Cargando...

Camino por una ciudad que ya no me habita

“Camino por una ciudad que ya no me habita”, por un mar de lenguas, que sin voz habla. Una voz que se disuelve entre las partículas del aire y unas palabras que lloran preocupación y desesperación.

Camino por las miradas insípidas, sin recorrer la suya. La que, como el fantasma de la utopía se esfumó entre los árboles y el sonido de la tranquilidad.

Camino entre ríos de agua-ardiente, que ya no quema la garganta, pero arden en el infierno del pecho. Por cenizas de Malboro rojo que reflejan mis ojos llenos de humo, gris, como este día.

Solo camino sin pensar a donde voy, creyendo que lo puedo encontrar, pero se aleja a cada paso que doy, con su mirada utópica que me tiene como un soldado herido que cree llegar al fin de la guerra, esa que termina con los humanos pero comienza con la muerte. Con la inconformidad de vivir consigo mismo y no con miradas utópicas como la suya.

Me perdí buscándolo, me encontré perdiendolo y siempre mirándolo. Pero era suficiente para el, dejarme a la deriva en un mar de lenguas donde la suya se había extinguido, donde su sabor se había perdido.

Preferido o celebrado por...
Otras obras de La Otra...



Top