#haiku #poesía
Dejaremos de complicarnos la vida sin sentido el día que nos llamen simple y nos parezca un cumplido.
¿Qué se supone que debe uno pensar si cuesta más leer y aprender de los fallos de los demás que beber y cometer los propios?
Caído una vez, levantado otra vez más: así es la vida.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes
Voy a lanzarme a ver si existo: sin perdón, sin excusas, sin permiso.
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
Todos llorando por lo malo del mundo, como si no hubieran visto ni un gramo, de maldad. Y yo, sonrisa en mi cara,
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible
No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
Don nadie que se ha quedado con casi nadie desde que tiene memoria sabe que no hacen falta
El cuerpo que te ha tocado es el resultado de una lotería que no has jugado.
Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.