Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas
Verte, que quiero verte. Porque sí, señores, cayó una hoja y dos y tres
Uno mendiga, muchos mirando el móvil: falta compasión.
Mientras tanto la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
–Naciste bajo la luna de Júpiter,… Pensó que le timaba, pero no hizo… –Siempre supe que habías nacido ba… aquella mujer que iba a convertirs… rodeada de toda la parafernalia di…
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
Vístete fuego, viste té y hierba en el pelo: arriba el cielo, abajo el trigo
...
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
Viento, querido mío. ¿Qué intentas? Si tuviera que adivinar diría que intentas tumbar a este corazón decidido
Y el tiempo sigue pasando y sigue pesando y sigue pisando fuerte. Mientras tanto, mi sudadera sigue ondeando a media asta, mi sombra me sigue mordiendo en el alma y me sigue diciendo qu...
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.