#hialina #sucia #verdad
Era consciente de que estaban detrás del espejo, observando, mirando, esperando como habían hecho siempre a que me sacara el pene. Su forma de humillarme, de torturarme, de vaciarme. Y ...
Esquelas hasta las once de la noch… Yo me quiero morir de madrugada y que mañana macabros os enteréis. ¿Me permitirá Señor Esquelador un… licencia o más bien
Agotar un recurso de estilo o más… un ideario, es el pasaporte que te… que te cruza del país en el que ha… viviendo y perfectamente conocías, a un nuevo país, lejano, extraño,…
Jacinta McAca Me regaló flores Jacinta McAca La de la tienda de aullidos Jacinta McAca
Tan solo un segundo le basta al po… Deshazte en elogios para con tus t… No encontrarás una pena que no hal… El traje del bien es imperfecto, q… Los pecados de los hombres son las…
Es reveladora la presencia de unos pasos que se acercan, caminando de… de tí, en un pensamiento que no es… tuyo, el más ferviente ni por asom… puede intuir, la vaporosa caja fue…
Pepinos y tomates tomates y pepinos pepinos y tomates, tomates y pepin…
Me adentré por la frondosa arboled… al oír lejano, a un pájaro cantor. Irradiaba el día su grato verdor sobre la angosta y salvaje vereda. Un denso follaje, en el que yo pue…
Despiertos ojos despiertos hacia la mirada de los días, que miran noctámbulos el incierto recorrido de ir a ninguna parte desde aquí, este lugar
Como un joven tigre, inexperto y o… me aventuro en una selva perdida donde abunda, por doquier la comid… será mi plato el infeliz venado. Tranquilo mata, el felino rayado
El Caos principia desde la orilla del mar. un pecado de otros que también soy yo. Para tener un peso
Sus bragas colgaban en el tendal al calor de un sol, que ante su pr… tan blanca de pureza y de inocenci… se le antojó un amor terrenal. Cada amanecer, el rey sideral
Una esfera Y un hombre en el centro De la esfera El monstruo ha sido derrotado.
Árboles que crecéis en la floresta recios y robustos, donde habéis di… gobernar hoy. Qué natividad de fresca umbría es… por la que camino, que senda inexp…
Adrede las olas hieren al acantila… Adrede restallan como fuego. Y yo me enciendo de lluvia y de nubes.