#EscritoresEspañoles
Sale de la marquesina y mira hacia la izquierda; vuelve y reinicia su pequeño “claqueteo” nervioso. No aguanta más, se muere, necesita
Acaba de cruzar frente a mi parabrisas. Es ella. La recuerdo
Están cogidos de la mano en silencio, bajo los soportales. El niño mira su columpio, muy triste,
Es inútil buscarlo. Cuando menos lo esperas, aparece en un bar. Y ya nada es igual en adelante. Un día tocas los dientes de la gloria,
Ya poseemos casi todo lo que nos iba a hacer felices. Puede decirse
Es lo que tiene, el amor: empiezas siendo el galán protagonista
Ándate con cuidado, que no se entere nadie de que lo pasas bien, que tu vida funciona, y eres feliz a ratos.
Cosas de la edad, supongo: te da por mirar atrás,
Alegra esa cara, hombre —dicen, dándote una palmadita en la espalda–, hay que ser más
Con los días contados, chaval, así vivimos todos. Esperando a que nos tachen de la lista. Distrayendo
El futuro es vuestro, chavales, decían, como quien te dice que te ha tocado algo,
Nunca lo he visto antes, pero conozco a ese hombre. (Si me acercase, distinguiría en sus ojos
Tendría alrededor de ochenta años, estaba atascada en un semáforo, como un barquito de vela bajo la tormenta,
Como el viento que encuentra una rendija y se cuela en la habitación y lo desordena todo libros
Tienes veinte años, tienes a la vida por el cuello a tu merced; pero no es suficiente,