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Una revelación

Mantengo el pálpito más allá del cristal
y predestino estos trazos a la noche
El amor se presenta taciturno
Balbucea
Me persigue esquivo
Y encuentro el deseo
El Übgrund –azul– sobre el que nuestras manos se alejan
mirándose
Y esta imagen es en sí un ofrecimiento
colapso entre dos cuerpos
En este espacio
Que me apresa más allá de mi jaula
Luego digamos que se atiene la mano
A una marea que circunscribe el paso
de un beso al subsiguiente
El pecho liba y se despoja (de sí)
“Tómalo para ti “ (Y aquí hay un pacto)
Que se rompe desde que las manos se tocan
Luego el cristal estalla en el suelo
Y la noche cabalga a la noche
Remitiendo el sinsentido del resto
¿Pero qué es ya verdad en este entre
donde el motivo se desvela callado?
 
Iríamos través las hojas
En una lejanía mayor que nuestras manos
Reposamos por un instante nuestros pies sobre el fango
Me hablas en un idioma nuevo
Y yo te respondo
Sin la garantía de que tú vuelvas a hacerlo
Pero me giro y sonríes
Seguimos ascendiendo
¿Hacia dónde? No lo sé
Aunque confesaré
Que me entristece la idea del retorno
 
¿Con qué autoridad me toma de la cintura volandera
Cortocircuitando el deseo?
¿Con qué derecho me miras
Con mi nombre
Pronunciando el gesto?
Difiriendo del mío,
Lo retengo y desvelo el cuerpo
¡Y qué si me pierdo!
Si no me persigues en esta selva negra
y nuestros pies se detienen en el fango
Aun más rozan el espectro
de tu pecho y mi teta desnuda
Cuando la savia se desliza en silencio
La noche recubrirá este espejo
Una bóveda invertida suple tu cuerpo, con el mío (y viceversa)

Preferido o celebrado por...
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