Éxito
No es el brillo del oro
ni el eco de los aplausos,
no es la casa en la montaña
ni el lujo de un auto costoso.
No son títulos en la pared,
ni el poder que otros envidian,
no es la fama pasajera
ni las palabras que fingen.
Éxito es la risa sincera
de quien, al verte, ilumina,
es el abrazo que cura
y la mano que no lastima.
Es sembrar en tierra ajena
semillas que el tiempo riega,
es escuchar sin prisas
y dar sin que nadie lo vea.
Es que, al partir, tu nombre
no se borre con el viento,
sino que quede en el alma
como un verso en el silencio.
Es no guardar veneno
en el rincón del pecho,
es caminar sin pisar
los sueños de otro sueño.
Es que, al contar tus triunfos,
no se olviden tus caídas,
y que en tu historia vivan
las heridas convertidas en vida.
Éxito no es ser perfecto,
sino humano, transparente,
es que al final del camino
te amen por simplemente *ser gente*.
No mires cuántos te siguen,
mira cuántos te entienden,
cuántos, en tu verdad,
encuentran la luz que encienden.
Éxito es dejar huella
sin romper lo que se toca,
es ser raíz, no espiga,
es ser agua, no roca.
Y cuando la noche llegue,
saber que, en algún lugar,
alguien sonríe porque existes...
*Eso* es triunfar.
—Luis Barreda/LAB