Te doy Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña. Los he escrito sencillos para que tú los entiendas. Son para ti solamente,

¿Has oído gritar de noche al oso—caballo oo—oo—oo—oo o al coyote

Se oyeron unos tiros anoche Se oyeron del lado del cementerio. Nadie sabe a

1. En Pascua resucitan las cigarr… —enterradas 1 7 años en estado de… millones y millones de cigarras que cantan y cantan todo el día y en la noche todavía están cantan…

De pronto suena en la noche una sirena de alarma, larga, larga, El aullido lúgubre

¡Mi pelo largo! ¡Mi pelo largo! Querías tu muchacha con el pelo largo

Tú que estás orgullosa de mis versos Pero no porque yo los escribí Sino porque

Tú ni siquiera mereces un epigrama

En Costa Rica cantan los carreteros Caminan con mandolinas en los caminos Y las carreteras

Tal vez nos casemos este año amor mío, y tengamos una casita

Al perderte yo a ti, tú y yo hemos perdido: yo, porque tú eras lo que yo más amaba, y tú, porque yo era

Cuídate, Claudia, cuando estés conmigo, porque el gesto más leve, cualquier palabra, un suspiro de Claudia,

Otros podrán ganar mucho dinero Pero yo he sacrificado ese dinero para escribir

Hay un lugar junto a la laguna de Tiscapa —un barco debajo de un árbol de quelite— que tu conoces

Tus ojos son una luna que riela en una laguna negra Tu pelo las olas negras bajo el cielo sin luna