El burdo burdel de El Llano ya no ofrece masajes a cuatro manos.
Más vale poco si es honesto y genuino que mucho y falso.
Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.
¿Sin ganas de vivir? Vive sin ganas. Las ganas de vivir se ganan viviendo.
Sin publicidad, sé una buena persona: he aquí el secreto.
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
Cantar bajo la lluvia está sobrevalorado. Yo prefiero ser lluvia bailando en tu ventana: cantando en claqué
La atracción de la luna siempre me pareció aterradoramente atractiva: como una buena mujer.
No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
La procesión va por dentro, no por teatro.
Mientras el otoño llega y las hojas se tornan amarillo, yo me torno carajillo y me bebo,
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
La vida se bebe a sorbos breves: como un buen vino.