#lluvia #poesía
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
Los que más nos esforzamos en esto del vivir, te lo digo como si pudiera verlo, hemos visto a alguien dejar de hacerlo.
Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.
Hazlo o no lo hagas: no hay propósito alguno que te haga triunfar.
Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.
¿Sin ganas de vivir? Vive sin ganas. Las ganas de vivir se ganan viviendo.
Las canas son sabiduría que se desborda.
Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.
Pájaro nunca voló: le dijeron que no podía y se lo creyó.
Uno mendiga, muchos mirando el móvil: falta compasión.
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,