios del arte flamenco, en 1967. Su labor investigadora junto a Mairena obtuvo un gran reconocimiento en este ámbito. Su honda voz y su singular configuración del poema, cargado de emoción y de plasticidad en la palabra, le hacen uno de los poetas españoles más interesantes de su época. La Biblioteca de su localidad natal lleva su nombre y la plaza que hay al lado está llamada Plaza del grupo Cántico.Cada uno de los árboles que hay en ella lleva el nombre de los integrantes de la revista Cántico Citas: "El mejor Molina es -a lo largo de toda su obra- ese poeta del júbilo del amor y la sensualidad, tocado de melancolía temporalista y de algunos toques de religiosidad verídica cuanto necesariamente heterodoxa... Luis Antonio de Villena, Un esteticismo humanista, El País, 2007. "... el lector no debe esperar ninguna confesión extraordinaria en esos textos bellos y pudorosos -siempre hubo pudor en Molina- no lejanos a sus textos más clásicos: El río de los ángeles, su primer libro, o las célebres Elegías de Sandua -1948-, para muchos el mejor Ricardo Molina, o incluso Elegía de Medina Azahara (1957), su último gran libro en vida. Sensual, sensorial, humano, melancólico, con una poesía realista pero llena de evocaciones de cultura y calor, Molina no es el más esteticista de Cántico, pero el sentimiento vivo y vivido de la belleza recorre una obra, siempre pulcra, pero con momentos más alzados y otros más tópicos." Luis Antonio de Villena, Un esteticismo humanista, El País, 2007. Ricardo Molina fue, junto a Pablo García Baena, el poeta más creativo del grupo Cántico. " Luis Antonio de Villena, Un esteticismo humanista, El País, 2007. Poesía 1945 - El río de los ángeles 1948 - Elegías de Sandua 1948 - Tres poemas 1949 - Corimbo 1957 - Elegía de Medina Azahara 1966 - La casa 1967 - A la luz de cada día 1975 - Dos libros inéditos (Regalo de amante, Cancionero) Prosa (obras destacadas) 1967 - Misterios del arte flamenco (ensayo de una investigación antropológica) 1971 - Función social de la poesía 1990 - Diario (1937-1946) References Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Ricardo_Molina

José Cadalso

José Cadalso y Vázquez de Andrade (Cádiz, 8 de octubre de 1741 – San Roque (Cádiz), 26 de febrero de 1782) fue un literato y militar español. La vida de José Cadalso se conoce no ya únicamente a través de documentos y testimonios de sus contemporáneos, sino, de un modo más valioso, por la visión que él mismo nos ofrece en su Memoria de los acontecimientos más particulares de mi vida y de las cartas conservadas (1773–1780). José Cadalso y Vázquez nació en Cádiz, el 8 de octubre de 1741. La familia, sin embargo, procedía por línea paterna del señorío de Vizcaya. La madre murió a consecuencia del parto, y el padre, ausente por negocios en América, iba a tardar casi trece años en conocer al niño. Tuvo que encargarse de su educación un tío jesuita, el padre Mateo Vázquez. Él fue quien envió al futuro escritor a estudiar a Francia. Vuelto el padre de Indias, desembarcó en España y se dirigió a París a conocer a su hijo. Y ansioso siempre de nuevos ambientes, se fue después a Inglaterra, donde tanto se entusiasmó, que llamó con él a Londres al educando. También viajaría por Italia y Alemania, cuyos idiomas, igual que el latín y el inglés, dominaba. Tras otro año de estancia en París, pasando por Holanda, regresó por fin a España el cosmopolita muchacho, recibiendo una impresión muy negativa de un país que no había apenas conocido en contraste con su experiencia europea; ello marcará fuertemente la índole de sus posteriores Cartas marruecas. Ingresó entonces por orden de su padre y con dieciséis años en el Seminario de Nobles de Madrid, según cuenta, «con todo el desenfreno de un francés y toda la aspereza de un inglés», ya que su padre quería corregir en él las costumbres y la religión, y prepararle para un empleo de covachuelista, que detestaba; a ese fin fingió sentir inclinación por ser jesuita, sabedor de que su padre detestaba a los de la Compañía, y le sacó de allí; intentó persuadirle entonces de que lo que le gustaba era la carrera militar, lo que tampoco placía a su padre; se valió de estos tormentos para que su padre le devolviera a Europa y, entre los dieciocho y los veinte años vivió de nuevo en París y Londres, hasta que le llegó la noticia de la muerte de su padre en Copenhague (1761). Tuvo entonces que regresar a España para arreglar el papeleo de su herencia, lo que hizo de forma tan apresurada que años después se encontró sin ningún patrimonio familiar; y se alistó en el regimiento de caballería de Borbón en 1762, participando en la campaña de Portugal, donde tuvo un violento duelo a espada con su antiguo condiscípulo el Marqués de Tabuérniga, con el que se había emborrachado, que terminó tan súbitamente como se había producido. Encontrándose en Madrid en marzo de 1766, sigue con interés el motín de Esquilache, salvando con su intervención la vida del Conde de O’Reilly; «aquel día conocí el verdadero carácter del pueblo», escribió en su Autobiografía. En ese mismo año obtuvo el hábito de Santiago. Trasladado su regimiento a Madrid, Cadalso se enamora sucesivamente de la hija del consejero Codallos, con la que estuvo a punto de casarse, y de la frívola Marquesa de Escalona y, con la venta a él de un caballo que le gustaba, tiene ocasión de introducirse con el entonces todopoderoso Conde de Aranda, presidente del Consejo de Castilla, al que le entrega un manuscrito de una novela, de carácter utópico por lo que indica el título: Observaciones de un oficial holandés en el recién descubierto reino de Feliztá. Con gran escándalo de la nobleza y de encopetadas damas de la corte, circuló por Madrid un libelo titulado Calendario manual y guía de forasteros en Chipre (1768), parodia de la Guía común de forasteros, donde se hacía una descripción de las costumbres amorosas típicas de la sociedad dieciochesca. El público, confiesa el mismo Cadalso, «me hizo el honor de atribuírmelo, diciendo que era muy chistoso». Como consecuencia de ello, tuvo que salir desterrado de Madrid a Zaragoza. El escritor militar permaneció en Zaragoza hasta 1770. Y fue allí donde empezó a dedicarse más intensamente a la poesía. Pasados los seis meses del destierro, regresa Cadalso a Madrid, donde permanece entre 1770 y 1772. A esta etapa pertenece uno de los episodios más significativos de la vida del escritor. Se trata de sus amores con una de las más notables actrices de la época, María Ignacia Ibáñez, que han dado lugar a toda una leyenda de marcado sabor romántico. Lo indiscutiblemente cierto es la sinceridad de ese amor y su breve duración, por la muerte inesperada de María Ignacia, de tifus, a los veinticinco años, el 22 de abril de 1771. La leyenda cuenta que Cadalso, desesperado ante tan repentina muerte, intento desenterrar a su amada para darle el último adiós. Inmediatamente escribió Noches lúgubres, obra que describe este suceso. Posteriormente también escribirá poemas en los que la actriz aparece con el nombre de Filis. Sufrió una tremenda depresión pero sin duda le sirvieron, si no de consuelo, de distracción, sus contactos con los salones y los círculos literarios madrileños, sobre todo con la famosa tertulia de la Fonda de San Sebastián, de la que eran asiduos sus amigos Nicolás Fernández de Moratín y Tomás de Iriarte. Cadalso dio término a las Cartas marruecas durante su breve estancia en Salamanca (1773–1774). Fue un corto periodo, pero suficiente para que se formara en torno a él un círculo de amistad y de convivencia literaria. Allí, además de su afectuosa relación con fray Diego González, y con Juan Pablo Forner, a quien inclinó definitivamente hacia la literatura, estrechó gran amistad con León de Arroyal y sobre todo con dos jóvenes poetas, el salmantino José Iglesias de la Casa y el extremeño, estudiante en la Universidad de Salamanca, Juan Meléndez Valdés. Sobre ellos ejerció una sugestiva influencia humana y literaria, que ambos proclamaron ostentosamente» (CADALSO [1997: 20]). En 1777 fue ascendido a comandante de escuadrón. Dos años más tarde participó en el asedio de Gibraltar (que duraría hasta 1783) y fue ascendido a coronel en 1781. Sin embargo José Cadalso murió, el 27 de febrero de 1782, tras recibir el impacto en la sien de un casco de metralla o granada. Tenía sólo cuarenta años y apenas hacía un mes que le había sido conferido el grado de coronel. Su tumba se encuentra en la Iglesia Parroquial Santa María La Coronada en la Ciudad de San Roque, donde reside la de Gibraltar. Desde entonces se fraguó su leyenda de enamorado, cuya más acabada expresión es el drama romántico de Patricio de la Escosura Las noches lúgubres, protagonizado por el poeta gaditano y cuyo manuscrito dejó inédito el autor en manos de Echegaray y se conserva en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid. Obras poéticas El conjunto de las composiciones líricas que escribió durante su destierro aragonés forman el libro Ocios de mi juventud. Son poesías que pertenecen a los distintos géneros típicos del momento: anacreónticas, pastoriles, amatorias, filosóficas y satíricas. Los modelos abarcan desde Anacreonte y Ovidio hasta Tasso y Garcilaso. Los Ocios se editaron también en 1781, 1782 y 1786. Aparecieron nuevos poemas de Cadalso en años sucesivos. Obras dramáticas Perdida La Numantina o Numancia, solo nos restan: * Solaya o los circasianos fue presentada a la censura en noviembre de 1770; no obtuvo, sin embargo, la necesaria aprobación. La tragedia se sitúa en un escenario exótico, Circasia, región de la Rusia meridional, y se atiene a las reglas neoclásicas para la tragedia. El príncipe tártaro Selín, que ha llegado a Circasia para cobrar un tributo de doncellas, se enamora de Solaya, perteneciente a una de las familias principales. * Don Sancho García (1771) fue estrenada privadamente en el palacio del conde de Aranda en 1771. Responde formalmente al tipo de tragedia neoclásica, en cinco actos, sometida a las tres unidades y en endecasílabos pareados. Por complacer a su amante Almanzor, rey moro de Córdoba, la condesa viuda de Castilla, doña Ava, papel que representó María Ignacia, intenta envenenar a su hijo Sancho García; pero al final es la condesa quien bebe el veneno preparado para su hijo. Obras en prosa Es muy probable que la primera obra escrita por Cadalso sea Defensa de la nación española contra la carta persiana LXXVIII de Montesquieu (hacia 1768). A los años comprendidos entre 1771–1774 corresponde su más efectiva actividad literaria. Los eruditos a la violeta (1772) es una sátira breve y ligera contra un tipo de educación entonces frecuente: la erudición meramente superficial. El contenido y estructura quedan claramente reflejados en el subtítulo puesto por su propio autor: «Curso completo de todas las ciencias, dividido en siete lecciones, para los siete días de la semana, publicado en obsequio de los que pretenden saber mucho estudiando poco». El título alude a uno de los perfumes, el de la violeta, preferidos por los jóvenes a la moda. La obra tuvo un éxito inmediato y el título acabó proverbializándose. El Suplemento (1772) consiste en una serie de traducciones poéticas con comentarios, destinadas a ilustrar las lecciones del martes; cinco cartas de ex-alumnos del curso; y una breve noticia sobre los orígenes y la composición de la obra. El buen militar a la violeta es una continuación póstuma, aplicada especialmente a la profesión militar. De manera póstuma fueron publicados sus dos textos más conocidos: Noches lúgubres, aparecidas en El Correo de Madrid entre 1789 y 1790, y las Cartas marruecas, que vieron la luz por vez primera, en entregas y en el mismo diario, a lo largo del año 1789. En éste, tomando como pretexto un viaje por España del árabe Gazel, hace una crítica de las costumbres y defectos nacionales (a la vez que defiende el sentido reformador del despotismo ilustrado). El modelo que sigue es el de las Cartas Persas (1721) del barón de Montesquieu. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/José_Cadalso

