Versos de Amor en El Alba
Versos de Amor en el Alba
Escribo en el silencio de la noche,
un susurro de luz, un sueño en calma,
donde tu nombre baila entre las hojas
y el tiempo se detiene en tu mirada.
Eres el rocío en la mañana,
la brisa que me llama con ternura,
el sol que acuna sueños en mi almohada,
y el aroma que inunda mi locura.
Si el mundo fuera un mapa de secretos,
tus manos serían mi destino cierto,
trazando caminos de abrazos quietos
donde encuentro refugio en tu invierno.
No hay estrella que brille con tu esencia,
ni mar que guarde tanta paz profunda;
eres el verso que mi alma inventa
cuando la luna llora y me pregunta.
En cada esquina del vivir diario,
tu risa pinta el cielo de colores,
y aunque la distancia sea un calvario,
tus ojos son mi norte y mis flores.
No importa si la suerte nos separa,
o si el viento se lleva nuestras huellas;
mientras late este pecho en la alborada,
serás mi eterna primavera bella.
Hoy tejió el tiempo un hilo de esperanza,
para unir nuestros mundos con delicadeza.
No hay fronteras ni sombras que alcancen
a apagar esta lumbre de pureza.
Y si un día la vida nos despierta
lejos del nido que construimos juntos,
recuerda que mi amor es una ofrenda
de versos simples, dulces y profundo.
Porque eres la raíz de mis anhelos,
el trigo que alimenta mis quimeras,
el abrazo que calma mis desvelos
y la melodía que mi pecho espera.
Quedará este poema como un viaje
a un rincón donde el amor no tiene edad,
donde dos almas rompen el oleaje
y escriben, sin temor, su propia verdad.
—Luis Barreda/LAB
