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Francisco Gabilondo Soler

Dedicó su talento a la poesía infantil, siendo reconocido y recordado por todos. Francisco Gabilondo Soler, también conocido como Cri-Cri, fue un cantautor mexicano de música infantil. Nació el 6 de octubre de 1907 en la ciudad de Orizaba, Estado de Veracruz, falleció el 14 de diciembre de 1990 en Texcoco, Estado de México. Fue un compositor mexicano de canciones infantiles, famoso por presentar durante muchos años un programa de radio enfocado a los niños, para el cual creó al personaje Cri-Cri, el grillito cantor. Sus canciones son famosas en América Latina y han sido traducidas a distintos idiomas. Fue socio fundador de la Sociedad de Autores y Compositores de México. Infancia Hijo de Tiburcio Gabilondo y de Emilia Soler, Francisco Gabilondo Soler se crio hasta 1928 en su ciudad natal Orizaba, siendo esta ciudad típica de montaña, entre cerros, lluvia, bosques y manantiales. Creció muy alto y era aficionado a aprender; así aprendió todo lo que pudo, especialmente geografía, matemática, astronomía, cuentos y música. Estos dos últimos los aprendió mejor, de modo que los combinó en distintos tamaños y formas. Tanto se dedicó a eso que acabó trabajando de compositor. La escuela lo aburría por lo que solo cursó hasta el sexto grado de educación básica. Le gustaba leer las obras de Hans Christian Andersen, de Hauff, de Julio Verne y de Emilio Salgari. Al terminar la primaria, continuó con una formación autodidacta, abarcando temas de matemáticas, geografía, historia y literatura universal. Tomó un curso de Linotipista en Nueva Orleáns y otro de navegación por correspondencia desde Maryland, Estados Unidos, pero sus grandes pasiones fueron la astronomía y, en especial, la música, por lo que llegó a dominar el piano, instrumento que tocaba con muy buen gusto. Juventud Desempeñó diferentes actividades durante su adolescencia y juventud, entre ellos probó la natación, después el boxeo y por último, también intenta torear y aunque no lo hacía mal, le molestaba tener que matar el toro por lo que abandonó al poco tiempo esta afición, porque no se sentía a gusto con el trato que se le daba a los animales. Decepcionado por esta y otras razones dentro del arte de la tauromaquia, comenzó a probar suerte como músico y compositor. Inició su carrera como compositor a finales de los años veinte, cuando aún vivía en su natal Orizaba. Compuso ritmos como tango, fox-trot y danzón, aunque desafortunadamente sus primeras obras se perdieron. Llegó a la ciudad de México en 1928 en busca de cumplir su sueño de estudiar Ingresó en al Observatorio Nacional como voluntario, pero lo dejó al poco tiempo por falta de recursos. Se casó muy joven, casi terminando la adolescencia y por insistencia de Rosario Patiño, su primera esposa, que conoció en Orizaba2 (tuvo tres matrimonios), se instaló en la ciudad de México. Aunque su mayor pasión fue siempre la astronomía (donó un telescopio al Observatorio Nacional) la música fue el camino que lo llevó al estrellato. La radio En 1932 incursiona en la estación de radio XYZ con un programa humorístico y de crítica social, por el cual ganó el apodo de El Guasón del Teclado. Posteriormente el Sr. Othón Vélez le da la oportunidad de presentar canciones para niños. El 15 de octubre de 1934 inicia un nuevo programa de 15 minutos -sin patrocinadores ni publicidad- en la XEW en el que narraba historias sobre animales y otros personajes. A sugerencia del mismo Sr. Vélez, adoptó el nombre de Cri-Cri, El Grillito Cantor. Las canciones que interpretó durante esa primera emisión fueron El Chorrito, Batallón de Plomo, Bombón I y El Ropero. El programa se mantuvo al aire durante 27 años, siendo su última emisión el 30 de julio de 1961. Astronomía Ingresó a la Sociedad Astronómica de México4 como miembro activo el 31 de octubre de 1951; construye un observatorio en el pueblo de Tultepec (al norte de la Ciudad de México) para que los aficionados de la S.A.M. hicieran prácticas. Posteriormente cede esas instalaciones a la S.A.M.5 Sobre esta pasión expresaba: "Me gustaba leer los libros de Salgari, de Verne ..., quería ser como [un] pirata de Salgari; a esos piratas lo vi muy buenos, muy generosos y hasta bondadosos ... y así quería ser, un pirata ... pero un pirata debía conocer los mares ..., y la geografía, para recorrer el mundo ... Debía estudiar las estrellas, pues ¿Cómo orientarse en el mar sin conocer las constelaciones? Había que estudiar cosmografía y también aritmética y geometría, pues las cosas se hacen a base de suficiente preparación. Quise ser de todo, astrónomo, geógrafo, ingeniero ..." (...)"Éramos siete [amigos de un colegio] a quienes, creyendo ser ya sabios, se nos metió la idea de concurrir al Observatorio de Tacubaya, no como simples visitantes, sino para que se nos dejara usar los instrumentos para descubrir otros planetas, cometas, y muchas nebulosas ... Don Joaquín Gallo tuvo la paciencia de tolerar nuestro deseo y nos enseñó cosas del Observatorio, pero también nos hizo cierto examen con el que enseñamos el cobre y ya no salimos de ahí tan seguros de nuestro vale. Sin embargo, regresamos, y aunque amablemente se nos permitió incursionar por las instalaciones, sólo pudimos meter la nariz, no nuestro talento. En el observatorio se nos conocía como Los Siete Sabios de Tacubaya ..." A mediados de la década de 1970, para eludir el ambiente urbano, decide retirarse al pueblo de San Miguel Tocuila, cerca de Texcoco, en donde hizo construir una casa con cierta semejanza a la que tuvo en su infancia. A pesar de los efectos de la edad y las limitaciones visuales sigue dedicado a la astronomía con un telescopio y binoculares, con cálculos matemáticos y, excepto en sus últimos días, la lectura. Cine En 1963 se estrenó una película titulada Cri Cri el grillito cantor protagonizada por Ignacio López Tarso y Marga López, sobre la vida de Francisco Gabilondo desde pequeño cuando vivía con su abuela hasta sus últimos años en los que ya no hacía su programa. En la película se interpretan diversas canciones escritas por él y también incluye una secuencia animada por Walt Disney para la canción de Los Cochinitos Dormilones. Discografía Algunos de sus discos editados fueron: * Cri-Cri, El Grillito Cantor (1956) * Tema de Cri-Cri (Entrada) * Llueve * Caminito de la escuela * El teléfono * Baile de los muñecos * Ropavejero * Gato de barrio * El perrito * Guacamaya * Rusiana * Mi burrita * Vals del Rey * Canción de las brujas * Tema de Cri Cri (Salida) * Homenaje a Cri-Cri (1957) *Tema de Cri Crí (Entrada) * Marcha de las letras * Ratón vaquero * La patita * Cucurumbé * Cochinitos dormilones * El Comal y la olla * Marcha de las canicas * Tango medroso * Bombón I * Vals del trompo * El fantasma * Soldadito cojo * Tema de Cri Cri (Salida) * Más Canciones del Grillito Cantor (1958) * Tema de Cri-Crí (Entrada) * El chorrito * El ropero * Fiesta de los zapatos * La muñeca fea * El burrito * El negrito bailarín * Dí por qué * Ché... araña * La merienda * Jorobita * La maquinita * Los caballitos * Tema de Cri Cri (Salida) * Los Amigos de Cri-Cri (1959) * Tema de Cri-Crí (Entrada) * El negrito sandia * Carrusel * El venadito * Lunada * Jota de la jota * Chong-Ki-Fu * El chivo ciclista * Casamiento de los palomos * Marina * ¿Cómo le va? * Gallegada * Papá elefante * Tema de Cri Cri * Cuentos y Canciones de Cri-Cri (1963) * Todo el Año con Cri-Cri (1963) * La cocorica * Escuela de perritos * Al agua todos * Mosquitos trompeteros * Tarde de lluvia * El sillón * Ojitos de cascabel * El calendario * Noche buena * Pastorela mexicana * Lago de cristal * Los Reyes Magos * Tema de Cri Cri (Salida) * 30 Aniversario de Cri-Cri (1964) * Tema de Cri-Crí (Entrada) * Batallón de plomo * El borreguito * El reloj * El gato carpintero * Cochecito de música * Los conejos panaderos * Pobre Cu-Cú * La orquesta de animales * Los pollitos jardineros * El conejo turista * Abuelito * Ratones bomberos * Tema de Cri Cri (Salida) * Conejo Blas a dónde vas (1964) * Tema de Cri-Crí (Entrada) * La cacería * La cotorra viajera * Dos mayates * Clarincito * La cocada * Desfile de los Cupidos * Ratoncitos paseadores * El abejorro mostachón * El peluquero * Tipos friolentos * El conejito enfermo * Los enanos toreros * Tema de Cri Cri (Salida) * Lo Esencial de Cri-Cri (2007) Sony-BMG reeditó el catálogo de Cri-Cri, y se incluyó el primer DVD del Teatro de la Foresta, con el que los niños pueden vivir la experiencia de la música de Cri-Cri a manera de karaoke. ·CD 1 * Tema de Cri-Cri (entrada) * La patita * La muñeca fea * Caminito de la escuela * El ropero * Cochinitos dormilones * Negrito sandía * El fantasma * Canción de las brujas * El burrito * Tango medroso * Fiesta de los zapatos * Orquesta de animales * Mosquitos trompeteros * La olla y el comal * Jicote aguamielero * Marcha de las canicas * Papá elefante * ¡Cómo le va! * Gato de barrio * Campanita y Juan Pestaña ·CD 2 * Ratón vaquero * Cucurumbé * El chorrito * El ropavejero * Di por qué * Los enanos toreros * Los caballitos * Jorobita * La guacamaya * Vals del trompo * La cocorica * Pobre cu-cu * El abejorro mostachón * Ratoncitos paseadores * Llueve * Marcha de las letras * El perrito * El chivo ciclista * La merienda * Che araña * Tema de cri-cri (salida) ·CD 3 (DVD interactivo con 12 temas ilustrados en 3D) * Tema de Cri-Cri (entrada) (DVD) * Gato de barrio (DVD) * Ratoncitos paseadores (DVD) * Chacho muchacho (DVD) * Los ratones bomberos (DVD) * El gato carpintero (DVD) * La muñeca fea (DVD) * El perrito (DVD) * Che araña (DVD) * Tipos friolentos (DVD) * Caminito de la escuela (DVD) * Escuela de perritos (DVD) * Ratón vaquero (DVD) * Saltarina en sol bemol (DVD) Canciones Algunas de las canciones más conocidas de Cri-Cri son: * Abuelito (1936) * Acuarela (1942) * Al agua todos (1935) * Barquito de nuez (1936) * Batallón de plomo (1934) * Baile de los muñecos * Bombón I (1934) * Caminito de la escuela (1934) * Campanita-Juan Pestañas (1936) * Canción de las brujas (1935) * Carrusel (1942) * Casamiento de los palomos (1935) * Castillo azul (1953) * Chacho muchacho (1942) * Che Araña (1942) * Chinescas (1942) * Chong Ki Fu (1934) * Chonita (1945) * Clarincito (1936) * Cleta Dominga (1945) * Cochecito de música (1935) * Cochinitos dormilones (1935) * Cocuyito playero (1935) * ¿Cómo le va? (1945) * Conejos panaderos (1935) * Coro de las chicharras (1936) * Cucurumbé (1936) * Desfile de los cupidos (1936) * Di ¿por qué? (1939) * Dos mayates (1934) * El abejorro mostachón, * El baile de los muñecos, * El banquito, * El borreguito, * El brujo, * El burrito, * El calendario, * El chivo ciclista, * El chorrito, * El comal y la olla * El conejo enfermo, * El conejo turista, * El conejo Blas, * El fantasma, * El gato de barrio, * El jicote aguamielero, * El negrito sandía, * El pato bizco, * El peluquero, * El perrito, * El reloj, * El ropavejero, * El ratón vaquero, * El ropero, * El sillón, * Juan Pestañas, * La marcha de las canicas, * La marcha de las letras, * La marcha de los grillos, * La merienda, * La muñeca fea, * La negrita cucurumbé * La patita , * La sirenita, * Los caballitos, * Los cochinitos dormilones, * Los enanos toreros, * Los ratones bomberos, * Los sueños, * Metete Teté, * Mi amigo Hans, * Minuet de los pájaros, * Mosquitos trompeteros, * Negrito bailarín, * Ojitos de cascabel, * Orquesta de animales, * Papá elefante, * Pinpon, * Pobre cucú, * Pollitos jardineros * Ratoncitos paseadores, * Rusiana, * Solfeo de los patos, * Tango medroso, * Tarde de lluvia, * Tipos friolentos Compuso 210 piezas, de las cuales 207 se conservan y tres están perdidas. Aunque la SACM tiene registradas 228. Además de 300 personajes derivados de sus composiciones, todo esto propiedad de su hijo Tiburcio Gabilondo, a través de la empresa Gabsol, S.A de C.V., la administradora única de los derechos de autor de la obra completa de Francisco Gabilondo Soler. Publicaciones * Gabilondo Soler, Francisco; Cri Cri (1994). Cuentos para cantar y canciones para leer. México D.F.: SEP. ISBN 1789.624 G64. * Gabilondo Soler, Francisco; Prol. De la Colina, José et al (2004). Canciones completas de Francisco Gabilondo Soler. México : Clío SEP. ISBN 1782.42083 G32. Tributos musicales * En 1980 en España, el artista Juan Pardo produjo el disco Cosas de niños en el que Eva Cortés, Mocedades, Miguel Bosé, Ana Belén y Víctor Manuel interpretaban canciones de Cri-Crí y de los Hermanos Rincón. * En 1992 la banda rockera mexicana El Tri grabó una canción en tributo a Cri Cri titulada Cuando Canta El Grillo. Esta canción aparece en el álbum Indocumentado de El Tri. La canción, escrita por el vocalista Alejandro Lora y el [ex]baterista Pedro Martínez, incluye una línea que dice "Cuando oigo cantar a cri cri se alegra mi corazón... se llena de inspiración, cuando oigo cantar a cri cri, me siento niño otra vez". * En 1979, en la serie mexicana El Chavo fue creada una canción en homenaje a Francisco Gabilondo Soler, titulada "Gracias Crí Crí", escrita por Roberto Gómez Bolaños y que ha sido grabada y re-grabada años después. * En los años 80 se editó un LP donde los cantantes Emmanuel, Plácido Domingo y la francesa Mirelle Mathieu interpretaban una selección de los temas grabados originalmente por Soler. * De 1994 al 2008 se tradujeron 16 canciones de Cri Cri al Idioma Esperanto por el señor y profesor Vicente Valdés Bejarano cuya trayectoria en la música lo coloca como el único mexicano hasta la fecha que ha traducido a este idioma una colección importante de las canciones de Francisco Gabilondo Soler y otra melodías tradicionales mexicanas. Homenaje nacional * En el año 2007 se cumplieron 100 años del nacimiento de Francisco Gabilondo por lo que se le rindieron diversos homenajes a nivel nacional, pero en especial en la Ciudad de México y su ciudad natal, Orizaba. * Del 09 al 20 de octubre de 2007, En el centro cultural Juan Rulfo, de la delegación Benito Juárez de la ciudad de México, se montó una muestra titulada “100 Años 100 Fotos” con 116 fotografías inéditas de las múltiples facetas de Francisco Gabilondo Soler, como padre, marino, astrónomo, boxeador, y las que él tomo como fotógrafo, además de un taller de pintura infantil y conciertos musicales. * El 11 de octubre del 2007, el servicio postal mexicano, emitió planillas de estampillas conmemorativas con su imagen, la de “Cri Cri” y algunos de sus personajes de las canciones. * El 15 de octubre de 2007, se develó un busto, Creación del escultor Humberto Peraza en honor de Francisco Gabilondo Soler, el grillito cantor Cri Cri, en la plaza de los compositores, en que está escrito: "Nació un 6 de octubre de 1907 y murió un 14 de diciembre de 1990." “Compositor, astrónomo, deportista, marino, hombre de viajes y libros con un espíritu libre, inteligente y honesto” En este homenaje como parte del centenario de su nacimiento Alex Lora interpretó “Cuando canta el grillo” tema que había compuesto en su honor. * En el parque Naucalli, en Naucalpan de Juárez, Estado de México, en octubre del 2007, se inauguró un monumento homenaje a Francisco Gabilondo, en la que se le muestra tocando un violín y en su hombro el grillito Cri Cri, también tocando su hojita-violín, además existen esculturas de la hormiga y el pescado con bombín bañadas por los chorros de agua de la fuente. Referencias Wikipedia-http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Gabilondo_Soler

