Libro: Mi cama es una balsa a la deriva Autor: Juan Julio Alfaya Fernández Registrado en el Registro de la Propiedad Intelectual de la Xunta de Galicia.
Los hombres ensimismados, apoyados con un codo en la barra, pegados como lapas al cubata, o viceversa, ven en una gran pantalla plana
Con qué llama limpia y suave ardes en mi centro, ¡leño seco! Me das calor
Murcia, tierra sedienta que me dueles en el alma, te lloro al calor del mediodía bajo esta luz espesa y sudorosa a la sombra de un árbol ya sin som…
El manso río que contemplaba arrobado cuando niño lo ocultan ahora grises edificios
Soy alto de alma y azul de sentimientos. La infancia me marcó con la triste… Me hice soñador y solitario. Mi saudade no me asusta,
El hombre masa cree que piensa cuando ante otros se somete y obedece. Sigue las pautas que sus líderes l… y hace suyos los mitos que le impo…
Mis ojos esperan tu mirada hambrientos y abiertos como picos de crías de golondrina anhelando que los tuyos vengan y los sacien
Tenía el brazo izquierdo algo más… y los dedos del pie izquierdo pega… como pie de pato, pingüino o de ga… Pero su destino no era el de nadar… sino el de reducir a los humanos a…
Te veo sola sentada al borde de la cama alimentándote de estrellas. Aunque tú no lo sepas tu soledad es bella,
Mi reloj se paró en una tarde de lluvia. Le pregunté: “¿Qué te pasa?”. Me contestó:
¿Por qué el niño, con aprendido di… deja caer su bocadillo al suelo? ¿Qué mares ha sobrevolado la gavio… que, cual rayo, se lanza sobre él? ¿Por qué las ratas huyen de sí mis…
Nuestra casa será sencilla. Por todo lujo, habrá silencio. Las flores anunciarán la belleza que hay detrás de lo visible. Habrá una ventana abierta al mar.
Lo que siento por ti ¿voy a encerrarlo yo en un nombre? ¿No será mejor dejarlo vivir, cuidarlo y acogerlo y alabar a Quien hace posible que…
¿Quién retrasó nuestro encuentro? El miedo. ¿Quién te expulsó de mi cielo? El miedo. ¿Quién robó la paz que en mí pusis…
Quedó vacío el banco sin nosotros, el banco silencioso que aún guarda el secreto de aquellos susurros