Cualquier domingo anónimo cojo y me atrevo a salir de casa con el nombre puesto…
La vida se bebe a sorbos breves: como un buen vino.
Todo el mundo quiere ser inmortal, pero nadie se ha molestado en leer la letra pequeña: para ser inmortal
El burdo burdel de El Llano ya no ofrece masajes a cuatro manos.
Pájaro nunca voló: le dijeron que no podría y se lo creyó.
Más vale poco si es honesto y genuino que mucho y falso.
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
Querido, “hubos” hubo muchos pero no fueron tuyos. Pero “ahoras” sólo hay uno y te pertenece.
No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
¿Qué se supone que debe uno pensar si cuesta más leer y aprender de los fallos de los demás que beber y cometer los propios?
Curioso caso: el que vivió sin ganas las acabó encontrando. La historia acabó: Quien vivió sin ganas,
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
El mundo es infinitamente complejo… hay infinitos matices entre el bien y el mal, así como infinitos tonos entre el blanco y el negro.
El cuerpo que te ha tocado es el resultado de una lotería que no has jugado.