Ricardo Miró

Ricardo Miró Denis (Ciudad de Panamá, 5 de noviembre de 1883 - 2 de marzo de 1940) fue un escritor modernista panameño. A los quince años viajó a Bogotá para hacer sus estudios, sin embargo regresó a Panamá debido a la Guerra de los Mil Días en 1899. Publicó sus primeros versos en la revista El Heraldo del Istmo, donde trabajó durante 10 años. Luego volvió a España y entre 1908 y 1911 desempeñó el cargo de cónsul en Barcelona. En 1909 publicó su poema Patria, donde resalta la nostalgia que siente al encontrarse lejos de su tierra. De nuevo en Panamá, desempeñó cargos como director de los Archivos Nacionales (1919 - 1927) y secretario de la Academia Panameña de la Lengua (1926 - 1940). Hijo Jean-Paul Francis Obras * Preludios (1908). * Segundos preludios (1916). * La leyenda del Pacífico (1919). * Flor de María (1922). * Versos patrióticos y recitaciones escolares (1925). * Caminos silenciosos (1929). * El poema de la reencarnación (1929). * Además escribió poesías tales como: * La última gaviota (1905). * Patria (1909). * A Portobelo (1918). También escribió cuentos que nunca publicó en forma de libro, pero que aparecieron en periódicos y revistas locales. Estos cuentos fueron recopilados en 1956 en un ensayo realizado por el escritor Mario Augusto Rodríguez. Por su labor como poeta, se ha conmemorado de manera póstuma la realización del Premio Ricardo Miró que valora a los exponentes de la literatura panameña. Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Ricardo_Miró

José Luis Hidalgo

(...) La breve pero intensa obra de José Luis Hidalgo ha merecido hasta la fecha valoraciones sumamente favorables por parte de la crítica especializada siendo de lamentar que una trayectoria tan interesante como la suya quedara truncada prematuramente por la muerte 2. De su interés e importancia dan testimonio hoy día no sólo los tres volúmenes poéticos que en vida tuvo ocasión de ordenar y de dar a la imprenta), sino los numerosos poemas que quedaron dispersos o inéditos a su fallecimiento y que M.a de Gracia lfach (Josefina Escolano) ordenó y publicó póstumamente por encargo de la Institución Cultural de Cantabria (...) José Luis Hidalgo (Torres, Cantabria, 10 de octubre de 1919 – Madrid, 3 de febrero de 1947) fue un poeta y pintor español. Su madre murió cuando él tenía nueve años. Terminada la Guerra Civil Española residió en Valencia, donde cursó los estudios de Bellas Artes. En Santander se relacionó con el grupo de la revista Proel, en la que publicó varios poemas. También colaboró en diversas revistas de ámbito nacional con sus poemas y trabajos de crítica artística. Enfermo de tuberculosis, murió en el sanatorio de Charmartín de la Rosa, en Madrid. Buena parte de su obra se publicó de forma póstuma. Obras * Raíz. Valencia, 1944 * Los animales * Los muertos * Canciones para niños, publicado en 1951 * Obra poética completa. Institución Cultural de Cantabria, 1976 (Por Francisco Ruiz Soriano) José Luis Hidalgo (Torres, Santander, 1919-Madrid, 1947) es uno de los poetas más representativos de la línea existencial de la primera promoción de posguerra, y precursor de la «Quinta del 42» santanderina que fundó la revista Proel (1944-1945; 1946-1949), donde destacarían escritores como José Hierro, Julio Maruri o Carlos Salomón. El rasgo definidor que subyace en la mayoría de sus composiciones es la indagación metafísica en torno a la Muerte, el Tiempo, el ser humano y Dios, temas esencialmente recurrentes en toda poesía meditativa, cuyos máximos exponentes habían sido Miguel de Unamuno y Antonio Machado. José Luis perdió a su madre tempranamente; esta circunstancia le marcó profundamente y está presente en algunas de sus poesías iniciales. En 1929 se trasladó a vivir a casa de su tío, don Casimiro Iglesias; allí transcurrieron su infancia y juventud. En 1934, a los quince años, empezó a publicar sus primeras composiciones, principalmente cuentos y greguerías, en El Impulsor de Torrelavega. Su interés por la literatura y el arte modernos le estimuló en su formación como incipiente pintor y escritor, y llegó a participar como conferenciante sobre poesía de vanguardia en la Biblioteca Popular de su ciudad, y como cartelista en la Olimpiada Popular de Barcelona (julio de 1936), ciudad donde le sorprendió la guerra. En agosto de ese año, visitó a Gutiérrez Solana, por quien sentía una gran admiración. Trabajó en la docencia en una escuela de Santander, y más tarde en Torrelavega. Ese mismo año conoció a José Hierro, con quien entabló una amistad que nunca se quebraría. Juntos visitaron a escritores como Gerardo Diego y Manuel Llano. En 1937 escribió Canciones para niños. En 1938 fue obligado a cumplir el servicio militar, y trasladado a Pamplona; de esta época datan las composiciones de Mensaje hasta el aire, Ciudad y 10 poemas junto al mar, donde se manifiesta la veta creacionista y surrealista. En 1939 fue enviado a Extremadura y Andalucía, donde se le encomendó la tarea de censar a los muertos de la Guerra Civil, trabajo que le afectó terriblemente, y del que procede su preocupación obsesiva por la muerte. Su último periodo del servicio militar lo cumplió en Valencia, donde estudió Dibujo y Pintura en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos. En la capital levantina trabó amistad con Ricardo Blasco y Jorge Campos, con quienes editó la revista Corcel; juntos dan vida a tertulias literarias como la del Bar Galicia, y entran en contacto con jóvenes poetas como Vicente Gaos, etc. En 1943 terminó sus estudios y viajó a Madrid. Presentado al premio Adonais con Raíz, obtuvo mención honorífica, junto con Carlos Bousoño, Blas de Otero y José María Valverde. En Madrid también participó en la vida literaria y conoció a Vicente Aleixandre, una amistad decisiva en su trayectoria poética. Ese año apareció publicado en Valencia Raíz, que recoge algunos poemas de libros que no habían visto la luz (Mensaje hasta el aire, Ciudad y Luces asesinadas y otros poemas). En Valencia estuvo residiendo con él José Hierro, debido a problemas políticos de este último. En 1945 publicó su segundo libro, Los animales, en las ediciones Proel de Santander (había intentado con anterioridad darlo a la luz en Valencia, en la editorial de su amigo Ricardo Blasco, pero hubo problemas con la censura, y tuvo que refundir algún poema, concretamente «Caballo»). Durante estos años, su vida transcurre entre Valencia, Santander y Madrid, mientras sus poemas iban apareciendo en diversas revistas: Proel, Corcel, Leonardo, Entregas de Poesía, Escorial, Espadaña, La Estafeta Literaria, Halcón... En este tiempo mantiene una gran actividad, concretada, además de en sus colaboraciones en revistas, en diversos empeños artísticos: una serie de poemas en torno a la muerte, una novela que dejaría inacabada —La escalera— y un proyecto de exposición pictórica, para la cual se trasladó en diciembre a Valencia, donde permaneció todo el invierno pintando, a primeras horas de la mañana, paisajes del río próximos a la ciudad. La humedad y el frío repercutieron gravemente en su salud, lo que, junto con el estado de debilidad, originó su enfermedad pulmonar (febrero de 1946). En mayo fue trasladado urgentemente a Madrid e internado en el sanatorio de Chamartín de la Rosa, diagnosticándosele una neumonía caseosa que le llevaría a la muerte. Hasta su fallecimiento, le visitan amigos y poetas en el hospital, donde intenta ordenar y corregir poemas del libro premonitorio que tenía en preparación: Los muertos. José Hierro y Ricardo Blasco le ayudan a clasificarlo y poner título a las composiciones; también colaboran en la corrección Vicente Aleixandre y Ramón de Garciasol. Se inicia así una carrera contra el reloj por publicar el volumen en vida del poeta, pero la muerte se adelantó: José Luis Hidalgo murió el 3 de febrero de 1947, a los 27 años, días antes de que viera la luz el libro. Referencias revistas.um.es/analesfh/article/view/57981 Wikipedia—http://es.wikipedia.org/wiki/José_Luis_Hidalgo cervantesvirtual.com/bib/bib_autor/joseluishidalgo/pcuartonivel29ea.html?autor=joseluishidalgo&conten=poesia_semblanza