José María Gabriel y Galán

José María Gabriel y Galán (Frades de la Sierra, Salamanca, 28 de junio de 1870 – Guijo de Granadilla, Cáceres, 6 de enero de 1905), poeta español en castellano y altoextremeño. Es hijo de campesinos propietarios de sus tierras. Pasa su infancia en el pueblo natal asistiendo a su escuela, y a los 15 años se traslada a Salamanca a proseguir los estudios, datando de esa época sus primeros versos. Simultáneamente trabaja en un almacén de tejidos. Obtiene en 1888 el título de maestro de escuela y se le destina a Guijuelo, a unos 20 km de su pueblo natal. Tras una corta estancia se traslada a Madrid a continuar estudios en la Escuela Normal Central. Reside poco tiempo, pues la metrópoli le produce rechazo (la tilda en algunas cartas de Modernópolis). Es destinado a Piedrahíta (Ávila), donde pone en práctica los nuevos conocimientos pedagógicos adquiridos en Madrid. Su estado de ánimo es bajo, firmando las cartas a sus amigos como El Solitario. El joven maestro se perfila ya como un muchacho triste, melancólico, muy sensible y de profundas convicciones religiosas (recibidas de su madre, Bernarda), que ya se notan en sus poemas. Al conocer a su mujer Desideria (a la que apoda cariñosamente mi vaquerilla) en 1893, sufre un cambio radical, que se acentúa a partir de su boda, un 26 de enero de 1898 en Plasencia. Abandona el puesto de maestro y se traslada a Guijo de Granadilla en Cáceres, donde administra la dehesa El Tejar, propiedad del tío de su esposa. Allí encuentra el tiempo y sosiego para madurar su poesía. Al nacer su primer hijo (Jesús, 1898) compone El Cristu benditu, primera de sus famosas Extremeñas. Fallece el 6 de enero de 1905, a consecuencia de una pulmonía mal curada. El ayuntamiento de Guijo de Granadilla mantiene la casa que habitó, como museo, donde se muestran manuscritos y objetos personales del poeta, donación de sus herederos. Obra Su obra poética se aparta del modernismo, siendo conservadora en estructura y temática: defiende la tradición, la familia, la estirpe, el dogma católico o la descansada vida campestre. Y además es rica en palabras en desuso que nos transmiten usos y costumbres de una época pasada. Poemarios: * Castellanas (1902) * Extremeñas (1902) * Campesinas (1904) * Nuevas Castellanas (1905) * Religiosas (1906) Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/José_María_Gabriel_y_Galán

Leandro Fernández de Moratín

Leandro Fernández de Moratín (Madrid, 10 de marzo de 1760 - París, 2 de junio de 1828) fue un dramaturgo y poeta español, el más relevante autor de teatro del siglo XVIII español. Nació en Madrid en 1760, de noble familia asturiana. Su padre era el poeta, dramaturgo y abogado Nicolás Fernández de Moratín y su madre Isidora Cabo Conde. Se crio en un ambiente donde eran frecuentes las discusiones literarias, pues su padre Nicolás fue un hombre dedicado a las letras. A los cuatro años, enfermó de viruela, lo que afectó su carácter, volviéndolo tímido. No cursó estudios universitarios porque su padre estaba en contra, y comenzó a trabajar como oficial en una joyería. A los diecinueve años, en 1779, ya había conseguido el accésit de poesía al concurso público convocado por la Academia. En 1782 ganaría el segundo premio con su Lección poética. En 1787, y gracias a la amistad de Jovellanos, emprende un viaje a París en calidad de secretario del conde de Cabarrús, entonces encargado de una misión a París. La experiencia fue muy provechosa para el joven escritor. Vuelto a Madrid, obtiene su primer gran éxito con la publicación de la sátira La derrota de los pedantes. El Conde de Floridablanca le hace entonces la merced de un beneficio de trescientos ducados, y Moratín se ordena de primera tonsura, requisito indispensable para poder disfrutar del beneficio. A poco de llegar Godoy al poder logró la protección del favorito, que le ayudó a estrenar sus comedias y aumentó sus ingresos con otras sinecuras eclesiásticas. Durante cinco años viajó por Europa, regresando a Madrid en 1797 para ocupar el cargo de secretario de Interpretación de Lenguas, que le permitió vivir sin apuros económicos. En 1808, a la caída de Godoy, tomó partido por los franceses y llegó a ser nombrado bibliotecario mayor de la Real Biblioteca por el rey José Bonaparte. A partir de entonces fue tachado de «afrancesado», por lo que hubo de refugiarse en Valencia, Peñíscola y Barcelona al producirse el cambio político. Leandro Fernández de Moratín fue un hombre de teatro en el sentido amplio de la palabra. A su condición de autor teatral hay que añadirle otros aspectos menos conocidos, pero que fueron tan importantes para él como éste y le ocuparon a veces más tiempo, esfuerzo y dedicación que sus propias obras. Fue Moratín uno de los fundadores de la historiografía teatral española. Sus Orígenes del teatro español, obra que dejó inédita y que fue publicada en 1830-1831 por la Real Academia de la Historia, es uno de los primeros estudios serios y documentados del teatro español anterior a Lope de Vega. Es también de gran interés el «Prólogo» a la edición parisina de sus obras en 1825, en donde resume, desde una perspectiva clasicista la historia del teatro español del siglo XVIII. Moratín fue también un activo impulsor de la reforma teatral de su tiempo. Relacionado con los círculos del poder que estaban interesados en esta reforma y heredero de las ideas de su padre, no dejó de promover una renovación de toda la estructura teatral vigente en la España de su época. La comedia nueva es uno de los hitos de esta campaña de reforma emprendida por los intelectuales que se movían alrededor del gobierno desde mediados del siglo cuando proponían reformas Ignacio de Luzán, Agustin de Montiano y Luyando, Blas Nasarre y Luis José Velázquez. Murió en París en junio del año 1828. Obra dramática Es el más importante autor dramático de la escuela neoclásica española. Sus máximas son: el teatro como deleite e instrucción moral (escuela de buenas costumbres) y una acción que imite de modo verosímil la realidad. De ahí nace el apego a las reglas dramáticas en todas sus facetas, especialmente la regla de las tres unidades: la de unidad de acción, de lugar y tiempo. La separación de géneros la realizó con tal precisión, que no llegó a escribir tragedias, pese a ser un género muy en boga en el Neoclasicismo europeo. Su carácter le llevó a la comedia, género que define diciendo: «pinta a los hombres como son, imita las costumbres nacionales existentes, los vicios y errores comunes, los incidentes de la vida doméstica; y de estos acaecimientos, de esos privados intereses, forma una fábula verosímil, instructiva y agradable». Teoría de la comedia La exposición más extensa y detallada de sus ideas sobre la comedia se encuentra en el «Prólogo» que compuso para acompañar la edición definitiva de sus obras publicada en París en 1825. Hablando de sí mismo en tercera persona, el dramaturgo proporciona, entre otras muchas doctrinas sobre el teatro, su definición del género cómico: «imitación en diálogo (escrito en prosa o en verso) de un suceso ocurrido en un lugar y en pocas horas entre personas particulares, por medio del cual […] resultan puestos en ridículo los vicios y errores comunes en la sociedad, y recomendadas por consiguiente la verdad y la virtud». El viejo y la niña La primera comedia escrita por don Leandro fue estrenada el 22 de mayo de 1790, pero su génesis y redacción se remontan a varios años antes, quizás a 1783. El propósito del autor (condenar una unión que no debía haberse efectuado, no sólo por la desigualdad en la edad de los cónyuges, sino sobre todo por el interés y el engaño con que fue concertada) queda bien manifiesto desde el primer momento. La comedia nueva La compañía de Eusebio Ribera estrenó el 7 de febrero de 1792 en el Teatro del Príncipe La comedia nueva, acompañada de un fin de fiesta de Ramón de la Cruz, El muñuelo. La comedia se mantuvo en cartel siete días con una entrada muy aceptable,1 y se repuso a menudo durante los años siguientes. La comedia estaba terminada en diciembre de 1791. Se trata de una obra maestra de la sátira teatral. El asunto es el estreno de una «comedia nueva», El gran cerco de Viena, escrita por el ingenuo e inexperto en la escritura dramática don Eleuterio Crispín de Andorra. El apelativo de «comedia nueva» se daba, como es lógico, a una obra que se publicaba o representaba por primera vez, en oposición a las «antiguas», esto es, las del Siglo de Oro; y las de repertorio, estrenadas en fecha anterior. En el café donde se desarrolla la acción se produce una animada discusión entre partidarios y detractores de la comedia, que representa el tipo de teatro que triunfaba entonces en los escenarios madrileños. Así consigue Moratín, mediante un artificio metateatral, dar idea de los absurdos y despropósitos del teatro de su tiempo. Ya en sus comentarios a La comedia nueva se ocupó el mismo Moratín de documentar minuciosamente todas y cada una de las particularidades de la comedia heroica de don Eleuterio, desde el mismo título, remedo de tantas comedias que narraban cercos y tomas de ciudades, hasta las escenas de falsos diálogos en forma de soliloquios simultáneos, pasando por las descripciones de hambres pavorosas, de las que cita significativos ejemplos de La destrucción de Sagunto (1787), de Gaspar Zavala y Zamora, y El sitio de Calés (1790) de Luciano Francisco Comella. El primer elemento que llama la atención es que la obra está escrita en prosa. Era esta una forma de escribir teatro poco común en la década de 1790. Dramas como El delincuente honrado de Jovellanos son prácticamente los únicos en prosa escritos hasta entonces. Los cafés eran una de las novedades de la España del siglo XVIII, como lo habían sido en el resto de Europa. Esta moda encontró su reflejo en el teatro: Carlo Goldoni había escrito una comedia titulada La bottega del caffè, conocida sin duda por Moratín, pues en La comedia nueva se utiliza alguna situación de la obra goldoniana, como es el reloj parado del pedante. La comedia es de una factura técnica perfecta, un ejemplo de ajuste a las normas neoclásicas. Las unidades se siguen de forma rigurosa. La sala del café es el único espacio donde sucede toda la acción. La unidad de tiempo es tan perfecta que es una de las pocas obras en donde se cumple el ideal de que la representación dure exactamente lo mismo que la acción dramática. El barón En 1787 Moratín había recibido un encargo que no podía menos que cumplir. La condesa de Benavente, doña Faustina, le encargó escribir una zarzuela. Haciendo de tripas corazón, escribió El barón, zarzuela en dos actos que envió a la condesa. Con gran alegría de Moratín, no se llegó a representar nunca, pero corrió manuscrita y durante el viaje a Italia se hizo una adaptación sin permiso del autor que, con música de José Lidón, llegó a los escenarios. Moratín recuperó la obra y decidió convertirla