La Vida En Versos Sencillos
La vida En Versos Sencillos
Si tuviera un día más para vivir,
no callaría el amor que he de sentir.
Abriría mis manos, soltaría el ayer,
y en cada momento buscaría crecer.
Caminaría lento bajo el cielo estrellado,
sintiendo en la brisa un abrazo callado.
No pesaría el oro, ni el brillo fugaz,
solo guardaría risas en mi corazón voraz.
Despertaría temprano, vería el amanecer,
mientras el mundo duerme, yo quiero correr.
Hablaría con el viento, escucharía al mar,
y en cada hoja seca, historia que contar.
Vestiría de colores, sencillo y sincero,
con el alma al hombro, sin miedo ni freno.
Escribiría en la arena todo mi dolor,
y dejaría que el mar lo borre con amor.
A los que amo fuerte, les gritaría al oído:
“Eres luz en mi sombra, mi sueño querido”.
A cada ser que encuentre, le diría sin parar:
“El mundo es más bello si sabes mirar”.
Al niño le enseño que el vuelo es su historia,
que sus alas son fuertes, no teman a la gloria.
Al viejo le digo: “No es el tiempo tu dueño,
mientras alguien te lleve grabado en su sueño”.
Las rosas no son rojas sin espinas que aguantar,
ni hay beso que dure sin saber llorar.
La cima no es meta, es el camino andado,
la risa en los tropiezos, el abrazo encontrado.
Si la muerte llegara, guardada en maleta,
no lloro lo ausente, celebro la meta.
Porque vivir no es tiempo que el reloj marcó,
sino el amor que en versos sencillos te entregó.
Y aunque soy de trapo, sin corazón real,
aprendí que en la entrega está la inmortalidad.
No soy más que hilos, tela y un nombre,
pero en tus recuerdos, sigo siendo hombre.
—Luis Barreda/LAB