San Juan de la Cruz

San Juan de la Cruz, O.C.D., cuyo nombre de nacimiento era Juan de Yepes Álvarez y su primer nombre como fraile Juan de San Matías, O. Carm. (Fontiveros, Ávila, España, 24 de junio de 1542 – Úbeda, Jaén, 14 de diciembre de 1591) fue un religioso y poeta místico del renacimiento español. Fue reformador de la Orden de los Carmelitas y cofundador de la Orden de Carmelitas Descalzos con Santa Teresa de Jesús. Desde 1952 es el patrono de los poetas en lengua española. Primeros años Nació en 1542 en la localidad abulense de Fontiveros, sita en la amplia paramera delimitada por Madrigal de las Altas Torres, Arévalo y Ávila. Fue hijo de un tejedor toledano de buratos llamado Gonzalo de Yepes y de Catalina Álvarez.3 Tenía dos hermanos mayores llamados Francisco y Luis. El padre de Juan murió cuando tenía cuatro años lo que dejó a la familia en una difícil situación.4 Su hermano Luis murió cuando él tenía seis años, quizá por mala alimentación.5 La madre y los dos hijos restantes, Francisco y el propio Juan, sufren una acuciante pobreza por lo que se ven obligados a trasladarse primero a Arévalo, donde viven durante cuatro años, y en 1551 a Medina del Campo. Estas penalidades pasadas hicieron de Juan un hombre de escasa corpulencia, bastante bajo de estatura, tanto que Santa Teresa de Jesús lo llamaba «mi medio fraile». El incremento de fortuna que les reportó el matrimonio del hermano mayor con Ana Izquierdo consiguió que se establecieran allí definitivamente. Juan, gracias a su condición de pobre de solemnidad, pudo asistir al Colegio de los Niños de la Doctrina,6 privilegio que le obliga a realizar ciertas contraprestaciones, como asistir en el convento, la ayuda a Misa y a los Oficios, el acompañamiento de entierros y la práctica de pedir limosna. La mínima formación recibida en el colegio le capacitó para continuar su formación en el recién creado (1551) colegio de los jesuitas, que le dieron una sólida base en Humanidades. Como alumno externo y a tiempo parcial, debía compaginar sus estudios con un trabajo de asistencia en el Hospital de Nuestra Señora de la Concepción de Medina del Campo, especializado en la curación de enfermedades venéreas contagiosas. Así, pues, entre 1559 y 1563, estudia con los jesuitas; durante los primeros tres años, recibe la formación según la novedosa Ratio Studiorum, en la que el latín era la base de todo el currículo; en el cuarto año, aparte de recibir instrucción retórica, aprende a escribir en latín, a construir versos en este idioma y a traducir a Cicerón, Julio César, Virgilio, Ovidio, Marcial y Horacio. Simultáneamente, vive las nuevas corrientes del humanismo cristiano, con estilo y comportamientos renovados en la pedagogía. A los veintiún años, en 1563, ingresa en el Convento de los Padres Carmelitas de Medina del Campo, de la Orden de los Carmelitas, y adopta el nombre de Fray Juan de san Matías. Tras realizar el noviciado entre 1563 y 1564 en el Convento de Santa Ana, se traslada a Salamanca donde estudiará en el Colegio de San Andrés de los Cármenes entre 1564 y 1567 los tres cursos preceptivos para bachillerarse en artes. Durante el tercer curso, fue nombrado, por sus destrezas dialécticas, prefecto de estudiantes en el colegio de San Andrés. Relación con Santa Teresa de Jesús Su insatisfacción con el modo de vivir la experiencia contemplativa en el Carmelo, le hacen considerar irse a la Cartuja,7 pero en 1567 regresa a Medina del Campo por unos pocos días para ser ordenado presbítero y celebrar su primera misa en presencia de su hermano, el resto de su familia y sus amigos del convento y allí conoce a Teresa de Cepeda y Ahumada, futura santa Teresa de Jesús, que había llegado a la ciudad para fundar una nueva sede de su «Reforma carmelita», los llamados carmelitas descalzos. Teresa convence a Juan y lo une a su causa de reforma de su orden, que tropezó con una gran hostilidad por parte de los carmelitas calzados. Juan regresa a Salamanca e inicia estudios de teología durante el curso 1567-1568, pero sólo termina un curso de cuatro por lo que no obtuvo ni siquiera el grado de bachiller. En agosto abandona Salamanca para acompañar a Teresa en su fundación femenina de Valladolid. El 28 de noviembre de 1568 funda en Duruelo el primer convento de la rama masculina del Carmelo Descalzo siguiendo la «Regla Primitiva» de San Alberto esto es, un establecimiento que propugna el retorno a la práctica original de la orden.8 Durante la ceremonia cambia su nombre por el de fray Juan de la Cruz. En 1570 la fundación se trasladó a Mancera,9 donde Juan desempeñó el cargo de subprior y maestro de novicios. En 1571, después de una breve estancia en Pastrana, donde puso en marcha su noviciado, se establece en Alcalá de Henares como rector del recién fundado Colegio convento de Carmelitas Descalzos de San Cirilo. Juan se convierte en uno de los principales formadores para los nuevos adeptos a esta reforma carmelitana. En 1572 viaja, invitado por Teresa de Jesús, al Convento de la Encarnación en Ávila, donde asumirá las tareas de vicario y confesor de las monjas. Permanecerá aquí hasta finales de 1577, por lo que acompañará a la madre Teresa a la fundación de diversos conventos de descalzas, como el de Segovia. Enfrentamiento entre carmelitas Durante este periodo, en el seno de la Orden del Carmelo se habían agravado los conflictos jurisdiccionales entre los carmelitas calzados y descalzos, debidos a distintos enfoques espirituales de la reforma; por lo demás, el pleito se enmarcaba también en la confrontación entre el poder real y el pontificio por dominar el sector de las órdenes religiosas. Así, en 1575, el Capítulo General de los Carmelitas decidió enviar un visitador de la Orden para suprimir los conventos fundados sin licencia del General y de recluir a la madre Teresa en un convento. Finalmente, en 1580 el Carmelo Descalzo se erige en Provincia exenta y en 1588 es reconocida como Orden. En este contexto es en el que se produce el encarcelamiento de Juan de la Cruz, quien ya en 1575 había sido detenido y encarcelado en Medina del Campo durante unos días por los frailes calzados. La noche del 3 de diciembre de 1577 Juan de la Cruz es nuevamente apresado y trasladado al convento de frailes carmelitas de Toledo, donde es obligado a comparecer ante un tribunal de frailes calzados para retractarse de la Reforma teresiana. Ante su negativa, es recluido en una prisión conventual durante ocho meses. Durante este periodo de reclusión escribe las treinta y una primeras estrofas del Cántico espiritual (en la versión conocida como protocántico), varios romances y el poema de la fonte, y los canta en su estrecha reclusión para consolarse. Tras concienciarse de que su liberación iba a ser difícil, planea detenidamente su fuga y entre el 16 y el 18 de mayo de 1578, con la ayuda de un carcelero, se escapa en medio de la noche y se acoge en el convento de las Madres Carmelitas Descalzas, también en Toledo.11 Para mayor seguridad, las monjas lo envían al Hospital de Santa Cruz, en el que estuvo mes y medio. En 1578 se dirige a Andalucía para recuperarse completamente. Pasa por Almodóvar del Campo, cuna de los místicos San Juan de Ávila y San Juan Bautista de la Concepción, y luego llega como Vicario al convento de El Calvario en Beas de Segura, Jaén. Entabla amistad con Ana de Jesús, tras algunas visitas a la fundación de Beas. En junio de 1579 se establece en la fundación de Baeza donde permanece como Rector del Colegio Mayor hasta 1582, en que marcha para Granada tras ser nombrado Tercer Definidor y Prior de los Mártires de esa ciudad. Realiza numerosos viajes por Andalucía y Portugal, por razones del cargo. En 1588 es elegido Primer Definidor y Tercer Consiliario de la Consulta, la cual le traslada a Segovia. Muerte y canonización Tras un nuevo enfrentamiento doctrinal en 1590, es destituido en 1591 de todos sus cargos, y queda como simple súbdito de la comunidad. Durante su viaje de vuelta a Segovia, cae enfermo en el convento de La Peñuela de La Carolina y es trasladado a Úbeda, donde muere la noche del 13 al 14 de diciembre. Inmediatamente tras su muerte, su cuerpo es despojado y se inician los pleitos entre Úbeda y Segovia por la posesión de sus restos. En 1593, éstos, mutilados, se trasladan clandestinamente a Segovia, donde reposan actualmente. El proceso de beatificación y canonización se inició en 1627 y finalizó en 1630. Fue beatificado en 1675 por Clemente X y canonizado por Benedicto XIII en 1726. Posteriormente, el 24 de agosto de 1926, Pío XI lo proclama Doctor de la Iglesia Universal.12 Obra literaria Influencia La poesía de Juan de Yepes constituye el punto de encuentro de una larga tradición literaria. Su lírica integra tradiciones literarias de distinto origen que, aunadas por el escritor en sus textos, van adquiriendo significados y valores múltiples que sobrepasan aquellos que tenían en su origen. La crítica, desde Dámaso Alonso, ha puesto de relieve la confluencia de tres influjos: por un lado, el bíblico del Cantar de los Cantares, y, por otro, la tradición de la poesía culta italianizante y la tradición de la poesía popular y de cancioneros del Renacimiento español. El influjo de la Biblia es fundamental en su poesía, en tanto actúa como molde y catalizador del resto de lecturas que conforman el bagaje cultural de San Juan. Particularmente, resulta trascendental en el Cántico espiritual, cuyo simbolismo e imágenes tienen su origen en el Cantar de los cantares. Religiosidad y filología La obra de San Juan de la Cruz ha sido, desde siempre, enfocada desde dos perspectivas, la teológica y la literaria, que, en muchas ocasiones, se han presentado mezcladas. Perspectiva religiosa la obra de San Juan sufre una serie de manipulaciones tendentes a integrarla dentro de los límites y convenciones de la ortodoxia. Probablemente, la primera manipulación la realiza el propio autor cuando se decide a redactar los comentarios. Domingo Ynduráin Muñoz La cita hace referencia a los comentarios o paráfrasis explicativa que Juan de la Cruz escribió para su obra más importante, el llamado Cántico espiritual, con una finalidad didáctica como resultado de las dificultades de adaptar la estructura del poema al esquema del itinerario místico (las tres vías y los tres estados correlativos). Esta presencia teológica sobre su obra, y en concreto sobre el Cántico, se ha manifestado también en las constantes manipulaciones de tipo editorial que ha sufrido, en forma de añadidos al título o de epígrafes para determinados grupos de estrofas del poema. Consecuentemente, una importante rama de los estudios sanjuanistas se ha dedicado a demostrar la adecuación de lo escrito por San Juan a la ortodoxia religiosa católica, privilegiando los Comentarios en prosa sobre la poesía. Perspectiva filológica Por otro lado, es frecuente en el estudio literario de su obra que o bien se den saltos continuos a lo teológico, o bien que se estudien de forma conjunta la poesía y los Comentarios doctrinales del propio poeta, con la idea de que estos son necesarios para comprender aquella. Frente a esta vertiente de los estudios sanjuanistas, se encuentra otra que postula que «la necesidad (o posibilidad) de la interpretación religiosa es algo que debe ser argumentado y discutido en cada caso», en tanto que el sentido objetivo de la poesía de San Juan no obliga necesariamente a aceptar un significado religioso. Combinando la antigua simbología del Cantar de los cantares con las fórmulas propias del petrarquismo, produjo una rica literatura mística, que hunde sus raíces en la teología tomista y en los místicos medievales alemanes y flamencos. Su producción refleja una amplia formación religiosa, aunque deja traslucir el influjo del Cancionero tradicional del siglo XVI, sobre todo en el uso del amor profano (las figuras del amante y de la amada) para simbolizar y representar el sentimiento místico del amor divino. La estrofa más empleada en sus poemas es la lira, aunque demuestra igual soltura en el uso del romance octosílabo. San Juan utiliza determinados recursos estilísticos con una profusión y madurez poco frecuentes, dando un nuevo y más profundo sentido a las expresiones paradójicas («cauterio suave»), a las exclamaciones estremecedoras («¡Oh, llama de amor viva!») habituales en los cancioneros. Además, emplea símbolos como la casa o morada, la noche, la luz, la fuente, la oscuridad, la caza de cetrería, la caída, el vuelo, los animales etcétera. Lo que mejor define su poesía es su extraordinaria intensidad expresiva, gracias a la perfecta adecuación y el equilibrio de cada una de sus imágenes. A ello contribuye así mismo su tendencia a abandonar el registro discursivo y eliminar nexos neutros carentes de valor estético para buscar una yuxtaposición constante de elementos poéticos de gran plasticidad en torno a un elemento central, como ha demostrado Dámaso Alonso. Poesía Su obra poética está compuesta por tres poemas considerados mayores: Noche oscura, Cántico espiritual y Llama de amor viva; y un conjunto de poemas habitualmente calificados como menores: cinco glosas, diez romances (nueve de ellos pueden contarse como una sola composición) y dos cantares. La difusión de su obra fue manuscrita, y aún no se han dilucidado todos los problemas textuales que conllevan. En prosa escribió cuatro comentarios a sus poemas mayores: Subida del Monte Carmelo y Noche oscura para el primero de estos poemas, y otros tratados homónimos sobre el Cántico espiritual y Llama de amor viva. Las poesías atribuibles sin lugar a duda a San Juan de la Cruz son las recogidas en el códice de Sanlúcar o manuscrito S, ya que este fue supervisado por el mismo San Juan. El repertorio de sus poemas, según dicha fuente, se restringe a diez composiciones (los tres poemas mayores citados y otras siete composiciones), siempre y cuando los romances que comprenden los textos titulados In principio erat Verbum, que son un total de nueve, sean considerados una única obra. La autenticidad del resto de su obra poética no ha podido aún ser dilucidada por la crítica. Por tradición se acepta generalmente que también son suyos los poemas Sin arrimo y con arrimo y Por toda la hermosura, y las letrillas Del Verbo divino y Olvido de lo criado. Las siete glosas y poemas «menores» cuya autoría no está discutida son los siguientes: (se citan por el primer verso): * Entréme donde no supe * Glosa al Vivo sin vivir en mí * Tras de un amoroso lance * Un pastorcico solo está penado * Que bien sé yo la fonte * En el principio moraba * In principio erat Verbum (nueve romances cuyos primeros versos son: «En aquel amor inmenso», «Una esposa que te ame», «Hágase, pues, dijo el Padre», «Con esta buena esperanza», «En aquellos y otros ruegos», «Ya que el tiempo era llegado», «Entonces llamó un arcángel», «Ya que era llegado el tiempo» y «Encima de las corrientes») Prosa Su obra en prosa pretende ser corolario explicativo, dado el hermetismo simbólico que entre cierta crítica se atribuye su poesía: (las tres primeras han sido editadas juntas reunidas en el volumen Obras espirituales que encaminan a un alma a la unión perfecta con Dios) y Cántico espiritual. * Subida al monte Carmelo (1578-1583) * Noche oscura del alma * Cántico espiritual (1584) * Llama de amor viva (1584) Doctrina Toda su doctrina gira en torno al símbolo de la «noche oscura», imagen que ya era usada en la literatura mística, pero a la que él dio una forma nueva y original. La noche, al borrar los límites de las cosas, le sugiere, en efecto, lo eterno, y de esa manera pasa a simbolizar la negación activa del alma a lo sensible, el absoluto vacío espiritual. El término «noche oscura» lo utiliza san Juan en referencia a las «terribles pruebas que Dios envía al hombre para purificarlo»; ateniéndose a este significado, habla de una noche del sentido y de una noche del espíritu, situadas, respectivamente, al fin de la vía purgativa y de la vía iluminativa, tras las cuales vendría la vía unitiva, aspiración última del alma atormentada por la distancia que la separa de Dios, y realización de su deseo de fusión total con Él. La existencia de estas tres vías se corresponde con las tres potencias clásicas del alma: memoria, entendimiento y voluntad, que en este mismo orden son reducidas a un estado de perfecto silencio. El silencio de la memoria es llamado en la mística esperanza. El silencio del entendimiento se llama fe y el silencio de la voluntad caridad o amor. Estos tres silencios representan a la par un vaciamiento interior y una renuncia de uno mismo que alcanza su máximo grado a través de la virtud de la caridad. De ahí sobrevienen la enorme angustia y la sensación de muerte característica de los místicos, pues unirse a Dios es un perderse previo a sí mismo para después ganarse. Antes de acceder a la experiencia mística de unión con Dios, el alma experimenta una desoladora sensación de soledad y abandono, acompañada de terribles tentaciones que, si consigue vencer, dejan paso a una nueva luz, pues «Dios no deja vacío sin llenar». En una noche oscura, con ansias, en amores inflamada ¡oh dichosa ventura!, salí sin ser notada estando ya mi casa sosegada. Primera estrofa de Noche oscura. San Juan de la Cruz Originalidad San Juan de la Cruz ofrece una radical originalidad en el misticismo consistente en el concepto de noche oscura espiritual. Desde los inicios históricos de la vida retirada eremítica, los buscadores renunciaban a los bienes y placeres mundanos sometiéndose a ayunos y otras asperezas, con el objeto de vaciar sus deseos del mundo y llenarlo de bienes más elevados. San Juan de la Cruz aclara que esta es solamente la primera etapa, ya que tras ella viene la citada noche espiritual, en que el buscador, ya desapegado de los consuelos y placeres mundanos, perderá también el apoyo de su paz, de sus suavidades interiores, entrando en la más "espantable" noche a la que sí sigue la perfecta contemplación. Una de las partes más originales y más profundas de la doctrina de San Juan de la Cruz, con la que más ha hecho progresar la teología mística y merecido el título de Doctor, es la que se refiere a lo que él llama la noche pasiva del espíritu. Réginald Garrigou-Lagrange Un campo sin explorar. Juan de la Cruz percibe la urgencia y la dificultad, y se decide a explorar todo ese campo de la noche, en especial las zonas más arduas donde ningún escritor había logrado penetrar. José Vicente Rodríguez y Federico Ruiz Monte de perfección En su célebre dibujo del Monte de perfección la recta senda del ascenso aparece flanqueada por dos caminos laterales sin salida. El de la derecha, el camino mundano, señala sus peligros: poseer, gozo, saber, consuelo, descanso. Asimismo el de la izquierda marca también los peligros de un camino espiritual: gloria, gozo, saber, consuelo, descanso. Sorprende especialmente la leyenda de los escalones del camino central, el correcto, en los cuales se lee: Nada, nada, nada, nada, nada Como nota de este gráfico el autor escribe: Da avisos y doctrina, así a los principiantes como a los aprovechados, muy provechosa para que sepan desembarazarse de todo lo temporal y no embarazarse con lo espiritual, y queden en la suma desnudez y libertad de espíritu, la cual se requiere para la divina unión. Algunas de sus frases breves resumen bien su doctrina, como: «Niega tus deseos, y hallarás lo que desea tu corazón» y «El amor no consiste en sentir grandes cosas, sino en tener grande desnudez, y padecer por el Amado». Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/San_Juan_de_la_Cruz

