Cómo desglosar el palpito de mi alma al rozar su piel.
Cómo desglosar el olor que iracundo rastreaba lo inombrable y lo movilizaba a través de lo palpable.
Si tampoco el diccionario ha logrado nombrarle y la luna en una noche acompasada ha perdido ya la noción de nuestra existencia.
Cómo se despliega el recuerdo de la caricia y el suspiro que anuncia el tiempo anulado en una eterna noche de lágrimas y desentierros.
Ya el frío advertía la cobardía de la que tan valiente juro declarar amor.
Y ya el polvo barría el impulso arrepentido del dolor.