Más Allá Del Miedo
Más Allá Del Miedo
No es el amor lo que te asusta,
sino la herida que no se ajusta
al latir de un pecho sincero,
al vértigo de abrir el sendero.
Temes que el alma, libre y desnuda,
pierda el rumbo en la noche muda,
que el corazón, sin freno ni guía,
se ahogue en llamas de melodía.
¿Y si la risa se vuelve llanto?
¿Si el sueño es breve, fugaz encanto?
Prefieres guardar la paz del frío
que arder en un fuego de desafío.
Pero escucha el susurro del viento:
sin soltar amarras, no hay movimiento.
El mar está quieto tras el espanto,
pero no hay estrella sin navegar tanto.
Sí, duele confiar tras la mentira,
cuando la traición rompió la ceniza,
pero las grietas, si las iluminas,
guardan la luz de nuevas rutinas.
No es débil quien tropieza y siente,
sino quien huye de su propia fuente.
El amor no es dueño, ni cárcel, ni ley:
es dos alas buscando el mismo rey.
Si te atreves a cruzar el puente,
verás que el miedo no es permanente.
Tras el invierno de antiguas nieves,
nace un abril de brotes leves.
No prometo que el viaje es calma,
ni que no habrá tempestad o lágrima,
pero en el riesgo de entregar la mano,
se teje un destino más humano.
¿Y si esta vez no es un vacío?
¿Si el nudo que une no es desvarío?
El amor, cuando es verdadero,
no pide certezas... solo un sendero.
—Luis Barreda/LAB