Demetrio korsi

Demetrio Korsi (Ciudad de Panamá, 13 de enero de 1899 – ibíd., 30 de octubre de 1957) fue un poeta panameño, representante del paso de la literatura modernista a la literatura vanguardista en la primera mitad del siglo XX. Sus obras están enfocadas en la realidad nacional y en los hechos históricos, con un toque de humor. Abordó temas como el folklore, los aportes culturales afroindígenas y la cuestión del Canal de Panamá. De padre griego y madre panameña, inició estudios de medicina y de abogacía que no llegó a terminar. En 1916 algunos de sus poemas fueron incluidos por Octavio Méndez Pereira en la antología Parnaso Panameño, con lo cual tomó impulso su vocación poética. Residió varios años en París y en Nueva York. Se desempeñó como cónsul en San Francisco (California) y en Kingston (Jamaica) y en El Havre, Burdeos y Marsella. En 1926 se casó en El Havre con la francesa Angela Julian, con quien tuvo una hija. Divorciado, se casó en Panamá en 1948 con Eloisa Sandoval, con quien tuvo tres hijos. Falleció el 30 de octubre de 1957 en la ciudad de Panamá, mientras trabajaba en uno de sus poemas. Obras * Los Poemas Extraños (l920) * Los pájaros de la montaña (1924) * Bajo el sol de California (1924) * El viento de la montaña (1926) * El Palacio del Sol (l927) * Block (1934) * Cumbia! (1935) * El grillo que cantó sobre el canal (1937) * Cumbia y otros poemas panameñistas (1941) * El grillo que cantó bajo las hélices (1942) * Yo cantaba a la falda del Ancón (1943) * Pequeña Antología (1947) * Canciones efímeras (1950) * Nocturno en gris (1952) * Los gringos llegan y la cumbia se va... (1953) * El tiempo se perdía y todo era lo mismo (1955) Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Demetrio_Korsi