en comedia. Así lo hizo. La obra se estrenó, allá por el año 1803 en el Teatro de la Cruz La mojigata También de esta comedia empezaron a circular copias manuscritas a partir de 1791. Fue enmendada y ensayada por los actores de la compañía de Ribera, y finalmente representada en el Teatro de la Cruz el 19 de mayo de 1804. Con La mojigata Moratín seguía con su análisis personal del problema de la educación femenina en sus repercusiones sociales. El sí de las niñas El sí de las niñas es una comedia que trata sobre Doña Paquita, una joven de 16 años obligada por su madre doña Irene a casarse con Don Diego, un sensible y rico caballero de 59 años. Sin embargo este ignora que Doña Paquita está enamorada de un tal «Don Félix», quien en realidad se llama Don Carlos, y es sobrino de Don Diego. Con este triángulo amoroso como argumento se desarrolla la obra, cuyo tema principal es la opresión de las muchachas forzadas a obedecer a su madre y entrar en un matrimonio desigual y en este caso con una gran diferencia de edad entre los contrayentes. La clave de la obra se encuentra en la contradicción que caracteriza a Don Diego en el tema de la educación de los jóvenes y la elección de estado: su práctica, su actuación, no concuerda con la teoría. Pide libertad para la elección de estado (una libertad negada entonces a los jóvenes), critica la falsa concepción de la autoridad por parte de los padres: comprende que ese falso autoritarismo es la raíz de muchos males; quiere que Paquita elija con libertad. Pero en la práctica, don Diego, que es el protector de su sobrino Carlos, comete con él los mismos errores que critica en teoría. Esta contradicción entre la teoría y la práctica es el hilo que conduce la trama teatral. La derrota de los pedantes La obra en prosa más conocida de Moratín es La derrota de los pedantes, artificio alegórico, compuesto a la manera del Viaje del Parnaso cervantino, la República literaria de Saavedra Fajardo, o las Exequias de la lengua castellana de Forner: las Musas, ayudadas por los buenos poetas, arrojan del Parnaso a librazo limpio a los malos escritores. Muchas de sus burlas van contra los tópicos y variedades de los poetas de todo tiempo, pero otras muchas se dirigen contra autores concretos que se citan o que, por los datos aducidos, pueden reconocerse fácilmente. La cultura y el gusto artístico de Moratín hacen de la generalidad de sus juicios certeras definiciones, pero claro está que no puede faltar alguna estrecha interpretación propia del gusto de la época y de las ideas literarias del autor; así, por ejemplo, entre los libros que se disparan como «malos» se incluyen las comedias de Cervantes, el «Arte» de Gracián y no pocos poetas barrocos, como Jacinto Polo de Medina, Gabriel Bocángel, Villamediana y otros varios. Obra poética El tomo III de las Obras dramáticas y líricas de 1825 está dedicado a la lírica. Su obra abarca casi cincuenta años de dedicación a la poesía, que dieron como fruto poco más de un centenar de poemas: ciento nueve poemas seguros más uno atribuido recoge Pérez Magallón en su edición de las Poesías completas (Barcelona: Sirmio, 1995) de Leandro. Moratín es autor de un centenar de composiciones poéticas: nueve epístolas, doce odas, veintidós sonetos, nueve romances, diecisiete epigramas, «composiciones diversas», consistentes en ocho poemas líricos que se apartan de las modalidades tradicionales, dos traducciones y una elegía, el «romance endecasílabo» o «canto épico» en cuartetos La toma de Granada, y nueve traducciones de Horacio. Miembro de la Arcadia Romana con el nombre de Inarco Celenio, Moratín, en calidad de lírico, no puede ser considerado un poeta de originalidad y fantasía de primera fila. Sin embargo, no cabe duda que merece que se le sitúe cerca de los dos auténticos poetas líricos del siglo XVIII español, Manuel José Quintana y Juan Meléndez Valdés, y no entre los demás poetas de su tiempo, fundamentalmente mediocres. Sus preocupaciones en cuanto a la forma son la corrección, la armonía y el equilibrio expresivos, en una atmósfera neoclásica, como es lógico, pero veteada de una serie de matices de recogimiento y melancolía que se remontan a Horacio por una parte, y, por otra, a ciertos estados de ánimo del momento histórico y poético del autor. Leandro de Moratín no fue un retrasado poeta del XVIII español, ni un anticipo de vagas tonalidades románticas, sino un puro y fiel representante de ese auténtico resurgir del gusto clásico que coincide, en su plenitud, con los albores del romanticismo. * La toma de Granada (1779) es un poemita muy breve, en cuartetos endecasílabos no rimados, y en el que se canta la toma de Granada por los Reyes Católicos. * La Sátira contra los vicios. Donde Moratín se revela como batallador es, frente a los poetas de su tiempo, en la Lección poética. Sátira contra los vicios introducidos en la poesía castellana (1782), composición en tercetos de endecasílabos rimados. La Sátira se recrea fingiendo que aconseja a los poetas para que se expresen en los modos que, por el contrario, Moratín desprecia y rechaza en cuanto típicos de la poesía «barroca». Y lo hace a medida que desarrolla y hace una reseña del tema de la lírica, de la épica y de la dramática. En cuanto a la lírica, se detiene en los vicios de estilo, en las metáforas fuera de lugar, en la mezcla de arcaísmos ridículos con afrancesamiento de léxico y sintaxis, en los abusos de latinismos como ha sucedido en Góngora, etc.; en cambio, aconseja que se mire a Horacio como modelo. La Sátira ofrece el interés de ser, más que un intento de poesía lírica, un programa poético o, mejor dicho, estético-crítico: una especie de poética, en el sentido de lucha contra todo exceso, tanto de «contenido» como de «forma». * Las epístolas. Las nueve epístolas se inspiran en una amplia gama de temas y circunstancias. Tres de ellas están dirigidas al «Príncipe de la Paz»: la sinceridad del sentimiento de gratitud de Moratín hacia Godoy libera al poeta de toda sospecha de adulación. Otra, típicamente horaciana, va dirigida «a un ministro, sobre la utilidad de la historia». Otra epístola, a un amigo, le sirve de pretexto para reunir y burlarse de un centón de versos de poetas del grupo de Quintana. Tiene una en homenaje «a la marquesa de Villafranca» por el nacimiento de su primogénito, el conde de Niebla, a cuya precoz muerte Moratín habría de dedicar más tarde una oda. Escribe una epístola a don Simón Rodrigo Laso, «redactor del colegio de San Clemente de Bolonia», que es típicamente horaciana por el tema relativo a la índole de los hombres, siempre descontentos con el propio destino. También es horaciana la que dirige a Jovellanos, desde Roma, ciudad que el poeta toma como símbolo de la caducidad de las cosas humanas. Indudablemente, la epístola más feliz de todas, la que dedica «A Claudio», lleva el significativo subtítulo de «El filosofastro». Está inspirada por el temperamento satírico de Moratín y somete a una divertida caricatura a un inoportuno, don Ermeguncio, a mitad de camino entre el famoso inoportuno horaciano de la oda III y el don Hermógenes que Moratín crearía en La comedia nueva o el café. * Las odas. Uno de los resultados más felices de la imitación de Horacio en España lo constituye el conjunto de las doce odas de Moratín. Ya son interesantes de por sí a causa de la variedad de la versificación, que va desde los metros solemnes que hacen pensar en los clásicos hasta los modernos metros ligeros. Es muy amplia la gama de temas. Los hay muy cercanos al espíritu horaciano («A Nísida», «A los colegiales de San Clemente de Bolonia»). Otros temas son amorosos, o simplemente galantes (como «A Rosinda, histrionisa», y a la hermosa actriz María del Rosario Fernández, llamada «la Tirana»). Por último, también tiene odas inspiradas en otros sentimientos, como las que dedica a seres queridos desaparecidos, por ejemplo al padre, o ausentes, como a Jovellanos. Quizá pueda parecer más cerebral que espontánea la profesión de fe que le sirve de punto de partida a la oda más famosa, «A la Virgen… en Lendinara (estado veneciano», publicada precisamente en esta pequeña ciudad italiana en 1795, compuesta para doña Sabina Conti, la dama madrileña esposa del literato italiano Giovan Battista Conti. * Traducciones de Horacio. En la traducción de nueve odas de Horacio, lo que más sorprende, aparte la evidente preocupación formal, que se manifiesta también en la selección de los metros, es la identidad entre el pensamiento del poeta latino y el de Moratín en la visión de las cosas humanas: concordancia cuya sugestión se acrecienta por la diferencia de expresión entre la solemne compostura horaciana y la ligereza dieciochesca de Moratín. Horacio se halla presente, pero se advierte que es un Horacio transferido a un ambiente castellano muy distinto, a efectos expresivos, al de sus más fieles intérpretes españoles del Siglo de Oro, desde fray Luis de León hasta Francisco de Medrano. * Los sonetos. Desde el punto de vista formal, los sonetos corroboran la habilidad de Moratín en cuanto a facilidad y fluidez de versificación. Desde el punto de vista de los temas que trata, estos poemas abarcan una amplia gama, si bien una gran parte de ellos se inspiran en cosas o personas de teatro. Ora es la descripción de la belleza de una «histrionista», Clori. Ora el llanto por la muerte del aplaudido e «inimitable» actor Isidoro Márquez. Ora el elogio de una bailarina del teatro de Burdeos o el de la «saltatrix» Eliodora, que mucho dinero cuesta a quien deba mantener a una «hermosa de mi vida» como aquélla. O bien es la presentación del primer gracioso del teatro de Barcelona, Felipe Blanco. * Los romances. En los nueve romances volvemos a encontrar una amplia gama de temas: políticos, de polémica literaria, de asuntos personales, y de circunstancias. * Los epigramas. Muchos de los diecisiete epigramas son destellos de sátira, a veces feroz. Entre los personajes teatrales objeto de sus dardos, vuelve a aparecer Geroncio: es significativo el nombre de otros literatos de poca monta, como el que acabamos de nombrar. A su vez, también son significativos los títulos de otros epigramas, como, por ejemplo, los tres, delicadísimos y galantes, que dedica «a Lesbia, modista», o aquel otro «a una señorita francesa». * Composiciones diversas. Algunas de ellas tocan temas históricos, como la que se inspira en «La sombra de Nelson». Hay también traducciones, entre ellas la de un «sonetto pastorale in dialogo» del dieciochesco italiano Paolo Rolli. * La «Elegía a las Musas», «la obra maestra de Moratín», además de ser más lograda desde el punto de vista poético, es indudablemente la más significativa de esas composiciones. Lázaro Carreter afirma, y creemos que con toda razón, que en este último poema Moratín toca la cumbre de la lírica española. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Leandro_Fernández_de_Moratín

