Flores.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.
Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
Sol, gracias por levantarte todos los días e iluminar a los habitantes de la Tierra: ingratas hormigas que van a la car…
Querido, “hubos” hubo muchos pero no fueron tuyos. Pero “ahoras” sólo hay uno y te pertenece.
Las tiendas cierran, las cabezas pesan: hace frío para nada.
Curioso caso: el que vivió sin ganas las acabó encontrando. La historia acabó: Quien vivió sin ganas,
Fuimos los perfectos políglotas: yo te hablaba en cristiano, tú me callabas en francés.
Más vale poco si es honesto y genuino que mucho y falso.
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.