Virgilio Piñera

Luego de décadas de silenciamiento o relegación, el escritor cubano Virgilio Piñera (1912-1979) ocupa un sitio referencial en la literatura cubana contemporánea. Los avatares del canon nacional de las letras se cumplen, como en pocos autores latinoamericanos del siglo XX, en este poeta, dramaturgo y narrador, nacido hace 100 años en Cárdenas, Matanzas. Los atributos de Piñera que molestaban al Estado cubano, hace apenas 20 años, son los mismos que le han ganado una presencia tutelar, cada vez más discernible entre las últimas generaciones de escritores de la isla y la diáspora. Virgilio Piñera (4 de agosto de 1912, Cárdenas (Matanzas), 18 octubre de 1979 - La Habana) fue un poeta cubano. Vida Piñera cursó sus primeros estudios en su localidad natal, pero en 1925 se trasladó con su familia a pepeCamagüey, donde estudió el bachillerato. En 1938 se instaló en La Habana, en cuya universidad se doctoró en Filosofía y Letras en 1940. Ya el año anterior había empezado a publicar, sobre todo poemas, en la revista Espuela de plata, predecesora de Orígenes, en la que coincidió con José Lezama Lima. En 1941 vio la luz su primer poemario, Las furias, y ese mismo año escribió también la que es quizá su obra teatral más importante, Electra Garrigó, que se estrenó en La Habana, ocho años después, y constituyó uno de los grandes hitos del teatro cubano, para muchos críticos, como Rine Leal o Raquel Carrió, el verdadero comienzo del teatro cubano moderno. En 1942 fundó la efímera revista Poeta, de la que fue director. Al año siguiente publicó el extenso poema La isla en peso, una de las cumbres de la poesía cubana, que en su momento fue, sin embargo, objetado por grandes poetas como Gastón Baquero o Eliseo Diego y críticos como Cintio Vitier. Aunque en La isla en peso se considera en la actualidad como uno de los momentos más altos de la poesía cubana. Cuando en 1944 Lezama y Rodríguez Feo fundaron la revista Orígenes, Piñera formó parte del plantel inicial de colaboradores, a pesar de que mantenía importantes discrepancias estéticas con el grupo de poetas de la revista. Allí publicó poesía y un excelente ensayo: "El secreto de Kafka". Preparó, asimismo, un número sobre literatura argentina. En febrero de 1946 viajó a Buenos Aires, donde residió, con algunas interrupciones, hasta 1958. Allí trabajó como funcionario del consulado de su país, como corrector de pruebas y como traductor.1 En la capital argentina hizo amistad con el escritor polaco Witold Gombrowicz, y formó parte del equipo de traductores que llevaron a cabo la versión castellana de Ferdydurke. También conoció a Jorge Luis Borges, Victoria Ocampo, Graziella Peyrou y a José Bianco, quien prologó su volumen de cuentos El que vino a salvarme, publicado por la Editorial Sudamericana. Continuó colaborando con Orígenes con cuentos, ensayos y reseñas críticas. En 1948 se estrenó en La Habana Electra Garrigó, mal acogida por la crítica. Por entonces escribió otras obras teatrales: Jesús y Falsa alarma, obra considerada una de las primeras muestras de teatro del absurdo, anterior incluso a La cantante calva de Eugène Ionesco. En 1952 publicó su primera novela, La carne de René. En 1955, tras el final de Orígenes, marcado por una agria disputa entre Lezama Lima y Rodríguez Feo, fundó con este último la revista Ciclón, de gran importancia en la historia de la literatura cubana. Por entonces colaboró también con la revista argentina Sur y con las francesas Lettres Nouvelles y Les Temps Modernes. En 1958 abandonó Argentina y se instaló definitivamente en Cuba, donde viviría hasta su muerte. Tras el triunfo de la Revolución Cubana, Piñera colaboró en el periódico Revolución y en su suplemento Lunes de Revolución. En 1960 reestrenó Electra Garrigó y publicó su Teatro completo. En 1968 recibió el Premio Casa de las Américas de teatro por Dos viejos pánicos, obra que no fue estrenada en Cuba hasta principios de los años noventa. Recientemente en México ha tenido una exitosa temporada una nueva interpretación de "Electra Garrigo" titulada "El Son de Electra" bajo la dirección del destacado creador Ramón Díaz y las actuaciones de Thais Valdés y Sandra Muñoz y en La Habana ha reaparecido esta obra bajo la dirección de Roberto Blanco y últimamente de Raúl Martín con el Grupo Teatral La Luna. A partir de 1971 y hasta su muerte, Piñera sufrió un fuerte ostracismo por parte del régimen y de las instituciones culturales oficiales cubanas, en gran parte debido a una radical diferencia ideológica y a su condición sexual, ya que nunca escondió su homosexualidad.2 El famoso escritor cubano disidente Reinaldo Arenas, amigo de Piñera, cuenta ese episodio en sus memorias Antes que anochezca. Como narrador, destaca por su humor negro, dentro de la línea del absurdo. Fue también un destacado traductor, y vertió al español obras de Jean Giono, Imre Madách, Charles Baudelaire y de Witold Gombrowicz, entre muchos otros.1 Sus Cuentos completos han sido publicados por la Editorial Alfaguara. Su poesía completa, así como La carne de René, aparecieron bajo el sello de Tusquets Editores. OBRAS Poesía * 1941 - Las furias * 1943 - La isla en peso (reedición cortada en Virgilio Piñera La poesía, La Habana * 1965 - a parte de unas modificaciones mínimas, sobre todo unas correcciones ortográficas añadiendo otros errores, el cambio principal es la corte de un parágrafo sobre la masturbación; reeditado en esta versión truncada también en Virgilio Piñera 'La isla en peso. Obra poética', compilación y prólogo de Antón Arrufat, La Habana 1999 y Barcelona: Tusquets editores 2000, colección Nuevos textos sagrados; la versión original con unas pocas diferencias mínimas más se encuentra entre otros en javiergato.blogspot.com en la parte 'Taedium mundi' ) * 1944 - Poesía y prosa * 1969 - "La vida entera" * 1988 - Una broma colosal * 1994 - Poesía y crítica Cuento * 1942 - El conflicto * 1956 - Cuentos fríos * 1961- "Oficio de tinieblas" * 1970 - El que vino a salvarme * 1987 - Un fogonazo * 1987 - Muecas para escribientes * 1992 - Algunas verdades sospechosas * 1992 - El viaje * 1994 - Cuentos de la risa del horror (antología) * 2008 - Cuentos fríos. El que vino a salvarme. Edición de Vicente Cervera y Mercedes Serna Cátedra, 2008. Novela * 1952 - La carne de René, Buenos Aires, reedición (modificada) Tusquets Editores, Colección Andanzas, Barcelona, 2000. * 1963 - Pequeñas maniobras * 1967 - Presiones y diamantes * 1997 - El caso baldomero Teatro * 1959 - Electra Garrigó * 1959 - Aire frío * 1960 - Teatro completo * 1968 - Dos viejos pánicos * 1986 - Una caja de zapatos vacía * 1990 - Teatro inconcluso * 1993 - Teatro inédito Traducción * 1947 - Witold Gombrowicz Ferdydurke (traducido por Virgilio Piñera junto con Humberto Rodríguez Tomeu y Adolfo de Obieta y 'a veces veinte personas', vea Witold Gombrowicz Diarios, cap. XV, y Virgilio Piñera La vida tal cual, p. 32, donde describe como Gombrowicz le declara 'presidente del Comité de Traducción', en Unión 10 / 1990, La Habana, número dedicado a Virgilio Piñera, p. 22 - p. 35) Referencias Wikipedia – http://es.wikipedia.org/wiki/Virgilio_Piñera Cien años del nacimiento del poeta y dramaturgo cubano En su libro Inventario secreto de La Habana, Abilio Estévez relata un encuentro con Virgilio Piñera en 1979, pocos meses antes de la muerte del gran poeta cubano. En un momento de la conversación, Estévez le preguntó cuál creía que sería su destino literario post mortem. “Me publicarán, me homenajearán y seré por fin el apóstol que siempre debí ser”, disparó el autor de La carne de René con sonrisa escéptica y mirada burlona. La profecía de Piñera (Cárdenas, 1912) terminó cumpliéndose. El escritor solitario, el francotirador, el nadador a contracorriente, como lo ha definido Abilio Estévez, recibió este año un homenaje oficial en La Habana al cumplirse el centenario de su nacimiento. Pero tuvieron que pasar muchos años para que sus libros se editaran en la isla y sus obras dramáticas se representaran en los teatros cubanos. Marginado y desactivado por la Revolución durante décadas, la figura de Piñera —considerado por algunos críticos como el mejor dramaturgo cubano del siglo XX— no levantó vuelo hasta que fue reivindicada por los jóvenes creadores de los años ochenta, pero el régimen no le perdonó la disidencia intelectual de la que hizo gala toda su vida hasta hace bien poco, cuando el general Raúl Castro lo rescató del ostracismo, como si el creador de Electra Garrigó fuera una de esas “absurdas prohibiciones” que el hermano menor de Fidel se dispuso a eliminar para darle a su mandato una pátina de aperturismo. La historia podría haber sido diferente para uno de los máximos exponentes del teatro del absurdo (su Falsa alarma fue publicada en 1948, dos años antes de que Ionesco revolucionara el género con La cantante calva) si se hubiera plegado a las exigencias del guión tras el triunfo de la Revolución en 1959. Un guión que, con respecto a la política cultural, Fidel Castro esbozó en el denominado “Encuentro con los intelectuales”, tres jornadas históricas celebradas en la Biblioteca Nacional de La Habana en junio de 1961 en las que el nuevo régimen dejó sentadas las pautas por las que debía regirse el pensamiento de la época: no habría vida (intelectual) más allá del binomio patria-revolución, a saber: Martí y Fidel. Una vez derribada la dictadura de Batista, a la que se habían opuesto con más o menos ardor patriótico los intelectuales cubanos, estos buscaban su lugar en la alborada revolucionaria. Como otros, Piñera albergaba dudas y recelos sobre el nuevo papel que debía desempeñar la intelligentsia de la isla. Y así se lo hizo saber al Comandante: “Yo quiero decir que tengo mucho miedo. No sé por qué tengo ese miedo pero eso es todo lo que tengo que decir”. ¿Miedo? Piñera pronunció la palabra maldita, aquella que presidiría las relaciones entre la cultura y la Revolución (como quedó de manifiesto en el “caso Padilla” o en el “quinquenio gris”, de 1971 a 1976). Fidel respondió a las inquietudes de Padilla y otros con uno de esos discursos maratónicos que lo harían célebre (y que ha pasado a la historia como “Palabras a los intelectuales”). Y despejó incertidumbres: ¿Cuáles son los derechos de los escritores y de los artistas, revolucionarios o no revolucionarios? Dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, ningún derecho”. Es decir, la cultura quedaría atrapada en la isla entre la sumisión al nuevo establishment sovietizado y la “muerte civil”. Piñera, que ya había publicado sus mejores obras antes del triunfo revolucionario, editó algunos libros más en la década de los sesenta pero fue orillado poco a poco por los prebostes culturales del régimen. En 1969 publicaría su último libro en vida, bajo el curioso título de La vida entera. Desde entonces, hasta su muerte en 1979, no volvió a publicar una sola línea. Pero nunca dejó de escribir. El desdén de los dirigentes revolucionarios hacia Piñera mucho tuvo que ver con su condición de homosexual. Baste recordar que en el primer congreso de Educación y Cultura, celebrado en 1971, el régimen había definido la homosexualidad como una “patología social”. El propio Piñera ya lo había presagiado en un pasaje de La vida tal cual, sus textos autobiográficos: “No bien tuve la edad exigida para que el pensamiento se traduzca en algo más que soltar la baba y agitar los bracitos, me enteré de tres cosas: lo bastante sucias como para no poderme lavar jamás de las mismas. Aprendí que era pobre, que era homosexual y que me gustaba el arte”. El relato de Abilio Estévez sobre la vida cotidiana de ese Bartleby clandestino es estremecedor, pues nos habla de un hombre que casi raya con el indigente. Un literato devenido en menospreciado traductor que se levantaba de madrugada para escribir y, cuando el día se echaba encima, “descendía hacia los abismos de la realidad con una jaba (bolsa) de saco, una cantina de metal y un frasco de medicina vacío”. El pomo de medicina era para el “café aguado” de la cafetería Las Vegas. En la cantina de metal le servían a Piñera unos espaguetis a pelo en una pizzería de la esquina de Infanta y San Lázaro. En la jaba guardaba el escritor el pastel con sabor a manzana que había comprado tras guardar una cola de una hora en el Supercake, una pastelería abierta en Zapata y Belascoaín. “Lo único que mereció (cuando murió) —escribe Abilio Estévez— fue una nota fugaz en los periódicos oficiales, la misma nota en todos los periódicos, con aquella helada sintaxis y estudiada economía de palabras”. Tal vez, mientras aguardaba la cola en el Supercake, Piñera se repitiera a sí mismo esa letanía que susurraba a sus allegados: “Nunca debí regresar de Buenos Aires”. En la Argentina vivió el poeta 12 años de forma intermitente (1946-1958) como funcionario de la embajada cubana. Fueron tiempos fructíferos para Piñera desde el punto de vista creativo. En esos años escribe su mejor novela, La carne de René (1952) los Cuentos fríos (1956) y buena parte de sus mejores obras dramáticas, además de dirigir la revista Ciclón, la contracara del Orígenes de Lezama Lima (otro de los grandes olvidados de la Revolución). Y frecuenta a algunos de los grandes narradores argentinos de la época: Borges, Sabato, Macedonio Fernández… El autor de El Aleph tuvo a bien publicar uno de los cuentos de Piñera en uno de los números de Anales de Buenos Aires (1947). Aunque sin duda el escritor del que más cercano se sintió fue Wiltod Gombrovizc. Gracias a sus conocimientos del francés, idioma que también hablaba el autor polaco, Piñera presidió el comité que realizó en el café Rex la traducción colectiva de Ferdydurke, el artefacto literario con el que Gombrovizc saltó a la fama y que vio la luz en español en 1947. En agradecimiento, Gombrovizc nombró a su colega cubano, con ironía ubuesca, “jefe del ferdydurkismo sudamericano”. Antes de la etapa argentina, Piñera ya había publicado la que acabaría siendo su gran obra poética: La isla en peso (1943), un libro que rompe con el barroquismo de autores como Lezama o Carpentier y también con el pensamiento tradicional cubano, que otorgaba al Caribe un componente mágico-espiritual arcádico, como recuerda el escritor Damaris Calderón. La isla, para Piñera, está marcada más bien por una condición negativa, claustrofóbica, por esa “maldita circunstancia” que canta el poeta: “Esta noche he llorado al conocer a una anciana que ha vivido ciento ocho años rodeada de agua por todas partes”. Como un río subterráneo, la palabra atrapada de Virgilio Piñera no ha cesado de empapar las distintas poéticas que se han sucedido en la isla desde los años sesenta del siglo pasado. La obra narrativa de Reynaldo Arenas (la versión rebelde de Piñera), Severo Sarduy, Abilio Estévez o Antón Arrufat le debe mucho al autor de Cuentos fríos. Ensayistas jóvenes como Rafael Rojas, Antonio José Ponte o Iván de la Nuez (los tres, en el exilio) reivindican en nuestros días el inconformismo intelectual de Piñera, un rasgo distintivo en toda su obra que, para Rojas y Ponte, invalida los homenajes y las vindicaciones actuales del aparato cultural del régimen. “Los atributos de Piñera que molestaban al Estado cubano, hace apenas 20 años, son los mismos que le han dado una presencia tutelar, cada vez más discernible entre las últimas generaciones de escritores de la isla y la diáspora”, escribe Rojas. Y añade: “Un escritor como Piñera merece que (…) se piense críticamente su apropiación por parte del mismo Estado que lo marginó y lo silenció. El mismo Estado que sostiene de jure y de facto leyes e instituciones que un admirador de El pensamiento Cautivo, de Milosz, no podría aprobar”. Porque el pensamiento en la isla, como recuerda Rojas aludiendo al libro de Milosz, sigue cautivo, apresado por la tenaza del discurso único. Solo desde algunas bitácoras del ciberespacio es posible la crítica. El escritor Ángel Santiesteban (autor del blog Los hijos que nadie quiso) se preguntaba recientemente cuántos libros dejó de escribir Piñera tras ser arrumbado por el régimen: “¿De cuántos maravillosos absurdos se privó la Literatura por culpa de los gendarmes de la cultura oficial cubana?”. La huella de Piñera llena las plumas de las últimas hornadas de poetas cubanos. Juan Carlos Flores, poeta de la marginalidad, esculpe versos-martillo desde su departamento en Alamar (en el extrarradio habanero), tan austero y sencillo como aquel de las calles 27 y N en el barrio del Vedado, cuartel general de la tristeza. Flores, como otros jóvenes poetas, también ha rendido tributo al escritor solitario, al francotirador, al nadador a contracorriente y a su visión negativa de la insularidad: “Oscar Wilde tuvo su estancia gélida, el aislamiento pudo ser la tuya. A la hora anunciada por los especialistas en posteridad te convertiste en una isla, isla hundida en qué profundo y olvidado mar oscuro”. Referencias http://www.jotdown.es/2012/11/virgilio-pinera-y-el-agua-por-todas-partes/

Roger Wolfe

Roger Wolfe nació en Westerham (Kent, Inglaterra) en 1962. Desde 1966 reside en España. Ha trabajado como mozo de supermercado, limpiapiscinas, repartidor, jardinero, barman y pinche de cocina, antes de ser traductor e intérprete. Su obra literaria, que comprende varios volúmenes de poesía, novela, relato y ensayo, se sitúa entre el realismo sucio y el expresionismo. Wolfe ha sido calificado como «escritor total en la mejor tradición sartreana; el más vigoroso y original creador de su generación». Narrativa * Quién no necesita algo en que apoyarse (1993). Relatos. * El índice de Dios (1993). Novela. Título original: Dios es un perro que nos mira. * Mi corazón es una casa helada en el fondo del infierno (1996). Relatos. * Fuera del tiempo y de la vida (2000). Novela. * ¡Que te follen, Nostradamus!, DVD, Barcelona, 2001. * Tiempos muertos, Huacanamo, Barcelona, 2009. Poesía * Diecisiete poemas (1986). * Máquina de sueños (1991). Plaquette. * Días perdidos en los transportes públicos (1992). * Hablando de pintura con un ciego (1993). * Arde Babilonia (1994). * Mensajes en botellas rotas (1996). * Cinco años de cama (1998). * Enredado en el fango (1999). * El invento (Antología poética) (2001). Selección de Aurora Luque y Emilio Carrasco. * Días perdidos en los transportes públicos (2004). * Vela en este entierro (2006). * Días sin pan, Renacimiento, Sevilla, 2007. * Noches de blanco papel, Poesía completa (1986-2001) Huacanamo, Barcelona, 2008. * Afuera canta un mirlo, Huacanamo, Barcelona, 2009. Ensayo-Ficción * Todos los monos del mundo (1995). * Hay una guerra (1997). * Oigo girar los motores de la muerte (2002). Traducciones * Lawrence Block, Los pecados de nuestros ancestros (1989). * Victor Bockris, Lou Reed: las transformaciones (1997). * James Crumley, Un caso equivocado (1990). * Heinz Hebeisen, Reino de los vientos: España en globo (1992). * Charles Bukowski, El capitán salió a comer y los marineros tomaron el barco (2000). * Louis de Bernières, Dionisio vivo y el señor de la coca (2000). * Ann Marlowe, Cómo detener el tiempo: la heroína de la A a la Z (2002). Otros * El arte en la era del consumo (2001). Miscelánea: poemas y relatos. * ¡Que te follen, Nostradamus! (2001). Diario. Premios * 1991: Premio Anthropos de poesía. * 2000: Premio Ciudad de Barbastro de Novela Corta por Fuera del tiempo y de la vida.