Juan Gil-Albert

Juan Gil-Albert Simón poeta y ensayista español. De una familia perteneciente a la alta burguesía, sus primeros años de formación corrieron a cargo de un profesor particular y en un colegio de monjas de Alcoy. Cuando cuenta nueve años, la familia se traslada a Valencia en pos de su padre, que abre allí un almacén de ferretería, e ingresa como interno en el Colegio de los Escolapios. En Valencia acaba el bachillerato e inicia los estudios de Derecho y Filosofía y Letras, sin llegar a acabar estas carreras, que le aburren. Lee mucho, pero los autores que le marcan son especialmente Gabriel Miró, Valle-Inclán y Azorín. En 1927 publicó sus dos primeras obras en prosa, La fascinación de lo irreal, colección de relatos costeada por él mismo y con influjos de Oscar Wilde y Gabriel Miró, y Vibración del estío. La crítica acogió estas obras con entusiasmo, especialmente Las Provincias de Valencia y El Noticiero Regional de Alcoy. A partir de 1929 entra en política de la mano de José Bueno, Juan Miguel Romá y Juan Renau. Max Aub le puso en contacto con todos los "ismos" y vanguardias. Y Federico García Lorca, Juan Ramón Jiménez, Luis Cernuda, Manuel Altolaguirre, Pablo Neruda, María Zambrano, Rosa Chacel, Miguel Hernández y Vicente Aleixandre entre 1930 y 1934 lo ponen en contacto con la poesía. En el período 1936-1938, Manuel Altolaguirre le publica sus primeros libros poéticos, bastante tardíos; el primero apareció en 1936 con el título Misteriosa presencia, colección de sonetos de tema amoroso donde se deja sentir la huella de Luis de Góngora y Stéphane Mallarmé, seguido de Candente horror, del mismo año. De 1938 es Son nombres ignorados, impreso en Barcelona y que supone su dolorida conciencia de la Guerra Civil española. En 1936 cofunda en Valencia la revista Hora de España, cuya redacción está formada por Juan Gil-Albert, Rafael Dieste, Antonio Sánchez Barbudo y Ramón Gaya. A mediados de 1937, se unieron a ellos en la redacción María Zambrano y Arturo Serrano Plaja. Cuando Valencia se convierte en capital de la República, la casa de Juan Gil-Albert se convierte en centro de reunión de los intelectuales republicanos. Participa en la organización del II Congreso Internacional de Escritores Antifascistas, así como, en la redacción de la famosa Ponencia Colectiva. En Memorabilia ha evocado Gil-Albert sus encuentros de aquellos días con Louis Aragon, Octavio Paz, junto al recuerdo de otros nombres, como Antonio Machado, Alberti, Miguel Hernández, José Bergamín.... Acabada la guerra va a parar a un campo de refugiados en Francia. Se exilia desde 1939 a 1947 a México y Argentina. En México es secretario de la revista Taller dirigida por Octavio Paz y hace crítica de cine en la revista Romance. Colabora también en Letras de México y El hijo Pródigo, con poemas y prosa. A fines de 1942 viaja a Buenos Aires y colabora en los diarios argentinos Sur y en la página literaria de La Nación. Allí conoce a Jorge Luis Borges y publica El convaleciente (1944). Regresó a Valencia en 1947, viviendo un exilio interior fuera de las corrientes dominantes. Por esto algunos críticos lo consideran un miembro descolgado y aislado de la Generación del 27, aunque la fecha de publicación de su primera obra poética (1936) ha hecho a otros considerarlo parte de la Generación del 36 o, al menos, como un nexo entre ambas generaciones. Tras su regreso a España publica El existir medita su corriente (1949), Concertar es amor (1951) y se sume en un silencio nada inactivo. Su falta de contacto con los medios sociales y culturales del franquismo es absoluta y vive inmerso en años de febril e intensa escritura hasta que en 1972 la colección "Ocnos" publica Fuentes de la constancia, antología poética que le rescata para la crítica y en 1974 Crónica general, que le populariza entre el gran público. Seguirán Meta-Física (1974), Mesa revuelta, (1974), una reedición de Las ilusiones (1974). En Heraklés: sobre una manera de ser (1975), aborda el tema de la homosexualidad inspirándose en el Coridón de André Gide. Siguen Memorabilia (1975), Homenajes e impromptus (1976), A los presocráticos (1976), El ocioso y las profesiones (1979), Breviarium vitae (reeditado en 1979), etcétera. La consagración definitiva le llegaría en 1982 con el Premio de las Letras del País Valenciano. Después recibió la medalla al Mérito de Bellas Artes, fue doctor Honoris Causa por la Universidad de Alicante e hijo Predilecto de Alcoy. Su Obra completa en prosa fue editada en 1985. Juan Gil-Albert, vanguardista y surrealista en sus comienzos y poseedor de un gran y cuidado estilo, se muestra posteriormente más comprometido con la realidad de su tiempo a raíz de su experiencia durante la Guerra Civil española y el exilio. Siempre fiel a sí mismo e insobornable, rebelde a veces, de amplios referentes culturales grecolatinos y de una sensibilidad epicúrea y extrema hacia la belleza, se mueve entre la narración y la evocación, la reflexión y la crítica. Quizás por eso su obra en prosa es una de las más memorables del siglo XX y como poeta influyó poderosamente en la lírica de los años 1970, a partir sobre todo de su eclosión del año 1974. Es en ese año cuando publica su autobiografía en prosa, Crónica general (1974), así como, en años siguientes, los también autobiográficos Heraklés (1975) y Breviarium Vitae (1979). Obras Poesía * Misteriosa presencia. Sonetos, M., Héroe, 1936. * Candente horror, Valencia, Nueva Cultura, 1936. * Siete romances de guerra, Valencia, Nueva Cultura, 1937. * Son nombres ignorados. Elegías. Himnos. Sonetos, B., Edic. Hora de España, 1938. * Las ilusiones con los poemas de El Convaleciente, Bs. As., Imán, 1943. * Poemas. El existir medita su corriente, Madrid, Librería Clan, 1949. * Concertar es amor, M., Col. Adonais, 1951. * Poesía: Carmina manu trementi duoere. Valencia: La Caña gris, 1961. * La trama inextricable (prosa poesía crítica), Valencia, Col. Mis Cosechas, 1968. * Fuentes de la constancia, B., Llibres de Sinera, 1972 (Antología poética con poemas inéditos). * La Meta-física, B., Llibres de Sinera, 1974. * A los presocráticos, seguido de Migajas del pan nuestro, Valencia, Lindes, 1976. * Cantos rodados, Barcelona, Linosa, 1976 * Homenajes e in promptus, León, CSIC, 1976. * El ocioso y las profesiones, Sevilla, Aldebarán, 1979. * Razonamiento inagotable con una carta final. Madrid: Caballo Griego para la poesía, 1979. 114 p. ISBN 84-85417-04-6 * Mi voz comprometida (1936-1939) (Candente horror, Siete romances de guerra, Son nombres ignorados), B., Laia, 1980 (Edic. intr. y notas de Manuel Aznar). * Obra poética completa. Alicante : Alfons El Magnànim; Valencia: Diputación Provincial de Valencia, 1981. 2 v. ISBN 84-00-04846-6 * Variaciones sobre un tema inextinguible, Sevilla, Renacimiento, 1981 ISBN 84-85424-03-4 Antología poética, 1936-1976. Esplugues de Llobregat, Barcelona: Plaza & Janés, 1982. 336 p. ISBN 84-01-80971-1 * España, empeño de una ficción. Madrid: Júcar, 1984. 190 p. ISBN 84-334-4501-4 * Fuentes de la constancia. Madrid: Cátedra, 1984. 228 p. ISBN 8437604737 * Antología poética. Valencia: Consell Valencià de Cultura, D.L. 1993. 364 p. ISBN 84-482-0156-6 * Primera obra poética: 1936-1938. Valencia : Consell Valencià de Cultura, D.L. 1996. 206 p. ISBN 84-482-1177-4 * Concierto en Mí (antología poética)", Sevilla, Renacimiento, 2004 * Poesía completa. Valencia: Ed. Pre-Textos, 2004. (Edic. y prólogo de María Paz Moreno. Intr. de Ángel L. Prieto de Paula). 955 p. ISBN 84-8191-613-7 Prosa y Ensayo * Cómo pudieron ser. Valencia: Levante, 1929. 83 p. * Gabriel Miró: (El escritor y el hombre). Valencia: [s.n.], 1931. 56 p. * La mentira de las sombras: crítica cinematográfica publicada en "Romance", revista popular hispanoamericana, México, febrero de 1940-mayo de 1941. * Intento de una catalogación valenciana (sobre Pedro de Valencia y su "región"), Valencia: Mis cosechas, 1955. 61 p. * Taurina: (Crónica). [Madrid : s.n., 1962]. 11 p. Tirada aparte de Cuadernos Hispanoamericanos vol. 152-153 * Homenaje a los presocráticos. Madrid: s.n., 1963. 10 p. Es tirada aparte de Cuadernos Hispanoamericanos, abril de 1963. Vol. 160 * La trama inextricable: prosa, poesía, crítica; Mis cosechas. s.l. : s.n., 1968. 260 p. * Concierto en "mi" menor. Alcoy: 1974. 159 p. ISBN 84-400-7146-9. * Contra el cine. Valencia: Prometeo, 1974. 103 p. ISBN 8471991063 * Mesa revuelta. [Valencia: Fernando Torres, 1974]. 171 p. ISBN 84-7366-017-X * Los días están contados. Barcelona : Tusquets, 1974. 166 p. ISBN 84-7223-039-2 Valentín: homenaje a William Shakespeare. Barcelona: La Gaya Ciencia, 1974. 187 p. ISBN 8470800132 * Memorabilia. Barcelona: Tusquets, [1975]. 283 p. ISBN 84-7223-703-6 * Homenajes e in promptus. León: Institución Fray Bernardino de Sahagún: Diputación Provincial, 1976. 144 p. ISBN 8400042786 * Drama patrio: testimonio 1964. Barcelona: Tusquets, 1977. 134 p. ISBN 8472230554 * Un mundo: prosa, poesía, crítica. Valencia: el autor, 1978. 116 p. ISBN 84-300-0069-0 * Breviarium vitae. Alcoy: Caja de Ahorros de Alicante y Murcia, 1979. 2 v. ISBN 84-500-3227-X Los arcángeles: parábola. Barcelona : Laia, 1981. 109 p. ISBN 84-7222-994-7 Concierto en "mi" menor; La trama inextricable; Memorabilia (1934-1939). Valencia : Alfons * El Magnànim, 1982. 381 p. ISBN 8400050312 * El ocio y sus mitos. Málaga : Begar Ediciones, 1982. ISBN 84-86134-02-1 * El retrato oval. Barcelona : Seix-Barral, 1983, 92 p. ISBN 84-322-0478-1 * Vibración de estío. Alicante: Instituto de Cultura "Juan Gil-Albert", 1984. 156 p. * Cartas a un amigo. Valencia: Pre-Textos, 1987. 162 p. ISBN 84-85081-85-4 * Yehudá Haleví. Madrid: Júcar, 1987. 172 p. ISBN 84-334-3063-7 * Tobeyo o Del amor: homenaje a México. Valencia: Pre-Textos; Alicante: Instituto de Cultura "Juan Gil-Albert", 1989. 181 p. ISBN 84-87101-14-3 * Crónica general. Valencia: Pre-Textos; Alicante: Instituto de Cultura "Juan Gil-Albert", 1995. 352 p. * El ocioso y las profesiones Sevilla : María Auxiliadora, 1998. 46 p. ISBN 84-85086-40-6 * Breviarium vitae. Valencia: Pre-Textos; Alicante: Instituto de Cultura "Juan Gil-Albert", [1999]. 495 p. ISBN 84-8191-274-3 * Obra completa en prosa. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1999. 11 v. ISBN 8400049241 * Heraclés: sobre una manera de ser. Valencia: Pre-Textos; Alicante: Instituto de Cultura "Juan Gil-Albert", 2002. 152 p. ISBN 84-8191-433-9 (Texto escrito en 1975 sobre la condición del homosexual) * La mentira de las sombras: crítica cinematográfica publicada en "Romance", revista popular hispanoamericana, México, febrero de 1940-mayo de 1941, Valencia: Pre-Textos, [2003]. 192 p. ISBN 84-8191-539-4 Referencias wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Gil_Albert

