Ser Locuaz
“¿Qué es ser locuaz? Es la abolición de la disyuntiva apasionada entre subjetividad y
objetividad”
Le dijo a la Muerte mientras se tomaba una última copa de vino en la cocina. La pálida presencia
se quedó callada, ensimismada quizás o muy concentrada en el vino. El hombre notó que su
compañera no estaba prestándole atención.
—¿Escuchaste lo que dije?
La entidad macabra y tenebrosa se giró hacia él. Quedó completamente paralizado ante esa
mirada o, mejor dicho, esa ausencia, esas cuencas infinitamente oscuras, perfectas y horribles. La
Muerte se acercó con un paso definitorio a su juicio. Pensó que todo iba a acabar. Ya no le servía
ser locuaz hablando sobre lo que era ser locuaz. Por un momento se alegró, y decidió entregarse
de lleno ante lo incomprensible, ante el dolor, ante la desesperación que al mismo tiempo eran
tranquilidad, serenidad y felicidad. En ese momento el ente a veces blanco, a veces negro dio un
paso al lado, tomó la copa de vino y se la acercó a las mandíbulas. El hombre no entendía qué
sucedía. Cuando la muerte dejó la copa en la mesa y vio las gotas de vino en el piso, se dio cuenta.
Se acercó, la abrazó y le dijo en un tono miedoso pero dulce
“Tranquila, ni siquiera está tan bueno”.
Piaciuto o affrontato da...