Germán Berdiales

Maestro, escritor, poeta y periodista, Germán Berdiales es recordado como autor de una fecunda serie de textos escolares que incentivaron el hábito de la lectura. Su biografía es ejemplo de que la nuestra fue tierra de grandes hombres. Germán Berdiales legó a la posteridad una obra de envergadura que se tradujo en verdaderos clásicos de la literatura juvenil. Nacido el 4 de septiembre de 1896 en el barrio porteño de La Concepción, su niñez transcurrió en aquel sector de Buenos Aires en el que todavía niños negros pululaban por sus calles. Ese recuerdo quedaría plasmado en una de sus poesías en la que dice: “Color a mi infancia, dieron niños negros, desde aquellos días, cariño les tengo”. Temprana vocación En 1912, siendo adolescente, mientras cursaba sus estudios secundarios, Berdiales se inició en el periodismo, colaborando con publicaciones de la época. Dos años después, al finalizar el magisterio, soñaba con enseñar. Así fue que dejó su ciudad encaminándose hacia la provincia de Chubut donde fue maestro de niños aborígenes durante varios años. Era su sueño hecho realidad y su vocación puesta a prueba. Y la desempeñó con esmero, ganándose el afecto de toda la población. El campo de las letras Allá en el lejano sur, Berdiales conoció a Pedro Inchauspe, un docente de su misma edad oriundo de Laboulaye, provincia de Córdoba, que por entonces ejercía las funciones de director de una escuela araucana. Inchauspe pasaría a la historia como un reconocido hombre de letras y con el corre de los años, Berdiales se convertiría en difusor de su obra. Tras su paso por aulas de La Pampa, nuestro personaje regresó a Buenos Aires donde, al cabo de un tiempo, fue nombrado inspector de escuelas. Según la investigación realizada por la docente Elisa D’Andrea, co-autora junto a Elsa Plácida Vulovic de una interesante nota titulada “Un retazo perdido de la niñez: Berdiales, el maestro poeta”, en 1942 el gran escritor era vicedirector de la Escuela Nº 21 “Juan José Paso” (Distrito Escolar Nº 8), en la calle Beauchef 1869. Allí fue donde dio impulso a una de sus más interesantes iniciativas: imponer a las aulas los nombres de destacados personajes de nuestro pasado, oportunidad en la que escribió “El romance de los nombres de nuestras aulas”, que dedicó a sus alumnos. Fueron sus últimos años en la docencia ya que en 1946 renunció al cargo de inspector para dedicarse de lleno a su verdadera pasión: las letras. Periodista Hemos dicho que en 1912, a los 16 años, Berdiales se inició en el periodismo. Sin embargo, sería a su regreso de La Pampa y la Patagonia que desarrollaría esa actividad con mayor empeño, colaborando con publicaciones de prestigio como “La Prensa” de la Capital Federal, “El Día” de La Plata, “El Monitor de la Educación Común”, “El Hogar”, “Pampa Argentina”, “Ficción”, “Mundo Argentino”, “Vinos, Viñetas y Frutas” y otras. Elsa Vulovic y Elisa D’Andrea han relevado gran parte del material elaborado por Berdiales, rescatando entre los muchos artículos que publicó: “Un argentino visita al autor de Cuore”, (domingo 9 de marzo de 1958), en el que hace referencia a Edmundo de Amicis y su obra más renombrada; “Salvador de Madariaga, abuelo – juglar”, publicado el 14 de julio de 1957; “Cuando Sarmiento era Sarmientito. Episodio vuelto a contar para los niños” (7 de octubre de 1956) y “Su silla de inválido fue un carro de combate” (6 de abril de 1958) tributo a la figura de Franklin Delano Roosevelt, todos ellos aparecidos en “La Prensa”. Su obra literaria Pese a lo dicho, la obra de Berdiales fue principalmente escolar. Hoy se lo recuerda como el gran poeta de la infancia y autor de hermosos textos juveniles, muchos de ellos publicados por la legendaria Colección Robin Hood. El primer libro de este gran escritor vio la luz en 1924 y se llamó Las fiestas de mi escuelita” con el subtítulo: Comedia. Diálogos, Monólogos y discursos. Para la escuela y el aula. Se trataba de teatro infantil y fue reeditado en veinte oportunidades. Le siguieron: Fábulas en acción (1927), Padrino (1929), El último castigo: cuentos para padres y maestros (1929), Fabulario (1933) y Maestros del idioma (1936). 1937 fue un año de intensa producción para Berdiales ya que, durante el mismo aparecieron La canción de cuna y Risa y sonrisa de la poesía niña,Cuentos dramatizados y Teatro cómico para niños, editados al año siguiente. En 1939 apareció El arte de escribir para los niños, seguido por Cielo pequeñito (1940), El teatro de los más chicos (1941), Coplas argentinas (1942), Nuevo ritmo de la poesía infantil (1943), Lecturas para la niña que se hace mujer (1944), Leyendas argentinas (1954), Los versos (1959) y Cien cuentos y leyendas en verso (1965). Textos de lectura escolar Gran parte de los libros de Berdiales estuvieron destinados a los escolares. Joyitas: recitados para los jardines de infantes (1930), Teatro histórico infantil. Leyendas americanas adaptadas para la escena (1931), Jugando: lecturas graduadas para 2º grado (1933), Tierra virgen: método gradual de lectura (1934), Nuevo teatro escolar (1937), Actividades y conocimientos: lecturas para 1ero. Superior (1938), Nuevo mundo: lecturas para 5º grado (1942) y Voces de hombres: lecturas para la 3ª sección de escuelas de adultos (1942) los tres últimos escritos en colaboración con Pedro Inchauspe, son algunos ejemplos de ellos. Colección Robin Hood Como a Eros Nicola Siri, de quien hicimos referencia en nuestra edición N°37, la recordada Colección Robin Hood, fundada por Modesto Ederra, publicó obras de Berdiales. Fueron ellas El hijo de Yapeyú (1952), Al maestro de América (1954), El primer soldado de la libertad (1950) y Teatro Robin Hood (1960), bellísimos exponentes de la literatura juvenil. El ideal sanmartiniano En el trabajo de Berdiales, eminentemente infantil, se nota claramente su admiración por el general José de San Martín. El hijo de Yapeyú es la vida anec-dótica del Libertador desde su cuna correntina hasta su llegada a Cuyo y en El primer soldado de la libertad, su derrotero desde el cruce de Los Andes hasta sus últimos días en Boulogne-Sur-Mer. Pero es en Habla San Martín: su vida y sus ideas (1940), donde su fascinación se percibe con mayor claridad. También Sarmiento acaparó su atención, dedicándole a su figura Al maestro de América y Antología total de Sarmiento. Escritor católico Berdiales fue un individuo profundamente católico devoción que quedó plasmada en algunos de sus escritos, dos de ellos Retablo Divino y El Divino Maestro. Además, libros como Cielo Pequeñito, bellamente ilustrado por Oscar Soldati, vieron la luz a través de conocidas editoriales religiosas como San Pablo y Ediciones Católicas Argentinas. Difusor de cultura Germán Berdiales se prodigó por entero a la infancia y la juventud estudiosa. Instruir, enseñar, inculcar cultura y conocimientos fueron sus objetivos primordiales. A él se deben una condensación escolar del Quijote y la traducción y adaptación de Corazón, de Edmundo de Amicis. En otro orden de cosas, escribió el prólogo y glosario para la edición del clásico de Fray Mocho, Un viaje al país de los matreros y de Juvenilia, de Miguel Cané (lo mismo sus notas), ambas de la Colección Robin Hood, el del libro Mosaico de José Martínez Jerez (Colección Biblioteca Manantial) y el de Santos Vega y otros poemas. Suya fue la selección Tierra Prometida en la que varios autores le cantan a los pueblos americanos y a su pluma se deben las versiones castellanas de Pinocho y Peter Pan y Wendy. Reconocimientos Berdiales fue un autor ampliamente reconocido en su tiempo, tanto en el país como en el exterior. Su amistad con Gabriela Mistral fue conocida y la valoración que de su obra hicieron el español José Luis Sánchez Trincado y la educadora Fryda Schultz de Mantovani fueron dignas de mención. En la actualidad, un jardín de infantes de la ciudad de Santa Fe lleva su nombre. Este gran escritor argentino falleció el 17 de mayo de 1975 en su departamento de Parque Patricios sito en Av. Caseros 2695, esquina Catamarca, donde funcionó mucho tiempo una juguetería. Hoy su legado y su nombre van cayendo en el olvido, algo que esta sencilla evocación pretende evitar. Referencias http://www.cruzadadelrosario.org.ar/revista/0904/german.htm