Pablo García Baena

Pablo García Baena (Córdoba, 29 de junio de 1923), poeta español perteneciente al Grupo Cántico. Asistió de niño al colegio Hermanos López Diéguez, en cuyo patio lo recuerda una lápida, y cursó el bachillerato en el colegio Francés, con los Maristas y en el colegio de la Asunción. Estudió pintura e historia del arte en la Escuela de Artes y Oficios de Córdoba, donde amistó con el pintor Ginés Liébana. A los 14 años leía ya a San Juan de la Cruz. Empieza a frecuentar la Biblioteca Provincial, donde conoce al también poeta Juan Bernier, quien le descubrió a Marcel Proust, Juan Ramón Jiménez, Pedro Salinas, Jorge Guillén y, sobre todo, Luis Cernuda. Empieza a publicar en la prensa local con poemas y dibujos, firmadoa a veces con una E mayúscula o con el seudónimo Luis de Cárdenas, en Caracola, en El Español y en La Estafeta Literaria. En el año 42 estrenó en Córdoba una versión teatral de cuatro poemas de San Juan de la Cruz. Rumor oculto, su primer poemario, apareció en la revista Fantasía en enero de 1946. En 1947 él y su amigo Ricardo Molina concurrieron al Premio Adonáis de poesía, sin éxito, por lo cual decidieron crear su propia revista junto con los poetas Juan Bernier, Julio Aumente y Mario López y los pintores Miguel del Moral y Ginés Liébana: Cántico (Córdoba, 1947-1949 y 1954-1957), que será una de las más importantes de la Posguerra española. Estos autores serán conocidos desde entonces como Grupo Cántico. Cántico reivindicaba una mayor exigencia formal y estética y una mayor sensualidad, y enlazaba con la poesía de la Generación del 27, en especial con Luis Cernuda; barroca, exaltada y vitalista, su poesía influyó entre las generaciones más jóvenes sirviendo de puente entre los Novísimos y la Generación del 27. Entre Óleo, de 1958, y Almoneda (1971), sostuvo un largo silencio poético, roto ya definitivamente tras este último libro. 1964, junto con otros amigos, viajó por la Costa Azul francesa, la Riviera italiana, Milán, Florencia, Venecia, Roma, Nápoles, Capri, Atenas, Delfos, Athos, El Cairo y Alejandría. También hizo viajes ocasionales a Florida y Nueva York. A su vuelta en 1965 fijó su residencia primero en Torremolinos y finalmente en Benalmádena (Málaga), donde residió trabajando como anticuario hasta el año 2004 en que volvió a Córdoba. Es colaborador de distintos diarios nacionales y realiza lecturas y conferencias en los centros culturales españoles. En 1984 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras y la Medalla de Oro de la Ciudad de Córdoba. Fue declarado Hijo Predilecto de Andalucía en 1988, y Premio Andalucía de las Letras en 1992. En 2004 recibió la Medalla de Oro de la Provincia de Málaga en la que pasó una gran parte de su vida. Actualmente, es miembro de la Comisión Asesora del Centro Andaluz de las Letras, del que es director. Su poesía posee un acento gongorino y sensualidad, e incluye la temática religiosa de los ritos y las procesiones. Su obra poética hasta la fecha se halla reunida en Poesía completa (1940-2008) (Madrid, Visor, 2008). En mayo de 2008 gana el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. Poesía * Rumor oculto, en Fantasía (Madrid), 1946. Edición facsímil: Sevilla, Renacimiento, 1979, Suplemento de Calle del Aire * Mientras cantan los pájaros, en Cántico (Córdoba), 1948. Edición facsímil: Córdoba, Diputación de Córdoba, 1983 * Antiguo muchacho, Madrid, Rialp, 1950, Adonais. 2.ª edición: Madrid, Ediciones La Palma, 1992 * Junio, Málaga, Col. A quien conmigo va, 1957 * Óleo, Madrid, Col. Ágora, 1958 * Antología poética, Córdoba, Ayuntamiento de Bujalance, 1959 (edición facsímil, 1995) * Almoneda (12 viejos sonetos de ocasión), Málaga, El Guadalhorce, 1971 * Poesías (1946-1961), Málaga, Ateneo de Málaga, 1975 * Antes que el tiempo acabe, Madrid, Ediciones Cultura Hispánica, 1978 * Tres voces del verano, Málaga, Col. Villa Jaraba, 1980 * Poesía completa (1940-1980), introducción de Luis Antonio de Villena, Madrid, Visor Libros, 1982, Visor de poesía * Gozos para la Navidad de Vicente Núñez, Madrid, Hiperión, 1984. 2.ª edición: Sevilla, Fundación El Monte, 1993 * El Sur de Pablo García Baena (Antología), introducción de Antonio Rodríguez Jiménez, Córdoba, Ayuntamiento de Córdoba / Ediciones de la Posada, 1988 * Antología última, Málaga, Instituto de Educación Secundaria Sierra Bermeja, 1989, Col. Tediria * Fieles guirnaldas fugitivas, Melilla, Ciudad Autónoma de Melilla, Ayuntamiento de Melilla, 1990, Rusadir * Prehistoria, Córdoba, Ayuntamiento de Córdoba, 1994, Cuadernos de la Posada * Poniente (con dibujos de Pablo García Baena), Córdoba, Fernán Núñez, 1995, Cuadernos de Ulía * Como el agua en la yedra (Antología esencial), introducción de Manuel Ángel Vázquez Medel, Sevilla, Fundación El Monte, 1998, La placeta * Poesía completa (1940-1997), introducción de Luis Antonio de Villena, Madrid, Visor Libros, 1998, Visor de poesía * Impresiones y paisajes, Cuenca, Ediciones Artesanas, 1999 * Recogimiento (Poesía, 1940-2000), estudio introductorio de Fernando Ortiz, bibliografía preparada por María Teresa García Galán, Málaga, Ayuntamiento de Málaga, 2000, Col. Ciudad del Paraíso * En la quietud del tiempo (Antología poética), prólogo de José Pérez Olivares, Sevilla, Renacimiento, 2002 * Fieles guirnaldas fugitivas (Premio Ciudad de Melilla; Melilla, Rusadir, 1990; 2ª ed., San Sebastián de los Reyes, Universidad Popular José Hierro, 2006). ISBN 84-95710-29-3. * Los Campos Elíseos (Valencia, Pre-Textos, 2006). ISBN 84-8191-729-X. + Poesía completa (1940-2008), introducción de Luis Antonio de Villena, Madrid, Visor Libros, 2008, Colección Visor de poesía. Prosa * Lectivo, Jerez de la Frontera (Cádiz), Ayuntamiento de Jerez, 1983, Fin de Siglo *El retablo de las cofradías (Pregón de Semana Santa en Córdoba, 1979), Córdoba, Diputación de Córdoba, 1984. 2.ª edición: Diario de Córdoba, 1997 * Calendario, Málaga, Col. El Manatí Dorado, 1992 Ritual, Córdoba, Diputación de Córdoba, 1994 * Los libros, los poetas, las celebraciones, el olvido, prólogo de Rafael Pérez Estrada, Madrid, Huerga & Fierro, 1995, La rama dorada Vestíbulo del libro, Málaga, Junta de Andalucía, Consejería de Cultura, 1995 * Zahorí Picasso, Málaga, Rafael Inglada Ediciones, 1999 Córdoba, Córdoba, Editorial Almzuara, 2009 Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Pablo_García_Baena

Juan Luis Panero Blanc

Juan Luis Panero Blanc (Madrid, 1942) es un poeta español. Hijo del poeta Leopoldo Panero (1909–1962) y Felicidad Blanc (1913–1990), hermano del poeta Leopoldo María Panero (1948) y Michi Panero (1951–2004) y sobrino del poeta Juan Panero (1908–1937), creció en el seno de una familia acomodada recibiendo educación en El Escorial y luego en Londres. Su espíritu rebelde y viajero lo llevó a deambular por diferentes países de América, dándole la oportunidad de conocer a grandes escritores como Octavio Paz, Jorge Luis Borges y Juan Rulfo entre otros. Su poesía completa (1968–1996) está recogida en un volumen de la editorial Tusquets y algunas de sus conferencias, en particular la que recoge su relación con Luis Cernuda, están incluidas bajo el título de «Páginas sobre cine y poesía» en el libro Después de tantos desencantos. Vida y obra poéticas de los Panero, de Federico Utrera (Ed. Festival Internac. de Cine de LPGC, 2008). Ha preparado además antologías de poetas como Leopoldo Panero, Pablo Neruda y Octavio Paz y ha reunido selecciones de Poesía colombiana (1880–1980) y Poesía mejicana contemporánea. Vive en Gerona desde 1985. Obra poética Su irrupción en la poesía española contemporánea se inició en 1968 con la publicación del libro A través del tiempo, al que siguieron, luego, Los trucos de la muerte, en 1975; Desapariciones y fracasos, en 1978; y Juegos para aplazar la muerte, en 1984. Antes que llegue la noche (1985) le permitió obtener el Premio Ciudad de Barcelona. En 1988, con «Galerías y fantasmas», obtuvo el Premio Internacional de Poesía de la Fundación Loewe. Sin rumbo cierto, XII Premio Comillas de Biografía, Autobiografía y Memorias, y Enigmas y despedidas, publicado en 1999, son sus últimas producciones. En 2009 Ediciones Vitruvio publica La memoria y la muerte, una antología que recoge toda su obra poética editada hasta la fecha. El desencanto En 1976 Jaime Chávarri inicia el rodaje de lo que tenía que ser un reportaje sobre el padre: Leopoldo Panero, el material se convierte en la película "El desencanto" que acabará siendo un símbolo tanto de la familia como de la época y será una película de culto para toda una generación. En El desencanto la madre, paradójicamente llamada Felicidad, y dos de sus hijos, retratan a través de sus recuerdos al poeta, siempre ausente (mientras que en la segunda parte, Después de tantos años, Leopoldo María, el hijo, se convertiría en el eje central del film). Pero sobre esta peculiar y decadente estampa familiar pesa el reflejo de una época que se agota. Los últimos coletazos del franquismo se dejan ver a través de la evocación de la vieja gloria de quien fuera uno de los escritores oficiales del régimen. El desencanto fue además la última película mutilada por la censura cinematográfica en España y una de las obras de Chávarri más reconocidas por la crítica. Ya en 1994 llegaría "Después de tantos años", película en la que Ricardo Franco retoma la labor de retratista emprendida por Jaime Chávarri dos décadas antes. Referencias wikipedia-http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Luis_Panero

José García Nieto

José García Nieto (Oviedo, 6 de julio de 1914 – Madrid, 27 de febrero de 2001), poeta y escritor español, ganador del Premio Cervantes y miembro, junto a Gabriel Celaya, Blas de Otero y José Hierro, de la generación poética de la posguerra española. José García Nieto, nace en Oviedo, el 6 de julio de 1914, en el nº 8 de la calle Portugalete (hoy Melquíades Álvarez nº 6). Sus padres fueron don José García Lueso y doña María de La Encarnación Nieto Fernández. El padre, que tenía la carrera de derecho, se dedicó al periodismo. Queda huérfano de padre a los 9 años y con su madre vive en Zaragoza, Toledo y Madrid, donde estudia el bachillerato y comienza a hacer versos. Al comenzar la Guerra Civil española (1936-1939), ocupa el puesto de secretario del Ayuntamiento de Chamartín de la Rosa (que luego sería absorbido por el Ayuntamiento de Madrid), es movilizado y al terminar la guerra vuelve al Ayuntamiento. Desde entonces se dedica a la literatura, especialmente a la poesía, al teatro, incluyendo la adaptación de clásicos españoles y al guion cinematográfico. En 1950 obtiene el Premio Adonais por Dama de soledad. Obtiene el Premio Fastenrath de la Real Academia Española por Geografía es amor en 1955. En 1951 y 1957 obtiene el Premio Nacional de Literatura. En 1980 obtiene el Premio Mariano de Cavia de periodismo. Es elegido académico de la Real Academia Española el 28 de enero de 1982, ocupando el sillón "i" que dejó vacante José María Pemán. En 1987 obtiene el Premio González-Ruano de periodismo.ç En 1996 le conceden el Premio Cervantes por el conjunto de su obra. Obra * Víspera hacia ti (1940) * Poesía (1944) * Versos de un huésped de Luisa Esteban (1944) * Tú y yo sobre la tierra (1944) * Retablo de ángel, el hombre y la pastora (1944) * Del campo y soledad (1946) * Juego de los doce espejos (1951) * Tregua (1951). Premio Nacional de Literatura * La red (1955). Premio Fastenrath * Geografía es amor (1956). Premio Nacional de Literatura * El parque pequeño (1959) * Corpus Chisti y seis sonetos (1962) * Circunstancias de la muerte (1963) * La hora undécima (1963) * Memorias y compromisos (1966) * Hablando solo (1967). Premio Ciudad de Barcelona * Facultad de volver (1970) * Taller de arte menor y cincuenta sonetos (1973) * Súplica por la paz del mundo y otros "collages" (1973). Premio Boscán * Sonetos y revelaciones de Madrid (1974) * Los cristales fingidos (1978) * El arrabal (1980) * Nuevo elogio de la lengua española (1983) * Sonetos españoles a Bolívar (1983) * Donde el mundo no cesa de referir su historia (1983) -prosa- * Piedra y cielo de Roma (1984) * Carta a la madre (1988) * Mar viviente (1989) * El cuaderno roto (1989) -prosa- Referencias Wikipedia-http://es.wikipedia.org/wiki/José_García_Nieto

