El Ansioso Cuervo
Los gritos de los no callados me guiarían a través de tu frío corazón,
Y esta garrapata se aferrará a mi inocencia, así como este rencor se hace material.
Y sabré que mi cometido se logró cuando por las sendas cuencas de tu espalda corra el negro petróleo, y por tu desnudo pecho la caliente y roja sangre.
Pasearé por el cuerpo de nuestro difunto enemigo contigo, el cascarón vacío donde me notas, donde tu sonrisa y mis lágrimas predominan.
Volveré a sentir mi carne pudriéndose al tiempo que este veneno prima mis órganos no vitales, para que tu máscara siga corrompiendo mi mente, tu aliento arrastre mi sanidad a las tinieblas de la ira, y tus ojos me hagan gritar “soy libre”.
Muero con felicidad en el silencio de la noche.
Me has dado desolación por existencia,
Y has reducido a un manojo de nervios mi razón.
Estoy a una hebra del paraíso,
Siendo asechado por el ansioso cuervo que con sus divinas alas reclama la flor.
Y el ferviente líquido rojo de la luna se vuelve sagrada muerte,
Atraída por los gritos de tus víctimas muertas en vida.
Y dejaré que desgarres esta fiel garganta, para que vivas de mi sangre, para que encuentres abrigo en mi vacío corazón, pero sobre todo, para que tu piel rose la mía.
(2014)
Piaciuto o affrontato da...
