Se oye un sepelio por los muertos por dentro: vida sin ganas.
Después de muchas vueltas y algún que otro tropezón, te das cuenta: no es la cabeza quien recuerda, sino el corazón.
Las tiendas cierran, las cabezas pesan: hace frío para nada.
Todos llorando por lo malo del mundo, como si no hubieran visto ni un gramo, de maldad. Y yo, sonrisa en mi cara,
Algunos se van a desilusionar, otros pensarán que es mentira, cuando les diga que lo que tiene valor en la vida no se puede patentar.
Pájaro nunca voló: le dijeron que no podría y se lo creyó.
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
Hijo, he aquí un hallazgo que te recomiendo no pasar de larg… ni olvidar: los humanos son bien lentos en dar… mas raudos cual rayo en recibir.
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Sin publicidad, sé una buena persona: he aquí el secreto.
La procesión va por dentro, no por teatro.
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
Curioso caso: el que vivió sin ganas las acabó encontrando. La historia acabó: Quien vivió sin ganas,
Los ojos de Ella eran de esos que parecían poseer un pedacito de infinito