Enrique Diez-Canedo

Enrique Díez Canedo (Badajoz, 7 de enero de 1879 - México, 7 de junio de 1944) fue un poeta postmodernista, traductor y crítico literario español. Fue embajador español en Uruguay y en Argentina. Su familia materna provenía del pueblo extremeño de Alburquerque, pero durante sus años jóvenes la familia se trasladó sucesivamente a Badajoz, Valencia, Vigo, Port Bou y Barcelona; en esta última ciudad fallecieron sus padres en un breve intervalo de tiempo. Ya huérfano, se trasladó a Madrid para estudiar la carrera de derecho y, una vez concluida y afincado en la ciudad, explicó historia del arte en la Escuela de Artes y Oficios, y lengua y literatura francesas en la Escuela Central de Idiomas. Simpatizó con el institucionismo krausista y fue un asiduo del Ateneo, donde organizó numerosos actos (homenajes a Rubén Darío, a Benito Pérez Galdós, a Mariano de Cavia; presentaciones como la de José María Gabriel y Galán), frecuentó la tertulia del Café Regina, donde entabló amistad con Manuel Azaña, y empezó su trayectoria poética publicando sus primeras poesías en Versos de las horas, 1906. Igualmente empezó a colaborar en la prensa a través de El Liberal, en donde publicó en 1903 un poema recién premiado por el periódico. A éste, siguen otros en la revista Renacimiento, y poco después sus actividades periodísticas no se limitarán a las ya dichas, sino que se amplían a las de crítico literario y artístico. Así, colabora como crítico de poesía en la revista La Lectura y como crítico de arte en el Diario Universal y en el Faro, publicación que divulgaba el pensamiento de jóvenes como José Ortega y Gasset, Adolfo Posada, Gabriel Maura y Pedro de Répide. También trabajó para la Revista Latina y la Revista Crítica, dirigidas respectiva­mente por Francisco Villaespesa y Carmen de Burgos. Como crítico teatral se inició con una serie de artículos en El Globo, 1908. Estuvo en París entre los años 1909 y 1911 como secretario del embajador de Ecuador. Eso no interrumpió su labor periodística, pues escribió también en España, El Sol, La Voz, La Pluma y Revista de Occidente. También escribió para La Nación de Buenos Aires. En 1921 colaboró con Juan Ramón Jiménez en la realización de la revista Índice, por amistad. Díez Canedo tenía mano también en algunas publicaciones para introducir a nuevos escritores y, por ejemplo, publicó los primeros versos de León Felipe en la revista España, y ayudó también a Juan Ramón Jiménez para que aparecieran en El Sol algunas colaboraciones suyas. Gracias a su intercesión, un poema de Gerardo Diego pudo salir en España. Ayudaba además con reseñas y artículos críticos sobre las obras que éstos iban publicando. Entre muchos otros ejemplos, puede citarse el caso de Versos humanos, de Gerardo Diego, de los que hizo una fina crítica en La Nación de Buenos Aires. Como traductor, hizo versiones principalmente del inglés y el francés, pero también del catalán y del alemán. Se le deben versiones de Paul Verlaine, Francis Jammes, Michel de Montaigne, John Webster, H. G. Wells, Heinrich Heine, Eugenio d'Ors y Walt Whitman. Ya en plena Guerra Civil, colaboró en Hora de España y participó en el Segundo Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura; asimismo, dirigió la revista Madrid. Las Conversaciones literarias de Enrique Díez-Canedo indican a las claras que fue un observador atento de la evolución de la prosa en España, y leyéndolas constatamos, por ejemplo, que durante los años de plenitud de Valle Inclán y de Juan Ramón Jiménez surgió en la literatura española -probable­mente en buena medida como un reflejo de los decadentistas franceses- una generación de novelistas denominada "de los eróticos" o "de los galantes". Se trata de una generación de novelistas en la que a la cabeza de todos ellos se suele colocar a Eduardo Zamacois, como precursor, y a Felipe Trigo como voz más autorizada. En 1935 fue elegido miembro de número de la Real Academia de la Lengua Española. Obra * Versos de las horas, 1906, poesías. * La visita del sol, 1907, poesías. * La sombra del ensueño, 1910, poemas. * Imágenes, 1910, poemas. * Sala de retratos, 1920, prosa. * Conversaciones literarias, 1921, crítica literaria. * Algunos versos, 1924, poemas. * Epigramas americanos, 1928, poemas. * Los dioses en el Prado, 1931. * La poesía francesa moderna. Antología ordenada y anotada por Enrique Díez-Canedo y *Fernando Fortún, que se gestó en Francia y se publicó en Madrid en 1913. * Artículos de crítica teatral. El teatro español de 1914 a 1936. México, 1968, 4 vols. * Desde el exilio. Artículos y reseñas críticas (1939-1944). Edición,estudio, introducción, selección y notas de Marcelino Jiménez León. Sevilla,Renacimiento, colección Biblioteca del Exilio, 2010, 574 pp. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Enrique_Díez_Canedo

Eusebio Blasco

Eusebio Blasco Soler (Zaragoza, 1844 - Madrid, 1903), escritor español. De familia aristocrática, hermano del también dramaturgo Ricardo Blasco, su padre era un conocido arquitecto y el siguió idéntica vocación, pero no llegó a concluir la carrera porque se consagró a la literatura. Comenzó su carrera periodística en Zaragoza, en el semanario satírico La Fritada (1862), y allí estrenó, en el coliseo del Coso, su primera obra teatral: Vidas ajenas. A los diecinueve años marchó a Madrid para trabajar como periodista en los más influyentes periódicos y revistas de la época. Colaboró en Gil Blas y en La Discusión. Fue amigo del tenor Julián Gayarre y de Gustavo Adolfo Bécquer, al que conoció en 1866 cuando éste era censor de novelas. A causa de los disturbios revolucionarios de ese año, en los que estuvo implicado, tuvo que marcharse al año siguiente a París, pero en 1868 ya está de nuevo en Madrid implicado con La Gloriosa en la calle y en Gobernación. Y en 1869 se encuentra como corresponsal en la inauguración del canal de Suez. Blasco fue secretario del ministro de Gobernación, Nicolás María Rivero, y en 1872 se casó con Mariana Paniagua, mientras cultivaba las amistades de personajes como Juan Prim, Ruiz Zorrilla, Emilio Castelar o Arrieta. Reconvertido a la monarquía y al fin asentado en la ideología conservadora de Cánovas, fue director general de Correos con la Restauración y pasó después 13 años en París, donde visitaba a la reina Isabel II, hasta 1894 en que regresó a Madrid, donde impartió numerosas conferencias en el Ateneo. Se presentó en 1899 al congreso como socialista católico sin obtener escaño. En París fue redactor de Le Figaro y dejó testimonio de esos años en libros como París íntimo: impresiones, biografías instantáneas, retratos y siluetas (1894). Allí Tuvo durante algún tiempo como secretario particular al escritor Manuel Bueno, quien fue además amigo suyo. Fundó en 1899 la importante revista Vida Nueva. Poco antes de fallecer, en 1903, pidió que en sus manos pusieran una imagen de la Virgen del Pilar. Murió con ella. Pero no descansa en Torrero, como quería. Labor Fue un fecundo escritor: 27 volúmenes abarca la edición de sus Obras completas (Madrid: 1903-1906). Publicó colecciones de artículos, como Los curas en camisa (1866), pero fue sobre todo un destacado comediógrafo (se le deben no menos de setenta y cuatro comedias), novelista (Los dulces de la boda, 1872; Busilis: relación contemporánea, 1881) y poeta (Arpegios, 1866; Epigramas, 1881). A pesar de residir la mayor parte de su vida fuera de Aragón, mantuvo siempre una actitud decididamente aragonesista, siendo autor de unos mordaces y cómicos Cuentos aragoneses (1905, y segunda serie, de la que aparecieron dos volúmenes, uno en 1905 y otro, con ligeras variantes, en 1906). Su vida fue muy novelesca, y sobre ella escribió el libro Memorias íntimas. Muy curioso, fue mordaz en muchas ocasiones y siempre ingenioso. Frecuentó y conoció la bohemia, el éxito y el fracaso, y fue un escritor torrencial que dejó abundante obra dispersa. Dejó versos, artículos de costumbres y crítica literaria, polémicas políticas. Cultivó el teatro breve por horas y practicó con frecuencia la parodia teatral, en la que se le deben obras como El joven Telémaco (primera pieza estrenada en España del género bufo, parodia de a novela de Fenelón y escrita en seis días en 1866, uno de sus grandes éxitos) o Los novios de Teruel; también hizo comedias costumbristas como El pañuelo blanco. Otras obras suyas son El baile de la condesa, La mosca blanca, No lo hagas y no la temas, Padres e hijos, La corte del rey Reuma, La mujer de Ulises, Un joven audaz, El vecino de enfrente, Levantar muertos, Ni tanto ni tan poco, La procesión, por dentro, La suegra del diablo, La señora del cuarto bajo, El oro y el moro... Obras * Placa dedicada al autor en Zaragoza, en el Teatro Principal. * Obras completas, Madrid, 1905-1906, 27 vols. Viajes y biografías * Recuerdos, notas íntimas de Francia y España. Madrid: Librería Fernando Fé, 1894 Artículos * Los curas en camisa (1866). Narrativa * Los dulces de la boda, 1872 * Busilis: relación contemporánea, 1881 * Cuentos aragoneses (1905) Poesía * Arpegios, 1866. * Soledades, 1876. * Poesías festivas, 1880. * Epigramas, 1881. Teatro * El joven Telémaco, 1866, parodia bufa. * Pablo y Virginia, 1867, parodia bufa. * La corte del rey Reuma, 1886, parodia bufa. * Los dulces de la boda, 1871. * El baile de la condesa, 1872. * La procesión por dentro, 1873. * La rosa amarilla, 1877. * Moros en la costa, 1879. * La posada de Lucas, 1882. * Un joven andaluz, 1874, juguete cómico. * Juan de León, 1895, drama. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Eusebio_Blasco

