Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
Dejaremos de complicarnos la vida sin sentido el día que nos llamen simple y nos parezca un cumplido.
No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
La procesión va por dentro, no por teatro.
Viaja ligero si quieres llegar lejos: la felicidad.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
Cree en ti mismo: la creencia precede a la evidencia.
Algunos se van a desilusionar, otros pensarán que es mentira, cuando les diga que lo que tiene valor en la vida no se puede patentar.
Caído una vez, levantado otra vez más: así es la vida.
Plantamos flores para cubrir las grietas en el corazón.
Cantar bajo la lluvia está sobrevalorado. Yo prefiero ser lluvia bailando en tu ventana: cantando en claqué
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
Pájaro nunca voló: le dijeron que no podría y se lo creyó.