Crepusculario
Sergio Palma
Nací en lecho de gente pobre
donde las paredes de las casas son de adobe
y los techos de ramas tronchadas de roble
Nací en el corazón del Sur
bajo la tutela de un cielo azul
donde Dios comienza esparciendo su Luz.
¡Cuánta maravilla!
Aquí no hay oro ni plata
pero si paz en abundancia
que colma el alma
Quien viene a estos lares contempla diciéndome:
¿Qué poesía germina en esta tierra bendita?
Toda. Absolutamente toda
Pero nadie la escribe sobre pergaminos u hojas
nadie la pinta sobre lienzos o arcilla roja
y nadie la esculpe en pilares y rocas
Solamente se oye, se palpa, se huele y se ve
desde el llano verde hasta el cerro gris
donde nace el tibio amanecer
Por las noches de Agosto
todo se presta para amar y enloquecer
Las flores de muralla perfuman las llanuras
la Luna sonríe en su nívea curvatura
y las luciérnagas vuelan errabundas sobre la espesura.
Si no me crees ven,
calca tus pasos en este maravilloso edén
y si acaso tu alma pura
una voz fémina
llegará a musitar a tu oído diciéndote:
escribamos en verso nuestro encuentro
que la estrofa se abra al unir nuestros sexos;
que la métrica se embriague y baile en nuestros adentros
y el ritmo cese cuando el cometa color perla
caiga sobre mis pechos»
No temas ni desmalles
que es la musa cósmica hecha carne
que eligió la dulzura de tu sangre.
Tómala que es ofrenda del azar
y ámala hasta que el placer
la vaya descalcando de la realidad
hasta que llena de gozo
retorne al sueño astral.