#Españoles
De aquí a un tiempo, puede que llegue a ser como vivir
Alegra esa cara, hombre —dicen, dándote una palmadita en la espalda–, hay que ser más
Como el viento que encuentra una rendija y se cuela en la habitación y lo desordena todo libros
Esta noche, por lo que a mí respecta bien podría saltar el mundo en mil pedazos. Por qué no. Y nosotros con él. Acabar. Echarle de una vez
Un paquete de tabaco, un libro de poemas, cuarenta duros para tomar unas cervezas... Poca cosa, es verdad:
Llora cuanto quieras sobre mi hombro, desahógate, cuenta conmigo para lo que haga falta.
Ándate con cuidado, que no se entere nadie de que lo pasas bien, que tu vida funciona, y eres feliz a ratos.
Vencido, una vez más. Por el amor… el odio, o por la vida que no hace concesiones ni da treguas. Aquí, en la esquina de un siglo
Te veía llegar, cruzar la puerta, darme un besazo en el morro, mirarme a los ojos
En todas las ciudades que he pisado me ha parecido verte: un autobús que arranca y que no cojo,
No solo eres guapo, fuerte y listo, sino que además de conciencia ni una pizca
La radio está encendida. Suena la pedorreta de una moto
Acaba de cruzar frente a mi parabrisas. Es ella. La recuerdo
A veces —cuando observa en los bares la sana desvergüenza de los jóvene… los rescoldos de una oscura pasión avivan su mir…
Enamorarse es fácil. Uno puede enamorarse —sin demasiado esfuerzo— varias veces al día, a nada