#EscritoresEspañoles
Con los días contados, chaval, así vivimos todos. Esperando a que nos tachen de la lista. Distrayendo
Llora cuanto quieras sobre mi hombro, desahógate, cuenta conmigo para lo que haga falta.
Gente exhausta, con la vista clavada en el suelo,
Nunca lo he visto antes, pero conozco a ese hombre. (Si me acercase, distinguiría en sus ojos
No es que moleste en sí, pero cuesta acostumbrarse. Eso de que vayas por ahí
Mujeres como tú son las que consiguen que se declaren las guerras y que algún general
Están cogidos de la mano en silencio, bajo los soportales. El niño mira su columpio, muy triste,
No es el de la niñez, aquellas mañanas de diciembre, a lo largo del río, hacia el colegio. Ni se trata tampoco de aquel otro
El futuro es vuestro, chavales, decían, como quien te dice que te ha tocado algo,
El último salvavidas al que suelo agarrarme en estos casos, el teléfono, hoy tampoco me sirve.
Llegan y se van sin hacer ruido —como buenos clientes—, luego el tiempo los confunde
Acaba de cruzar frente a mi parabrisas. Es ella. La recuerdo
Cosas de la edad, supongo: te da por mirar atrás,
Enamorarse es fácil. Uno puede enamorarse —sin demasiado esfuerzo— varias veces al día, a nada
Cuídate mucho de los que sólo miran, de los que siempre están detrás, de esos a los que nunca