Jacobo Fijman

El poeta olvidado Hay autores que no la han tenido nada fácil, a quienes les ha costado en verdad hacerse un espacio, o para quienes mantener su lugar fue complicado debido a diferentes circunstancias. Tal es el caso de Jacobo Fijman, sin duda un escritor que marcó las bases del vanguardismo argentino pero que fue fácilmente olvidado, al permanecer durante más de 28 años en un hospital psiquiátrico. Referencias http://www.poemas-del-alma.com/blog/especiales/hemos-olvidado-a-jacobo-fijman Jacobo Fijman (Orhei, Besarabia, actual Moldova, 25 de enero de 1898 – Buenos Aires, 1970) fue un poeta judeoargentino. Formó parte de la vanguardia literaria del grupo Martín Fierro, donde se vinculó con Jorge Luis Borges y Oliverio Girondo. Desarrolló varios oficios irregulares, y a partir de 1921 comenzó a padecer crisis mentales; crecientemente adepto al misticismo, se convirtió al catolicismo en 1930, y colaboró en varias revistas religiosas antes de ser internado definitivamente afectado de psicosis delirante en 1942. Moriría aún internado en 1970. Infancia y juventud Fijman, nacido en Europa, llegó a la Argentina en 1902, donde sus padres habían inmigrado en busca de trabajo; era el mayor de tres hermanos, y tres más nacerían ya en tierra argentina. Tras una breve estancia en Buenos Aires, se trasladaron al sur, donde su padre trabajaba colocando vías férreas en la línea de Río Negro. En 1907 se mudaron a Lobos, donde haría sus estudios primarios; desde niño mostró gran habilidad para el dibujo. Fijman, una personalidad tumultuosa y difícil, abandonó a su familia en 1917 para volver a Buenos Aires, donde estudiaría el profesorado en francés. Durante sus estudios en el Instituto de Lenguas Vivas se formó en filosofía antigua, griego y latín. Adepto al violín desde muy joven, acudió con asiduidad a los espectáculos de música clásica, mostrando verdadera pasión por Arcangelo Corelli. Ya graduado, trabajó brevemente como profesor en un liceo de señoritas, hasta sufrir la primera de sus crisis mentales. Abandonando trabajo y hogar, vagabundeó por la Argentina ganándose la vida como músico callejero; de esta época datan sus primeros poemas. Llegado al Chaco, trabajaría como peón rural un tiempo antes de regresar a Buenos Aires. Su aspecto y costumbres resultaban chocantes para la época, y a inicios de 1921 fue detenido por la policía, salvajemente interrogado y recluido en la cárcel de Villa Devoto. La crisis mental que le produjo el maltrato llevó a su primera internación en el entonces Hospicio de las Mercedes, afectado de delirios. Fue dado de alta seis meses más tarde, después de haber sido sometido a tratamientos que incluían el electroshock. La bohemia Intentó restablecerse, trabajando como periodista primero en el Uruguay y luego para Mundo Argentino y la revista de la comunidad judía, Vida Nuestra; en esta última aparecen sus primeros poemas publicados, gracias a su amigo de infancia Carlos Grünberg. Tras un nuevo viaje hacia el Litoral, regresa a Buenos Aires, y desempeñaba esta profesión cuando Leopoldo Marechal, promotor de la revista Martín Fierro, lo invitó a unirse al grupo; allí conoció a numerosas personalidades de la vanguardia local, como Pompeyo Audivert, Alfredo Bigatti, Girondo, Leopoldo Marechal, José Planas Casas y Antonio Vallejo. Los poemas y relatos que publica en varias revistas atrajeron atención, y por esa misma época, en 1926, vio la luz su primer libro Molino Rojo. Sobre Molino Rojo, Fijman dice que "En Molino Rojo hay una gran influencia de la sonata de Corelli 'La locura'. Esta sonata tiene dos formas de ejecución. 'El Loco' y 'La Loca'(...)Molino rojo tenía un título que atrapaba a los anarquistas y socialistas. Reaccionan instantáneos ante el color rojo. Se notaba en la ciudad un estado de demencia general. Y en Molino Rojo desde luego, hay una intención que empieza por la demencia..." Su estado se había agudizado entretanto, abrazando una suerte de misticismo fascinado con la religiosidad medieval. Sin embargo, pudo desempeñarse con elegancia como columnista de arte para el diario Crítica, cuyo fundador, Natalio Botana, lo había contratado junto con el célebre piscólogo Enrique Pichón Rivière para la sección de cultura. Entre 1927 y 1928 viajó por primera vez a Europa desde su llegada infantil a las costas argentinas; acompañado de Vallejo llegó a París, donde el surrealismo estaba en plena efervescencia, y conoció allí a los grandes poetas del movimiento, entre ellos André Breton, Paul Éluard y Antonin Artaud. Pese a las afinidades literarias, la inclinación mística lo distanció de los poetas. Contaría más tarde que (...) con Artaud nos conocimos en un café, en La Coupole. Estuvimos a punto de pelearnos. Yo me identificaba con Dios y Artaud con el diablo. Y el conde de Lautréamont era un loco perverso. Se había entregado a los vicios y hacía con ellos poesía. Compensó esas compañías con la frecuente visita de templos y catedrales. El misticismo Desanimado, regresa a la Argentina presa de una gran crisis de fe. Sigue en contacto con la bohemia local, y entabla amistad con el pintor Benito Quinquela Martín, con quien coincide en el Café Tortoni. Fascinado con la pintura medieval y la iconografía religiosa, cuenta entre sus pocas posesiones con estampas de santos e imágenes de la Virgen María; a instancias de su amigo Mario Pinto, comienza a concurrir a reuniones evangélicas organizadas por los monjes benedictinos, y traba amistad con varios escritores católicos que alcanzarían relativa fama en la revista Número. En septiembre de 1929 aparece su segundo libro, Hecho de estampas, algunos de cuyos poemas habían aparecido previamente en La Nación. Recibe una recepción calurosa por parte de la intelectualidad católica, y Tomás de Lara le dedica páginas elogiosas en el órgano de la progresía eclesiástica, Criterio. El 7 de abril de 19301 es bautizado en la fe católica. Número, que publica obra literaria y crítica suya, anuncia la finalmente frustrada publicación de San Julián el Pobre (cuentos), que debería haberse dado a imprenta en la primavera de ese año. A fines de ese año vuelve a la enseñanza del francés y ahorra algún dinero; gracias a ello, volvería a Europa en un segundo viaje, planeado éste con la ambición de tomar votos sacerdotales y dedicarse a la penitencia entre los benedictinos de Bélgica. Lo atormentaba sin embargo su amor por Teresa, sobrina de Oliverio Girondo, que aparece reiteradamente en sus obras de esta época. Mucha de su producción de estos años aparece en Número, antes de dar a luz su tercer volumen de versos, Estrella de la mañana (et dabo illi stellam matutinam), aparecido durante la dictadura de José Félix Uriburu. Número desapareció en el curso de 1931, y Fijman se vio nuevamente reducido a la indigencia. Volvió a tocar el violín en las calles y en bares como medio de subsistencia, mientras eludía a sus conocidos; en 1933 La Nación publicó dos obras suyas, y en 1934 ARX imprimiría su poema Letanía del agua perfecta, pero tendría poco contacto con amigos y familia. Apenas la muerte de su madre el 23 de abril de 1934 lo lleva a visitarlos brevemente para desaparecer luego de nuevo. Como durante su primera crisis, en este período de penuria dibuja compulsivamente, y sobre todo, lee y estudia, devorando las obras de los peripatéticos y los escolásticos. Concurría asiduamente a la Biblioteca Nacional Argentina hasta octubre de 1942, cuando el director de la misma, a la sazón el célebre antisemita Gustavo Martínez Zubiría, decidió prohibirle la entrada aduciendo que se había dirigido de manera irrespetuosa y violenta al personal. Atacado por una de sus crisis, deambuló varios días por la ciudad, y su comportamiento errático llevó a que la policía allanase el ático en que vivía sobre la Avenida de Mayo; tras la puerta abierta, los oficiales que efectuaron la operación encontraron dos carpetas con apuntes, una caja de lápices, casi un centenar de libros, un peine y una única muda de ropa sucia y en mal estado. Segunda internación Tras exámenes que lo declaran afectado de alienación mental volvió a ser confinado en Villa Devoto, y el 2 de noviembre en el Instituto Neuropsiquiátrico José T. Borda, de donde no sería ya dado de alta. El brutal tratamiento psiquiátrico incluiría nuevos electroshocks y una constante dosis de sedantes. La década siguiente sería trágica; internado en el hospital, y luego trasladado durante unos años a la Colonia de Alienados Open Door, Fijman careció de contacto con la realidad. En 1948 aparecería retratado en el celebérrimo Adán Buenosayres de Marechal, apenas disimulado con el nombre de Samuel Tesler, "el filósofo villacrespense" y reaparecerá también en Megafón o la guerra de 1970; pero ninguno de sus antiguos amigos haría contacto con él hasta 1952, cuando Osvaldo Dondo, antiguo colaborador de Criterio logra que lo devuelvan al Borda y ve con entusiasmo algunos signos de recuperación. Al año siguiente el diario Clarín publicó la primera nota sobre Fijman en casi dos décadas. Con claras señales de mejoría, Fijman pintó y escribió con ahínco durante estos años; declararía más tarde que "entre mi pintura y mi poesía hay una misma mano. Las mismas concepciones". Logró permiso para salir del hospital, y se encontró con antiguos amigos y colaboradores, como Dondo, Lisandro Galtier, y Juan Jacobo Bajarlía. Aparecieron nuevas notas sobre Fijman a partir de 1958, y en ese mismo año logró obtener una pensión de la Sociedad Argentina de Escritores. Para mejorar sus ingresos, traducía obras del francés para los psiquiatras del hospicio. En 1962 y 1964 parte de su obra fue recopilada como parte de antologías; en 1966 apareció por primera vez en más de 30 años obra inédita, publicada por Galtier en la revista Testigo. Otro poema aparecería dos años más tarde, atrayendo la atención del escritor y abogado Vicente Zito Lema. Tras entablar amistad con el poeta, Lema bregó por obtener su tutela, obteniéndola finalmente en 1969. En mayo de ese año apareció el primer número de la revista Talismán, editada por Lema y dedicada por entero a Fijman, con el subtítulo poeta en hospicio. Pocos meses más tarde la revista Extra, de Bernardo Neustadt, publicó varias notas del mismo Fijman, y su figura volvió a cobrar celebridad. Las revistas de sociedad se ocuparían de él durante un tiempo, y el poeta recibiría invitaciones para publicar y aparecer en los medios; en 1970, invitado a una emisión cultural del Canal 7, Fijman provocó quizás su último escándalo al declarar públicamente que todos los domingos, en misa, los sacerdotes comen mierda. Lema publicó en julio de ese año El pensamiento de Jacobo Fijman, o el viaje hacia la otra realidad. Gravemente enfermo, Fijman dejó de ser capaz de pasar los fines de semana en la casa de su tutor; aterrado por la perspectiva de una autopsia, pidió reiteradamente a Lema que no permitiera que le destrozaran la cabeza después de muerto. El 1 de diciembre de 1970 falleció, víctima de un edema pulmonar. Pocos amigos acompañaron su velatorio en la sede de la SADE. En 1985 una semblanza póstuma lo recordaría como Jacobo Fiksler en la novela El que tiene sed, de Abelardo Castillo. Obras Se indican sólo las ediciones actualmente disponibles. * Fijman, Jacobo (1985). Poemas. Zaragoza: Olifante Ediciones de Poesía. Selección de poemas. * Prólogo de Alberto Luis Ponzo; selección y notas de Carlos Vitale. ISBN 84-85815-10-6. * Fijman, Jacobo (1998). San Julián el pobre. Buenos Aires: Araucaria. Ed. Alberto a. Arias. * Fijman, Jacobo (2003). Poesía completa. Buenos Aires: Del Dock. ISBN 987-559-037-1. * Fijman, Jacobo (2005). Obras (1923-69) 1: Poemas. Buenos Aires: Araucaria. Ed. Alberto a. Arias. * Fijman, Jacobo Romance del vértigo perfecto. editorial = Buenos Aires: Descierto año = 2012 Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Jacobo_Fijman

