POESÍA JAPONESA
Mis senos duros turgentes, con circunferencias perfectas, los miro, mientras contemplo por el rabillo del ojo, unas flore… ajadas, muertas.
Conmigo, no te equivoques, no creas que me tienes en la palma de la mano. Que tu mano no me sirve ni para acariciar mi boca
Viene el otoño tras un duro verano, volaran hojas. Tiene el castaño el fruto muy maduro.
Hubo un día en que tuviste tantos amantes que no recordabas sus nombres, tiempo de miel, vino y canela. Hoy vacía, la noche te llama
En la cocina aroma a café fuerte, me seduce esta madrugada, se me escapan las miradas, para tocarte por dentro
Muero de amor al verlo sonreír, el que daría media vida por verme feliz.
La felicidad será estar contigo. No sé cuándo. Será en el momento ideal... y será
Conocerte fue ver el sol dentro de mi pecho iluminando cada centímetro de mi corazón. Recuerdo tu pelo que mis manos deseaban amasar, acariciar
Paso las horas mirando el teléfono... sé que no llamarás, siempre hay una excusa nueva, ya no recuerdas que tú existes porqué yo te doy vida
Entre los suspiros de sus ojos y los míos, se quedó latiendo un corazón entre la mar y el cielo. Palpitar loco
Yo he sido libre montando en bicicleta, sintiendo la brisa fresca del amanecer. Belleza de campos de amapolas,
Tengo que conseguir salir de aquí, te besaré te amaré hasta morir encima de ti. Pero debo de continuar
Te miro desnudo tus piernas firmes tu cuerpo hermoso, me acerco y te como la boca hasta que nos
Mejor que te calles, no quiero oír tus mentiras, tú no tienes educación, no tienes perdón. Me decías mi amor,
Recuerdo follarte con rabia, con l… saladas, que me sabían a mar y lej… me iba, me iba de aquel lugar donde no existía la vida. Me condené yo sola,