#poesía
Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.
Cantar bajo la lluvia está sobrevalorado. Yo prefiero ser lluvia bailando en tu ventana: cantando en claqué
Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
Dejaremos de complicarnos la vida sin sentido el día que nos llamen simple y nos parezca un cumplido.
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
El bus veinte va como si no quisiera llegar al final.
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes
Desde pequeñito crecí igualito que un camaleón: un ojo en el presente –que es buen… otro en el pasado –que fue mejor–.
Sol, gracias por levantarte todos los días e iluminar a los habitantes de la Tierra: ingratas hormigas que van a la car…