El relato de un nosotros
Confieso que nunca labré el pasado;
pese a que, ella me hizo dar cuenta que tengo historia,
las memorias atarantadas, sin regar siguen estando;
pues, soy un relato que me cuento cada día a ella.
Me mido a través de lo otro,
somos un relato;
¿A partir de que me oriento para encontrarte?
A través de mis memorias comprendo mi compleja y extensa afectividad;
somos una posibilidad, una novedad, un par de cuerpos abrazados,
que, al dejar conocerse, los amantes van descubriendo el pasado.
Cuando te narro, experimento citas, caricias, fotos; la historia se divide en dos.
Nuestra historia es la extensión de nuestra persona en el tiempo del otro;
huellas petrificadas en las paredes y en las calles que dan fe que realmente nos amamos.
¿Cuál es el relato que nos contamos?
Cuando me dices que soy una bolsa llena de misterio, inflamas el encanto.
Ella cambió lo narrado a través de formar parte de, o deformar, mi mundo pasado.
Mi amada me compaña hacia un futuro forjado desde la certeza más indeterminada;
pues, ella es mi presente.
