Flores.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
Hijo, he aquí un hallazgo que te recomiendo no pasar de larg… ni olvidar: los humanos son bien lentos en dar… mas raudos cual rayo en recibir.
Mientras el otoño llega y las hojas se tornan amarillo, yo me torno carajillo y me bebo,
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.
Cualquier domingo anónimo cojo y me atrevo a salir de casa con el nombre puesto…
La paciencia es la damisela que más se hace esperar y nunca termina por llegar
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
Llamad a Iberdrola, es urgente, la mayor cantidad de vatios y neón la dedican a marcas registradas y carbón para niños malos
Mi abuela solía decir: “Gato escaldado del agua fría escapa”. A mí me gusta añadir: “Humano escaldado
La atracción de la luna siempre me pareció aterradoramente atractiva: como una buena mujer.
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.