#poesía #sonrisa
Dejaremos de complicarnos la vida sin sentido el día que nos llamen simple y nos parezca un cumplido.
Tus demonios internos se van a eternizar hasta que veas, que para vencerlos, los hay que abrazar.
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
Uno mendiga, muchos mirando el móvil: falta compasión.
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
Don nadie que se ha quedado con casi nadie desde que tiene memoria sabe que no hacen falta
Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
Las tiendas cierran, las cabezas pesan: hace frío para nada.
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
¿Sin ganas de vivir? Vive sin ganas. Las ganas de vivir se ganan viviendo.