Cargando...

Perdón infantil

Niña preciosa que bastarda fuiste
hasta que la ciencia le contrarió
y ella misma, generosa, te dio
el caminar con el que, de él, te fuiste.
 
Vas sorteando tantas dificultades,
volando suave y angélica sobre ellas.
Desgastas el mal de argentas edades
y sus angustias fenecen famélicas.
 
¿Y llegado el día, niña, tú podrás
dejar al fantasma de mi pasado
escondido atrás de tanta maldad?
 
¿Tendré yo que rogarte arrodillado
por no haberte aprendido, toda, a amar,
a ti, que eres mi todo, mi legado?

Preferido o celebrado por...
Otras obras de Juan Camilo Vallejo Casella...



Top