Rafael Guillén

Rafael Guillén (Granada, 27 de abril de 1933) es un poeta español de la generación de los 50. Premio Nacional de Literatura en 1994, tiene una larga trayectoria artística y entre sus méritos figura el haber ayudado a recuperar la cultura poética de su ciudad tras la devastación de la Guerra Civil. En sus primeras obras se nota la influencia neoclásica que pesó sobre otros miembros de su generación, pero la atracción de lo popular (Cancionero-guía para andar por el aire de Granada, 1962) pronto lo aligera y, ya en los años sesenta, abandona la rigidez del metro tradicional. Con la publicación de Moheda (1979), sorprende por su estilo desinhibido e innovador en la sintaxis. Sus temas no son leves: el amor y el erotismo suelen mezclarse con la elegía por la degradación inevitable del paso del tiempo, expresados en versos impregnados de un cadencioso fraseo musical. Su obra en prosa se reparte entre narraciones de viajes, autobiografía, ensayos, conferencias y artículos. Rafael Guillén fue uno de los poetas que, con el grupo "Versos al aire libre", reanimó la vida poética y literaria granadina tras la posguerra. Posteriormente fundó y dirigió, junto con José G. Ladrón de Guevara, la colección de libros Veleta al Sur, única manifestación poética en Granada desde 1957 hasta 1966. En 1982, con Francisco Izquierdo, inició la serie de fascículos sobre el barrio granadino del Albaicín "Los Papeles del Carro de San Pedro". En 1994 le fue concedido el Premio Nacional de Literatura por "Los estados transparentes". Ese mismo año de 1994 quedó finalista del Premio Nacional de la Crítica y comienza a promover junto con otros escritores granadinos (Elena Martín Vivaldi, Antonio Carvajal) el establecimiento de la Academia de Buenas Letras de Granada, que finalmente es creada por la Junta de Andalucía en 2001. En el 2003 se le concede por unanimidad el Premio de la Crítica Andaluza. Antes había obtenido, entre otros muchos, los premios que en su época fueron más significativos: "Leopoldo Panero" 1966, "Guipúzcoa" 1968, "Premio Boscán" 1968 y el "Premio Ciudad de Barcelona" 1969. Así mismo, posee la Medalla de Honor de la Real Academia de Bellas Artes de Granada y es miembro de la Academia de Buenas Letras de Granada. Hito significativo en su carrera literaria es la publicación en 2010 de sus Obras completas en tres volúmenes publicadas por Editorial Almed. Poemas y artículos suyos han sido traducidos a varios idiomas. Poesía * Antes de la esperanza, introducción de J. M. Bugella, Granada, «La Nube y el Ciprés», 1956. * Río de Dios, Granada, «Veleta al Sur», 1957. * Pronuncio amor, Arcos de la Frontera, «Alcaraván», 1960; 2ª edición: Granada, «Veleta al Sur», 1961; 3ª y 4ª edición: Málaga, Clave, 1995. * Elegía, Granada, «Veleta al Sur», 1961. * Cancionero-guía para andar por el aire de Granada. Granada, «Veleta al Sur», 1962; 2ª edición ampliada: Granada, Miguel Sánchez, 1970; 3ª edición ampliada: id., id., 1993. * Canto a la esposa, Granada, «Veleta al Sur», 1963. * El gesto, Buenos Aires (Argentina), Seijas y Goyanarte, 1964. * Hombre en paz, Madrid, Editora Nacional, 1966. * Apuntes de la corrida, Málaga, «Cuadernos de María José», 1967. * Tercer gesto, Madrid, Cultura Hispánica, 1967 (Premio Leopoldo Panero, 1966). * Amor, acaso nada, Las Palmas, Cabildo Insular de Gran Canaria, 1968. * Los vientos, Madrid, Revista de Occidente, 1970 (Premio Ciudad de Barcelona, 1969). * Límites, Barcelona, «El Bardo», 1971; 2ª edición: prólogo de M. Ávila Cabezas y J. L. Ortiz de Lanzagorta, Salobreña (Granada), Alhulia, 2003. * Gesto segundo, Barcelona, Instituto de Estudios Hispánicos, 1972 (Premio Boscán, 1968; Premio Guipúzcoa, 1968). * Moheda, Litoral, 85-87 (1979). * Veinte poemas risueños, Granada, Universidad, 1980. * Vasto poema de la resistencia, Granada, Diputación Provincial, 1981. * Azoteas en cal, Madrid, Azur (Los Papeles del Carro de San Pedro), 1982. * Mis amados odres viejos, Madrid, Rialp (Adonais), 1987. * Los estados transparentes, Barcelona, Los Libros de la Frontera (El Bardo), 1993 (Premio Nacional de Literatura, 1994); 2ª edición ampliada: introducción de F. J. Peñas Bermejo, Valencia, Pre-Textos / Diputación Provincial de Granada, 1998. * Doce poemas cardinales, Carmona (Sevilla), «Palimpsesto», 1995. * Dos poemas noruegos, Motril, «Cuadernillos Torre de la Vela», 1995. * El manantial (Homenajes 1965-1996), Córdoba, CajaSur (Los Cuadernos de Sandua), 1996. Variaciones temporales, edición de J. Ortega Torres, Granada, Dauro, 2001. * I´m Speaking, Editorial Northwestern University Press, Evanston (USA), 2001. Antología en edición bilingüe, con traducción al inglés de Sandy McKinney. * Las edades del frío, Barcelona, Tusquets, 2002 (Premio de la Crítica Andaluza, 2003). * Catorce poemas de amor y tiempo, Badajoz, Aula Enrique Díez-Canedo, 2004. * Seis poemas elegíacos, Valdepeñas, «Desde el empotro (Tertulia literaria del Grupo A-7)», 2004. * Los dominios del cóndor, E.D.A. libros. Benalmádena (Málaga), 2007. * Obras completas, 3 volúmenes, Granada, Almed, 2010.Premio Andalucía de la Crítica]]. Narrativa * El país de los sentidos (Prosas marroquíes), Granada, Caja General de Ahorros de Granada, 1990. * Tiempos de vino y poesía (Prosas granadinas), Granada, Port-Royal, 2000. * Por el ancho y pequeño mundo (Prosas viajeras), Málaga, Rafael Inglada, 2001. * Prosas viajeras (Selección), Granada, Dauro, 2003. Ensayo * Renacer poético en la Granada de postguerra (Grupo «Versos al aire libre») (discurso de ingreso en la Academia de Buenas Letras de Granada), Granada, Academia de Buenas Letras de Granada, 2003. * Francisco Izquierdo: un nombre granadino para la Historia de las Letras y del Arte en el siglo XX (discurso de recepción como Supernumerario en la Academia de Buenas Letras de Granada), Granada, Academia de Buenas Letras de Granada, 2004. Discografía * Los alrededores del tiempo (Rafael Guillén dice sus poemas). Producción de Xavier Astor. Edita Ficciones-Revista de Letras. JASS034CD/01 Granada, 2001. * La voz y la palabra (Principios de la Neolengua II). Incluye "Madrigal para tu voz desmantelada" (extracto del CD "Los alrededores del tiempo"). Producciones Peligrosas. * JA55044CD/2 Granada, 2002. * Cancionero-Guía para andar por el aire de Granada. Música y voz de Raul Alcover sobre textos de Rafael Guillén. RCA PB-7671. Madrid, 1978. Estudios sobre su obra La obra de Rafael Guillén ha sido objeto de numerosos estudios, entre ellos el de otro poeta granadino, José Ortega, que le dedicó su memoria de licenciatura ("Aproximación a la poesía de Rafael Guillén")1 en 1971. En la Historia Crítica de la Literatura Hispánica (Taurus), Vol. 21 "La poesía en el siglo XX (desde 1939)", Pilar Palomo lo estudia en el epígrafe "Poetas de los 50", tal como había hecho al ampliar la Historia de la Literatura Española (Gustavo Gili) de Angel Valbuena, quien ya en 1968 le dedicaba un extenso capítulo como a "uno de los mejores poetas actuales". Pilar Gómez Bedate en la Historia de la Literatura Española (Cátedra), Elena Barroso en Poesía Andaluza de hoy (1950-1990) (Biblioteca de la Cultura Andaluza) y Angel L. Prieto de Paula en Poetas españoles de los cincuenta (Biblioteca Hispánica, de Ediciones Colegio de España, Salamanca), entre otros autores, lo incluyen igualmente entre los más importantes autores de su generación. Por su parte, Joaquín Marco, en la Historia y Crítica de la Literatura Española (Grijalbo) de Francisco Rico, lo sitúa genéricamente entre los "poetas de postguerra" y Emilio Miró, en la Historia de la Literatura Española (Taurus) coordinada por Díez Borque, entre los que "ocupan un puesto indiscutible en nuestro panorama poético". Sobre su obra existe una extensa bibliografía que incluye monografías y tesis doctorales. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Rafael_Guillén

Bartolomé Leonardo de Argensola

Bartolomé Juan Leonardo de Argensola (Barbastro (Huesca), 26 de agosto de 1562 - Zaragoza, 4 de febrero de 1631) fue un poeta e historiador español del Siglo de Oro. Tras un primer aprendizaje en Barbastro, en 1574 fue a Huesca para cursar estudios de Filosofía y Jurisprudencia, y más tarde estudio Griego, Retórica e Historia Antigua en Zaragoza bajo la dirección de Andrés Scoto. Posteriormente, marcha a Salamanca, donde estudió Derecho Canónico y Teología entre 1581 y 1584. Durante este periodo tuvo ocasión de conocer a Fray Luis de León con quien compartía la afición por los clásicos. Sus primeras composiciones poéticas datan de esta época. Ese mismo año es ordenado sacerdote gracias a una dispensa papal, pues con veintidós años aún no estaba en edad canónica de recibir el ministerio. Entre 1584 y 1586 Bartolomé y su hermano Lupercio fueron protegidos de Fernando de Aragón y Gurrea, quinto duque de Villahermosa. Ejerció como rector parroquial de los estados del duque hasta la muerte de este en 1592, de donde le vino el apelativo de «rector de Villahermosa». En 1601 fue nombrado capellán de la emperatriz María de Austria y, a su muerte en 1603, recaló en Valladolid, adonde se trasladó la Corte, y de allí a Madrid, en 1609 y 1610, donde publicó la Conquista de las Islas Molucas, encargada por comisión del Conde de Lemos, presidente del Consejo de Indias. En estos años conoce a Cervantes y a Lope de Vega y hace esporádicos viajes a Zaragoza donde era fiscal de la Academia Imitatoria, el más conocido de los cenáculos literarios aragoneses del barroco. En 1613 acompaña en el séquito de literatos al Conde de Lemos en su partida a tomar posesión del Virreinato de Nápoles, donde participaría de las actividades de la Academia de los Ociosos. A la muerte de su hermano ese mismo año, solicitó el cargo que dejaba vacante como cronista de la Diputación del Reino de Aragón, siéndole concedido en 1615. Este mismo año obtuvo una canongía en la Catedral del Salvador de Zaragoza y en 1618 fue nombrado Cronista Mayor de la Corona de Aragón. Fue coetáneo de Miguel de Cervantes (quien le elogió en el «Canto de Calíope» de La Galatea), de Luis de Góngora y de Lope de Vega. En su obra poética, que tuvo difusión manuscrita hasta ser publicada junto con la de su hermano en 1634, destaca su clasicismo, que entronca con la poesía latina, sin seguir las corrientes conceptistas ni gongoristas de la época. También se opuso, junto con su hermano, a las novedades de la dramaturgia de Lope de Vega. Su modelo más imitado es Horacio, traducido impecablemente por los dos hermanos, de quien toman la dicción elegante y la claridad de pensamiento, transmitido por un verso fluido y depurado tras un paciente trabajo de lima y revisión. También admiraron a su coterráneo Marcial, de quien aprendieron el gusto por el epigrama y la sátira, pero siempre huyendo de lo vulgar, así como de la afectación gongorina y el latinismo crudo. Este estilo se refleja en la epístola de Bartolomé que comienza "Don Juan, ya se me ha puesto en el cerbelo”: Al discernir palabras, bien sería no entretejer las lóbregas y ajenas con las que España favorece y cría; porque si con astucia las ordenas en frase viva, sonarán trabadas mejor que las de Roma y las de Atenas. Con tal juntura, no te persüadas que por humildes te saldrán vulgares, ni, por muy escogidas, afectadas. Tenderá, pues, a un estilo diáfano, que no abusa de la metáfora audaz ni de la imagen rebuscada. De su obra poética destacan los sonetos "Por verte, Inés, ¿qué avaras celosías", "Firmio, en tu edad ningún peligro hay leve", "Dime, Padre común, pues eres justo" o el satírico "A una mujer que se afeitaba y estaba hermosa" (muy conocido, aunque su autoría está disputada entre los dos hermanos), y las epístolas morales, composiciones de corte clásico que se caracterizan por la gravedad de su tono y un predominio del espíritu reflexivo. Compuso también canciones, epigramas, sátiras, epístolas y tradujo salmos y odas de Horacio. Sus obras poéticas fueron recopiladas por su sobrino junto con las de Lupercio, y publicadas bajo el título: Rimas de Lupercio y del doctor Bartolomé Leonardo de Argensola en 1634. Como cronista diversificó su interés entre varios temas: prosiguió los Anales de la Corona de Aragón de Jerónimo Zurita, escribió Alteraciones populares de Zaragoza en 1591 (revueltas de las que fue testigo junto con su hermano Lupercio) y la Historia de las islas Malucas (1609), a raíz de la conquista de la isla de Ternate. Obras Poesía * Rimas de Lupercio y del doctor Bartolomé Leonardo de Argensola, Zaragoza, s. d., 1634. Se editó posteriormente en Madrid, en 1786, en 4º. * Octavas en alabanza de Orden de la Merced. * Sátira del Incógnito (manuscrito). Prosa * Discurso historial, s. d., 1590. Publicado en la Memoria dirigida a los Diputados del Reino de Aragón donde solicitaba la plaza de su Cronista. * Aforismos políticos. * Alteraciones populares de Zaragoza, año 1591 * Apología, Madrid, s. d., 1609. Escrita en defensa de un soneto suyo de que 1604 contra el arte de la esgrima. * Comentarios a una carta del rey Fernando el Católico. Escrita al Conde de Ribagorza, Virrey de Nápoles, en defensa de la Real jurisdicción. * Comentarios para la Historia de Aragón. Manuscrito. Abarca de los años 1625 a 1627. * Conquista de las islas Molucas Madrid, Alonso Martín, 1609. 409 págs. en folio. * Menipo litigante, Demócrito, Dédalo (c. 1585-1598). Tres diálogos más lucianescos que platónicos; el primero es sátira de jueces y abogados, el segundo contra diversos modos de locura de los hombres y el tercero aborda las Alteraciones de Aragón, el caso de Antonio Pérez, la legitimidad de la razón de estado y el desengaño, con alusiones al Somnium Scipionis. * Primera parte de los Anales de Aragon, que prosigue los del Secretario Gerónimo Zurita desde el año MDXVI del Nacimiento de Nuestro Redentor, Zaragoza, Juan de Lanaja, 1630, en folio. Comprenden desde 1516 hasta 1520. Se conservan también varias cartas, en latín y castellano, una de ellas dirigida a Juan Briz Martínez, abad del Monasterio de San Juan de la Peña con observaciones sobre un proyecto de Historia de Navarra. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Bartolom%C3%A9_Leonardo_de_Argensola

