Habrás llegado
Con presente,
con pasado.
Desemboca de las aguas
del tiempo,
un ser que caudalosa
el intelecto.
Encontrarse en contraste
bajo los más puros
versos; esos que ni buscan
ser verbos de tiempo y así,
aún, conciben al universo.
Uno mismo del que no había
salido; ¿habrás llegado como un
cosmos infinitamente humano?
Sales al otro lado del río,
causando destellos y
retando al azar más pleno.
Y osas de ti, y oso de mí,
y causamos la inconsciencia
de los roces que nos vuelven
vulnerables. Perplejo estoy ante
tu obsesiva humanidad, ante
la elocuencia de una posible
opulencia por sentir
la contemplación del sueño
y los senderos bajo el mismo
helecho. No sé de dónde
te he encontrado, porque
pareces guardar el secreto
del señuelo. No sé en dónde
te he buscado, ya que
pareces ostentar el arte
de un desenfreno
(que aunque me guste pensarlo
como ente poético),
presiento
su forma de otra horma
algo más
cautivadora.
¡Acaso la prosa nos sumerge en
el azar de las sempiternas cosas!
El río te habrá sentido, junto a
sus aguas de amor sumergido.
Habrás llegado de la historia decantada,
donde los sofistas te buscarían en las
caudales causalidades
de un río como Aqueron.
En la Antigua Grecia
y la búsqueda retórica;
en el Renacimiento
y el latente humanismo;
en los rostros compendios
de experiencia y
en los abismos del bagaje
de la suficiencia...
En todos los modos has llegado,
cautivando al cosmos mismo
de mi corazón humano.
f jajaja
Préféré par...