Conde de Villamediana

Por Luis de Góngora Al conde de Villamediana, celebrando el gusto que tuvo en diamantes, pinturas y caballos Las que a otros negó piedras Oriente, Émulas brutas del mayor lucero, Te las expone en plomo su venero, Si ya al metal no atadas más luciente. Cuanto en tu camarín pincel valiente, Bien sea natural, bien extranjero, Afecta mudo voces, y parlero Silencio en sus vocales tintas miente. Miembros apenas dio al soplo más puro Del viento su fecunda madre bella, Iris, pompa del Betis, sus colores; Que fuego él espirando, humo ella, Oro te muerden en su freno duro, Oh esplendor generoso de señores. Juan de Tassis (o Tarsis) y Peralta, II Conde de Villamediana, (Lisboa, 1582 - Madrid, 21 de agosto de 1622), poeta español del Barroco, adscrito por lo general al Culteranismo, si bien siguió esta estética de modo muy personal. Fue hijo de María de Peralta Muñatones, y de Juan de Tassis y Acuña, Correo Mayor del reino que gracias a su labor como organizador del servicio de postas había recibido el título de nobleza en 1603. Villamediana vivió en el ambiente palatino desde su infancia, recibiendo una excelente educación del humanista Luis Tribaldos de Toledo y de Bartolomé Jiménez Patón, quien dedicó su Mercurius Trimegistus a su pupilo. Gracias a sus dos tutores, gozó de una excelente formación en letras y de un profundo conocimiento de los clásicos y compuso algunos poemas en excelente latín humanístico. Pasó por la universidad, pero no realizó ninguna carrera. Cuando Felipe III fue al Reino de Valencia para celebrar su matrimonio con Doña Margarita de Austria, Don Juan le acompañó y se distinguió tanto que el Rey le nombró Gentilhombre de su casa. En Palacio conoció a la noble doña Magdalena de Guzmán y Mendoza, de gran influencia en la Corte como viuda de Martín Cortés de Monroy, II Marqués del Valle de Guajaca (Oaxaca), y como futura aya del hijo que iba a tener la reina; pese a la diferencia de edad sostuvo una relación con ella que terminó mal; un soneto anónimo que circuló por Madrid decía que no se portó muy bien con ella e incluso la llegó a abofetear en mitad de la representación de una comedia, delante de todo el mundo, por lo que se dice que Doña Magdalena siempre le amó y le odió al mismo tiempo. Trasladada la Corte a Valladolid, donde permaneció cinco años, contrajo matrimonio en 1601 con Doña Ana de Mendoza y de la Cerda, descendiente del famoso Marqués de Santillana, de la que tuvo varios hijos, todos malogrados. Al morir su padre en 1607 asumió el título y el cargo de correo mayor del reino. Pero por su talante agresivo, temerario y mujeriego adquirió pronto una reputación de libertino, dandy, amante del lujo, de las piedras preciosas, los naipes y los caballos, y llevó una vida desordenada de jugador, alcanzando una reputación de adversario temible sobre el tapete por su gran inteligencia. Sin embargo estos excesos le valieron dos destierros, fuera de por haber arruinado a varios caballeros importantes, también por sus fortísimas sátiras, en las que zahería sin piedad alguna las miserias de casi todos los Grandes de España, ya que como perteneciente al mismo estamento que ellos conocía bien sus defectos y flaquezas, y sabía por dónde atacarlos y hacer daño. El primero de sus destierros le llevó a Italia, donde estuvo entre 1611 y 1617 con el Conde de Lemos, nombrado virrey de Nápoles. Ya vuelto a España, atacó en varias sátiras la corrupción alcanzada bajo el validato del Duque de Lerma y don Rodrigo Calderón durante los últimos años del reinado de Felipe III, de forma que estos lograron del rey que le desterrara otra vez de la Corte en 1618, aunque esta vez a Andalucía, de donde regresó al poco al fallecer el Rey, favorecido como fue por el nuevo valido, el Conde Duque de Olivares. Tuvo numerosas amantes, con las cuales llegó a veces a las manos públicamente, como en una ocasión durante el estreno de una comedia, y no se paró ante amoríos peligrosos como con una de las cortesanas del rey, una tal Marfisa, quizá doña Francisca de Tavara, bellísima joven portuguesa, dama de la reina y amante del rey. La leyenda afirma también que incendió premeditadamente el coliseo de Aranjuez mientras, durante las fiestas de celebración del aniversario del rey Felipe IV, se estrenaba ante la reina, el 8 de abril de 1622, una obra suya, La gloria de Niquea, inspirada en un episodio del Amadís de Grecia, para poder salvarla en brazos, ya que estaba enamorado de ella y aun tocarla siquiera estaba penado con la muerte. Existe también la leyenda de que se presentó a un baile con una capa cubierta de reales de oro, con lo que aludía a su suerte en el juego, y con la leyenda "Son mis amores reales", lo que era un triple sentido con la palabra reales muy peligroso para la época; con este título y sobre este episodio escribirá en el siglo XX un drama Joaquín Dicenta. Otra leyenda es la del origen de la expresión "Picar muy alto", que se cree se debió a las habilidades como picador del Conde, que al ser alabadas por la reina, el rey respondió: "Pica bien, pero pica muy alto" (con evidente doble sentido, debido a sus escarceos con la reina). Luis Rosales ha descubierto, además, que la Inquisición le abrió un proceso secreto por sodomía con algunos esclavos negros y conjetura que el rey Felipe IV ordenó su asesinato para evitar el escándalo, aunque muchos tenían sobrados motivos para desear su muerte, no ya por las sátiras o por haberles ocasionado la ruina, sino por problemas también de faldas, incluido el mismo monarca. Consciente de su carácter temerario y atrevido, un sombrío pesimismo aparece en la mayoría de las composiciones del Conde, quien escribió aquellos versos celebérrimos: Sépase, pues ya no puedo levantarme ni caer que al menos puedo tener perdido a Fortuna el miedo Fue asesinado por Alonso Mateo o Ignacio Méndez, ballesteros reales que quedaron impunes a causa de la alta protección de que gozaban y se le sepultó en la bóveda de la capilla mayor del Convento de San Agustín, en Valladolid. Los promotores o autores intelectuales del crimen fueron Felipe IV o más probablemente el Conde-Duque de Olivares; el momento escogido fue cuando iba en un coche con el Conde de Haro por la Calle Mayor de Madrid; el móvil fue, quizá, evitar el escándalo del proceso secreto que la Inquisición levantó contra él; por eso el crimen quedó impune y se mandó guardar silencio sobre él. Pero el hecho causó sensación, y todos los poetas famosos se aprestaron a escribir epicedios en verso sobre el Conde, empezando por su amigo Luis de Góngora, quien atribuyó al rey la orden, continuando por Juan Ruiz de Alarcón, que lo acusó de maldiciente, y terminando por Francisco de Quevedo, quien, pese a ser enemigo suyo, escribió "que pide venganza cierta / una salvación en duda". Fueron inculpadas por sodomía y pecado nefando muchas personas, desde criados y bufones de varias casas aristocráticas hasta sus mismos amos, entre ellos el primogénito del conde de Lemos, quien logró poner mar por medio marchando a Italia para sobrevivir al castigo, si bien sus sirvientes pagaron con la vida la culpabilidad del amo, sucumbiendo en la hoguera el 5 de diciembre de 1622 en la plaza Mayor de Madrid cinco personas: un bufón al que apodaban Mendocilla, un mozo de cámara del conde de Villamediana, un esclavillo mulato, otro lacayo de Villamediana y don Gaspar de Terrazas, paje del insigne duque de Alba. El poeta y dramaturgo Don Antonio Hurtado de Mendoza pintó su carácter en un romance a su muerte: a sabéis que era Don Juan dado al juego y los placeres; amábanle las mujeres por discreto y por galán. Valiente como Roldán y más mordaz que valiente... más pulido que Medoro y en el vestir sin segundo, causaban asombro al mundo sus trajes bordados de oro... Muy diestro en rejonear, muy amigo de reñir, muy ganoso de servir, muy desprendido en el dar. Tal fama llegó a alcanzar en toda la Corte entera, que no hubo dentro ni fuera grande que le contrastara, mujer que no le adorara, hombre que no le temiera El asesinato inspiró en el XIX varios romances históricos del Duque de Rivas y también algún drama romántico, como También los muertos se vengan de Patricio de la Escosura (1838), la novela de Ceferino Suárez Bravo El cetro y el puñal (1851) y algunos relatos breves así como un cuadro de historia de Manuel Castellano en 1868, ahora en el Museo del Prado; en el siglo XX, el drama de Joaquín Dicenta Son mis amores reales y varias novelas: Decidnos: ¿quién mató al Conde? de Nestor Luján, Capa y espada de Fernando Fernán Gómez (2001) y El pintor de Flandes de Rosa Ribas (2006). Tras su muerte, sus cargos pasaron a su primo Don Íñigo Vélez de Guevara y Tassis, conde de Oñate, hijo de Pedro Vélez de Guevara y María de Tassis. Obra literaria Una primera colección de sus Obras apareció en Zaragoza en 1629. Comprende poemas de asunto mitológico (Fábula de Faetón, largo poema de hacia 1617 compuesto en octavas reales del que Vicente Mariner tradujo doscientas veintiocho al latín en hexámetros; Fábula de Apolo y Dafne, Fábula de Venus y Adonis) que reflejan una clara influencia de Góngora; la comedia La gloria de Niquea (1622), basada en el Amadís de Grecia, y más de doscientos sonetos, epigramas y redondillas de tema amoroso, satírico, religioso y patriótico, en las que cultiva un particular conceptismo, mientras que reserva su también original culteranismo para los poemas en arte mayor. Una segunda edición fueron las Obras de don Juan de Tarsis Conde de Villamediana, y correo mayor de Su Magestad. Recogidas por el licenciado Dionisio Hipólito de los Valles. Madrid, por Maria de Quiñones a costa de Pedro Coello, 1635. Villamediana se sabía condenado a morir joven y en su poesía aparece este sentimiento fatalista plasmado a través del mito ovidiano de Faetón, en que también es posible observar un cierto complejo edípico respecto a su padre. Son sus temas poéticos predilectos el silencio, el desengaño, la temeridad, el mito de Faetón y todos los relacionados con el fuego. Se muestra especialmente introspectivo en las redondillas y suele acumular los pronombres personales en señal de desequilibrado narcisismo. Su lenguaje poético, esencialmente culterano, introduce cultismos nuevos que no aparecen en las obras de Luis de Góngora, que era amigo suyo. Escribió especialmente sonetos de diversos temas morales, amorosos y especialmente satíricos; algunos de los mejores son los dedicados a su destierro, como "Silencio, en tu sepulcro deposito...", que ha pasado a todas las antologías de poesía barroca: Silencio, en tu sepulcro deposito ronca voz, pluma ciega y triste mano, para que mi dolor no cante en vano al viento dado y en la arena escrito. Tumba y muerte de olvido solicito, aunque de avisos más que de años cano, donde hoy más que a la razón me allano, y al tiempo le daré cuanto me quito. Limitaré deseos y esperanzas, y en el orbe de un claro desengaño márgenes pondré breves a mi vida, para que no me venzan asechanzas de quien intenta procurar mi daño y ocasionó tan próvida huida. También dedicó algunos esfuerzos a la traducción libre o parafrástica de dos autores: el italiano Gianbattista Marino y el portugués Camoens. Del primero tradujo los 552 versos de la Fábula de Europa, que se convirtieron en 732 más 58 de la dedicatoria. Del segundo cuatro o cinco sonetos. La vida y obra de Juan de Tassis ha sido estudiada por Emilio Cotarelo, Juan Manuel Rozas, Luis Rosales y otros autores. Obras * Villamediana, Juan de Tassis y Peralta, Cancionero de Mendez Britto: poesías inéditas del Conde de Villamediana Edición, estudio y notas de Juan Manuel Rozas. Madrid: Consejo * Superior de Investigaciones Cintíficas, 1.965. * Villamediana, Juan de Tassis y Peralta, Cartas Madrid: Ediciones Escorial, 1943. * Villamediana, Juan de Tassis y Peralta, Obras Edición, introducción y notas de Juan Manuel Rozas. Madrid: Castalia, 1969. * Villamediana, Juan de Tassis y Peralta, Poesía impresa completa. Edición de José Francisco Ruiz Casanova. Madrid: Cátedra, 1990. * Villamediana, Juan de Tassis y Peralta, Poesía inédita completa. Ed. Francisco Ruiz Casanova. Madrid: Cátedra, 1994. Villamediana, Juan de Tassis y Peralta, Poesía, ed. Mª T. Ruestes, Barcelona, Planeta, 1992 Referencias Wikipedia - http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_de_Tassis_y_Peralta

Rafa Dedi

RAFA DEDI (RAFAEL DE DIOS GARCÍA), poeta y actor, Riaguas de San Bartolomé (Segovia), año 1957. Su pueblo natal (...donde cuidan ganado y labores/ unos hombres sin nombre que nombro.); Segovia, donde estudió ( Libro Segovia, mis raíces); Leganés, donde pasó parte de su vida (Revista Taller Literario; libro Como ángeles sin alas, junto a su gran amigo Pedro Cordero Alvarado, extraordinario poeta y heraldista, que le cita en la página 604 de su reciente libro de memorias titulado “Infinito es Mujer”, etc.), Menorca (Libro Mar azul, mar negra) y Ayllón son los lugares en los que escribió la mayor parte de su obra. Sus paisajes y gentes le sirvieron como fuente de inspiración Fue corresponsal y colaborador de “El Adelantado de Segovia”. Incluido en numerosas obras antológicas (Antología 50 poetas contemporáneos de Castilla y León , etc.), es miembro de varias asociaciones y grupos culturales y colabora asiduamente en revistas y periódicos. Algunos poemas de su libro Poemas a las cosas aparecen en los libros de lecturas (Calidoscopio, 4º y Perinola 5º de Primaria) de la editorial EDELVIVES y en los libros Idioma y Fantasía 4º, Idioma y Fantasía 5º y Aplausos 4º, que publica la editorial DISTRIBUIDORA NORMA en Puerto Rico. Galardones Primer Premio “Villa de Leganés (Leganés, Madrid, 1981) con Nací para ser libre. Primer Premio “AGA” (Bilbao, 1984) con Corazones arrecidos. Primer Premio AGA (Bilbao, 1986) con Estación de penuria. Primer Premio AGA (Bilbao, 1992) con Hombres de polvo. Mención Honorífica “Ciudad de Miranda” (Miranda de Ebro, Burgos, 1995) con De los sotos al páramo. Primer Premio “Sindicato Nacional de Escritores Españoles” (1995) con "Poemas a las cosas". “Medalla de Oro de San Isidoro de Sevilla” (Sindicato Nacional de Escritores Españoles, 1998). Obra literaria Ha publicado los siguientes libros: Poe (1980); Nací para ser libre (1981); Segovia, mis raíces (1983); La promesa (1987); Hombres de polvo (1992); Si no fuera por ti (1994); Poemas de abatimiento (1995); De los sotos al páramo (1996); Poemas a las cosas (1996); Mar azul, mar negra (1998), Rafa Dedi, poemas (2000), Vivir con vida (2010), Cuando pongo “Te quiero” (2012). Sobre su obra Rafa Dedi es un pozo enorme de contenidos profundos. Ramón Espinar Gallego, Alcalde de Leganés y, poco después, Presidente de la Asamblea de Madrid. Prólogo del libro “Como ángeles sin alas”, 1981. El autor ha pretendido y afortunadamente conseguido plasmar toda la emoción, todo el encanto, toda la nostalgia de los campos enfermos y sedientos: “Segovia es soledad, tierra desierta./ Engendro de futuros emigrantes/ Y pasto de vejez y de miseria” Luis Mínguez “Orejanilla” (poeta, crítico, antólogo, articulista...). Prólogo del libro “Segovia, mis raíces”, 1983 Un poeta puro de nuestra tierra, que sabe interpretar las representaciones del espíritu de forma intimista y sincera, con desnudez de alma y con la riqueza melódica necesaria para que sus versos, uno a uno, vayan calando en la sensibilidad del lector. Pablo Martín Cantalejo, director de “El Adelantado de Segovia”, 1987. Prólogo del libro “La promesa”. Rafael de Dios García es, ante todo, hombre de la tierra, él está orgulloso de serlo, porque se encuentra muy a gusto en contacto con la Naturaleza, a la que vive intensamente. Conoce la vida de la gran urbe, donde se ha movido en medios literarios y artísticos, pero ha preferido volver a sus orígenes. Rafael de Dios, en éste por ahora su último libro, “La promesa”, se reafirma como amante de lo natural, de todo lo que hay de sencillo y de vivo en torno a nosotros. Rafael de Dios, con su poesía reflexiva, cálida, canta a todo lo que ven sus ojos, todo tiene algo de encanto y de nuevo para él. Todo lo que significa progreso le sirve igualmente, porque Rafael de Dios, ni en sus ideas ni en su poesía es estático, sino todo lo contrario; lleno de vitalidad, de ideas, de deseos de hacer, canta con su poesía risueña a todo y a todos. “El Adelantado de Segovia”, viernes 18 de marzo de 1988, pág. 5. “A veces intentan olvidar, porque el olvido es una pena que no se llora”. Una pena que no se llora. ¿Cómo coño consiguen los poetas decir tanto con tan pocas palabras? 7 de octubre 2005. Blogs 20minutos. Manolo Saco, periodista. Rafa, con más nostalgia que nadie por estos parajes un día cultivados y hoy preteridos y a la buena de Dios, restaña su pecho magullado así: “Trago viene, trago va,/ que se beben los sudores/ y que no les saben mal” Se refiere a aquellos duros agricultores de las tierras negras y rojas que ya no volverán. Al bolsillo de la camisa lo sublima con esta hermosa y virguera cuarteta: “Bolsillo de la camisa:/ de ti tengo celos yo,/ pues quisiera estar tan cerca/ como tú del corazón”. Apuleyo Soto, “Por el Duratón al Duero”, 2006. Pág.77. Frases célebres de Rafa Dedi: El olvido es una pena que no se llora. El refugio no evita la tormenta. El que llora de verdad, llora más que lágrimas. Más frases: http://www.frasesgo.com/autores/frases-de-rafa_dedi.html Página web: http://rafadedipoetayactor.wordpress.com/ http://www.catedramdelibes.com/autores.php?id=1212 http://www.poesi.as/pcrafded.htm http://www.poesiacastellana.es/poemas.php?id=Dedi,Rafa Correo electrónico: [email protected]




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