Conde de Villamediana

Por Luis de Góngora Al conde de Villamediana, celebrando el gusto que tuvo en diamantes, pinturas y caballos Las que a otros negó piedras Oriente, Émulas brutas del mayor lucero, Te las expone en plomo su venero, Si ya al metal no atadas más luciente. Cuanto en tu camarín pincel valiente, Bien sea natural, bien extranjero, Afecta mudo voces, y parlero Silencio en sus vocales tintas miente. Miembros apenas dio al soplo más puro Del viento su fecunda madre bella, Iris, pompa del Betis, sus colores; Que fuego él espirando, humo ella, Oro te muerden en su freno duro, Oh esplendor generoso de señores. Juan de Tassis (o Tarsis) y Peralta, II Conde de Villamediana, (Lisboa, 1582 - Madrid, 21 de agosto de 1622), poeta español del Barroco, adscrito por lo general al Culteranismo, si bien siguió esta estética de modo muy personal. Fue hijo de María de Peralta Muñatones, y de Juan de Tassis y Acuña, Correo Mayor del reino que gracias a su labor como organizador del servicio de postas había recibido el título de nobleza en 1603. Villamediana vivió en el ambiente palatino desde su infancia, recibiendo una excelente educación del humanista Luis Tribaldos de Toledo y de Bartolomé Jiménez Patón, quien dedicó su Mercurius Trimegistus a su pupilo. Gracias a sus dos tutores, gozó de una excelente formación en letras y de un profundo conocimiento de los clásicos y compuso algunos poemas en excelente latín humanístico. Pasó por la universidad, pero no realizó ninguna carrera. Cuando Felipe III fue al Reino de Valencia para celebrar su matrimonio con Doña Margarita de Austria, Don Juan le acompañó y se distinguió tanto que el Rey le nombró Gentilhombre de su casa. En Palacio conoció a la noble doña Magdalena de Guzmán y Mendoza, de gran influencia en la Corte como viuda de Martín Cortés de Monroy, II Marqués del Valle de Guajaca (Oaxaca), y como futura aya del hijo que iba a tener la reina; pese a la diferencia de edad sostuvo una relación con ella que terminó mal; un soneto anónimo que circuló por Madrid decía que no se portó muy bien con ella e incluso la llegó a abofetear en mitad de la representación de una comedia, delante de todo el mundo, por lo que se dice que Doña Magdalena siempre le amó y le odió al mismo tiempo. Trasladada la Corte a Valladolid, donde permaneció cinco años, contrajo matrimonio en 1601 con Doña Ana de Mendoza y de la Cerda, descendiente del famoso Marqués de Santillana, de la que tuvo varios hijos, todos malogrados. Al morir su padre en 1607 asumió el título y el cargo de correo mayor del reino. Pero por su talante agresivo, temerario y mujeriego adquirió pronto una reputación de libertino, dandy, amante del lujo, de las piedras preciosas, los naipes y los caballos, y llevó una vida desordenada de jugador, alcanzando una reputación de adversario temible sobre el tapete por su gran inteligencia. Sin embargo estos excesos le valieron dos destierros, fuera de por haber arruinado a varios caballeros importantes, también por sus fortísimas sátiras, en las que zahería sin piedad alguna las miserias de casi todos los Grandes de España, ya que como perteneciente al mismo estamento que ellos conocía bien sus defectos y flaquezas, y sabía por dónde atacarlos y hacer daño. El primero de sus destierros le llevó a Italia, donde estuvo entre 1611 y 1617 con el Conde de Lemos, nombrado virrey de Nápoles. Ya vuelto a España, atacó en varias sátiras la corrupción alcanzada bajo el validato del Duque de Lerma y don Rodrigo Calderón durante los últimos años del reinado de Felipe III, de forma que estos lograron del rey que le desterrara otra vez de la Corte en 1618, aunque esta vez a Andalucía, de donde regresó al poco al fallecer el Rey, favorecido como fue por el nuevo valido, el Conde Duque de Olivares. Tuvo numerosas amantes, con las cuales llegó a veces a las manos públicamente, como en una ocasión durante el estreno de una comedia, y no se paró ante amoríos peligrosos como con una de las cortesanas del rey, una tal Marfisa, quizá doña Francisca de Tavara, bellísima joven portuguesa, dama de la reina y amante del rey. La leyenda afirma también que incendió premeditadamente el coliseo de Aranjuez mientras, durante las fiestas de celebración del aniversario del rey Felipe IV, se estrenaba ante la reina, el 8 de abril de 1622, una obra suya, La gloria de Niquea, inspirada en un episodio del Amadís de Grecia, para poder salvarla en brazos, ya que estaba enamorado de ella y aun tocarla siquiera estaba penado con la muerte. Existe también la leyenda de que se presentó a un baile con una capa cubierta de reales de oro, con lo que aludía a su suerte en el juego, y con la leyenda "Son mis amores reales", lo que era un triple sentido con la palabra reales muy peligroso para la época; con este título y sobre este episodio escribirá en el siglo XX un drama Joaquín Dicenta. Otra leyenda es la del origen de la expresión "Picar muy alto", que se cree se debió a las habilidades como picador del Conde, que al ser alabadas por la reina, el rey respondió: "Pica bien, pero pica muy alto" (con evidente doble sentido, debido a sus escarceos con la reina). Luis Rosales ha descubierto, además, que la Inquisición le abrió un proceso secreto por sodomía con algunos esclavos negros y conjetura que el rey Felipe IV ordenó su asesinato para evitar el escándalo, aunque muchos tenían sobrados motivos para desear su muerte, no ya por las sátiras o por haberles ocasionado la ruina, sino por problemas también de faldas, incluido el mismo monarca. Consciente de su carácter temerario y atrevido, un sombrío pesimismo aparece en la mayoría de las composiciones del Conde, quien escribió aquellos versos celebérrimos: Sépase, pues ya no puedo levantarme ni caer que al menos puedo tener perdido a Fortuna el miedo Fue asesinado por Alonso Mateo o Ignacio Méndez, ballesteros reales que quedaron impunes a causa de la alta protección de que gozaban y se le sepultó en la bóveda de la capilla mayor del Convento de San Agustín, en Valladolid. Los promotores o autores intelectuales del crimen fueron Felipe IV o más probablemente el Conde-Duque de Olivares; el momento escogido fue cuando iba en un coche con el Conde de Haro por la Calle Mayor de Madrid; el móvil fue, quizá, evitar el escándalo del proceso secreto que la Inquisición levantó contra él; por eso el crimen quedó impune y se mandó guardar silencio sobre él. Pero el hecho causó sensación, y todos los poetas famosos se aprestaron a escribir epicedios en verso sobre el Conde, empezando por su amigo Luis de Góngora, quien atribuyó al rey la orden, continuando por Juan Ruiz de Alarcón, que lo acusó de maldiciente, y terminando por Francisco de Quevedo, quien, pese a ser enemigo suyo, escribió "que pide venganza cierta / una salvación en duda". Fueron inculpadas por sodomía y pecado nefando muchas personas, desde criados y bufones de varias casas aristocráticas hasta sus mismos amos, entre ellos el primogénito del conde de Lemos, quien logró poner mar por medio marchando a Italia para sobrevivir al castigo, si bien sus sirvientes pagaron con la vida la culpabilidad del amo, sucumbiendo en la hoguera el 5 de diciembre de 1622 en la plaza Mayor de Madrid cinco personas: un bufón al que apodaban Mendocilla, un mozo de cámara del conde de Villamediana, un esclavillo mulato, otro lacayo de Villamediana y don Gaspar de Terrazas, paje del insigne duque de Alba. El poeta y dramaturgo Don Antonio Hurtado de Mendoza pintó su carácter en un romance a su muerte: a sabéis que era Don Juan dado al juego y los placeres; amábanle las mujeres por discreto y por galán. Valiente como Roldán y más mordaz que valiente... más pulido que Medoro y en el vestir sin segundo, causaban asombro al mundo sus trajes bordados de oro... Muy diestro en rejonear, muy amigo de reñir, muy ganoso de servir, muy desprendido en el dar. Tal fama llegó a alcanzar en toda la Corte entera, que no hubo dentro ni fuera grande que le contrastara, mujer que no le adorara, hombre que no le temiera El asesinato inspiró en el XIX varios romances históricos del Duque de Rivas y también algún drama romántico, como También los muertos se vengan de Patricio de la Escosura (1838), la novela de Ceferino Suárez Bravo El cetro y el puñal (1851) y algunos relatos breves así como un cuadro de historia de Manuel Castellano en 1868, ahora en el Museo del Prado; en el siglo XX, el drama de Joaquín Dicenta Son mis amores reales y varias novelas: Decidnos: ¿quién mató al Conde? de Nestor Luján, Capa y espada de Fernando Fernán Gómez (2001) y El pintor de Flandes de Rosa Ribas (2006). Tras su muerte, sus cargos pasaron a su primo Don Íñigo Vélez de Guevara y Tassis, conde de Oñate, hijo de Pedro Vélez de Guevara y María de Tassis. Obra literaria Una primera colección de sus Obras apareció en Zaragoza en 1629. Comprende poemas de asunto mitológico (Fábula de Faetón, largo poema de hacia 1617 compuesto en octavas reales del que Vicente Mariner tradujo doscientas veintiocho al latín en hexámetros; Fábula de Apolo y Dafne, Fábula de Venus y Adonis) que reflejan una clara influencia de Góngora; la comedia La gloria de Niquea (1622), basada en el Amadís de Grecia, y más de doscientos sonetos, epigramas y redondillas de tema amoroso, satírico, religioso y patriótico, en las que cultiva un particular conceptismo, mientras que reserva su también original culteranismo para los poemas en arte mayor. Una segunda edición fueron las Obras de don Juan de Tarsis Conde de Villamediana, y correo mayor de Su Magestad. Recogidas por el licenciado Dionisio Hipólito de los Valles. Madrid, por Maria de Quiñones a costa de Pedro Coello, 1635. Villamediana se sabía condenado a morir joven y en su poesía aparece este sentimiento fatalista plasmado a través del mito ovidiano de Faetón, en que también es posible observar un cierto complejo edípico respecto a su padre. Son sus temas poéticos predilectos el silencio, el desengaño, la temeridad, el mito de Faetón y todos los relacionados con el fuego. Se muestra especialmente introspectivo en las redondillas y suele acumular los pronombres personales en señal de desequilibrado narcisismo. Su lenguaje poético, esencialmente culterano, introduce cultismos nuevos que no aparecen en las obras de Luis de Góngora, que era amigo suyo. Escribió especialmente sonetos de diversos temas morales, amorosos y especialmente satíricos; algunos de los mejores son los dedicados a su destierro, como "Silencio, en tu sepulcro deposito...", que ha pasado a todas las antologías de poesía barroca: Silencio, en tu sepulcro deposito ronca voz, pluma ciega y triste mano, para que mi dolor no cante en vano al viento dado y en la arena escrito. Tumba y muerte de olvido solicito, aunque de avisos más que de años cano, donde hoy más que a la razón me allano, y al tiempo le daré cuanto me quito. Limitaré deseos y esperanzas, y en el orbe de un claro desengaño márgenes pondré breves a mi vida, para que no me venzan asechanzas de quien intenta procurar mi daño y ocasionó tan próvida huida. También dedicó algunos esfuerzos a la traducción libre o parafrástica de dos autores: el italiano Gianbattista Marino y el portugués Camoens. Del primero tradujo los 552 versos de la Fábula de Europa, que se convirtieron en 732 más 58 de la dedicatoria. Del segundo cuatro o cinco sonetos. La vida y obra de Juan de Tassis ha sido estudiada por Emilio Cotarelo, Juan Manuel Rozas, Luis Rosales y otros autores. Obras * Villamediana, Juan de Tassis y Peralta, Cancionero de Mendez Britto: poesías inéditas del Conde de Villamediana Edición, estudio y notas de Juan Manuel Rozas. Madrid: Consejo * Superior de Investigaciones Cintíficas, 1.965. * Villamediana, Juan de Tassis y Peralta, Cartas Madrid: Ediciones Escorial, 1943. * Villamediana, Juan de Tassis y Peralta, Obras Edición, introducción y notas de Juan Manuel Rozas. Madrid: Castalia, 1969. * Villamediana, Juan de Tassis y Peralta, Poesía impresa completa. Edición de José Francisco Ruiz Casanova. Madrid: Cátedra, 1990. * Villamediana, Juan de Tassis y Peralta, Poesía inédita completa. Ed. Francisco Ruiz Casanova. Madrid: Cátedra, 1994. Villamediana, Juan de Tassis y Peralta, Poesía, ed. Mª T. Ruestes, Barcelona, Planeta, 1992 Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_de_Tassis_y_Peralta




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