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Más allá del Dolor

Cuando uno atraviesa situaciónes difíciles o dolorosas, es porque se le está llamando a despertar del sueño en el que se encuentra profundamente dormido.
El dolor es aquello que nos lleva a disasociarnos de la ilusión.
Cuando uno es feliz durante un largo tiempo, entonces no hay nada que lo preocupe, y que lo lleve a cuestionarse sobre quién es o que es lo que hace en esta vida. Pero cuando llegan catástrofes o problemas es entonces cuando nos detenemos a preguntarnos ¿Por qué? ¿Por que nos está sucediendo eso? ¿Que hemos hecho para recibir esto?
Es en estos momentos de profundo dolor, es cuando nos cuestionamos sobre el curso de los fenómenos en nuestra vida, y buscamos las razones causantes, es decir nos volvemos concientes de nuestro mundo.
Es el dolor el “pellizco” que nos despierta del sueño en el que estamos sumidos.
¿Es esto lo que nos hace cuestionarnos que estamos haciendo? ¿Quienes somos? ¿A qué hemos venido? Es pues en una palabra el detonante del inicio de una búsqueda de identidad, el dolor nos lleva a recordar quienes somos realmente, nuestra verdadera esencia, hallada mediante la autoconciencia.
Pero para ello, uno debe ser capaz de aceptar ese dolor, y tomarlo como una oportunidad de aprendizaje y crecimiento, uno debe llegar a ver el dolor como la bendición que finalmente ha llegado para despertarlo, de la misma forma en que lo hace un mártir.
Si uno rechaza este dolor se está rechazando a si mismo, es entonces cuando nos revelamos en una guerra sin fin contra aquel proceso divino de la evolución, y eso nos hace perdernos indefinidamente en las sombras, extraviados, nos alejamos completamente de aquello que somos, y solo postergamos lo inevitable, acrecentamos el dolor ante su huida, lo convertimos en sufrimiento, y le damos el poder de nuestro verdugo mediante el miedo a enfrentarlo.

Quizás se considere todo como una injusticia, ¿Por que tiene que ser así?¿Porque tenemos que atravesar por el dolor? ¿Porque no podemos simplemente ser felices todo el tiempo?
Tendríamos que récordar aquella filosofía budista que dice que este mundo es dolor necesariamente porque es efímero y todo  todo aquello que tiene lugar en esta realidad, está condenado a  terminar tarde o temprano.
Sin embargo eso no significa, que la felicidad no pueda darse aquí, es tan solo que no puede ser perpetua.
¿Entonces cuál es el sentido de estar en este mundo?¿Si está condenado al dolor?
Una vez que se sabe que se es mortal, es cuando más se es consciente de cada momento en el que estamos vivos, y ha sido este el propósito con el que hemos venido a esta realidad efímera, sentir está mortalidad y tener conocimiento y conciencia del dolor. Nuestra vida aquí es apenas un peldaño que  sigue a un curso infinito en la escalera de la evolución hacia lo perfecto, que no puede detenerse en la felicidad, pues no es este su propósito. La felicidad absoluta ya existe y es de  donde hemos venido aquí.
¿Entonces por qué nos alejamos de ello?
¿Para venir a sufrir?
La respuesta es sencilla, venimos a volvernos concientes del dolor de la separación, y a partir de ello conscientemente, elegir nuevamente la union de lo que somos, en la virtud de la voluntad y el libre albedrío.
Todo esto nos permite experimentar el dolor y de esto nace el conocimiento que nos lleva a evolucionar hacia nuestra verdadera esencia divina. De la oscuridad a la luz.
Y nos permite además experimentar la ilusión de sentirnos vivos como algo real, que en verdad es real pues nuestra conciencia está puesta en ello, y si bien el juego no es real, como bien   podríamos decir de una película, la experiencia de ello lo es.
Citaré más detalladamente el ejemplo de la película:
Imagínese que uno jamás ha visto una película de terror, sabe lo que es una película de terror pero jamás ha visto una, jamás ha experimentado lo que es ver una película así, por eso tiene deseos de hacerlo. Nótese que el conocimiento no es lo mismo que la experiencia.  Además se sabe que aquello que experimentará en la película no es real, es una historia ficticia que acabara al término de 2 HRS. Sin embargo cuando está viendo la película, experimenta con todos sus sentidos la historia, y eso lo lleva a adentrarse y a olvidar por esas 2hrs que aquello que está experimentando no es real, pues nuevamente nuestra conciencia está puesta en ello, eso es lo que lo vuelve real. Uno al término de la película decide no volver a ver una película de terror pues ha experimentado lo que se siente y quizá no quiera volver a pasar por está experiencia de sentir el terror como algo “real”, más eso estará a elección de cada uno.
Así mismo nos sucede con la vida, uno aquí ha olvidado que esto no es real, es tan solo un oportunidad de experimentar y sentirnos “vivos” y el dolor es parte de esta experiencia. El problema es que nos olvidamos de que es algo momentáneo y no solo eso sino que creemos que está realidad es lo único que existe.Lo que tendríamos que entender es que este mundo solo es real porque nuestra conciencia está dentro de el, pero en verdad es tan solo una ilusión, una ilusión de realidad.

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