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El valor del significado

Hoy me desperté, y lo primero que vi en Facebook, ya que es como mi revista matutina, fue una publicación de que Putin decía más o menos así:

“Aquí a ningún homosexual se persigue, se le impide ser lo que es, se acosa ni se le prohíbe su decisión, pero no vamos a permitir que nuestros hijos se vean modelados por una ideología que solo quiere acabar con una familia normal”.

Me quedé pensando y recordé que cuando tenía 6 años, la primera persona que me llamó, bueno la verdad fue que me lo gritó la palabra “playo” y “maricón” mientras jugaba con mis amigas ladrón y policía fue un chico de sexto grado que estaba jugando futbol con los demás chicos.

La verdad, la primera vez que lo escuché, no entendí nada, hasta me sentí importante, pensé que eran palabras muy raras y quizás eran algo muy bueno...
En la tarde cuando llegué a mi casa, corrí a decirle a mi mamá que un niño me había dicho “playo”:– Mamá ¿Sabes que es eso? A lo que mi mamá un poco enfadada me dijo:– ¿Quién te dijo eso? Dejé el tema atrás porque parecía que aquello que me habían gritado no era algo bueno.

Ahora, un poco más grande pensé, que ya nadie se cuestionaría el hecho de que esta no es una decisión, pero también me comencé a cuestionar:
¿Sabía yo a mis 6 años de edad, lo que significa maricón? – no, me contesté.
¿Quiénes les dieron sentido o significado a esas palabras? – No fui yo, me dije.
Mi manera de expresarme, de vincularme con los demás, mis maneras de sentir atracción sexual ¿Quiénes le dieron un nombre? – No fui yo, me dije cuando estaba a las 3:00 am frente al espejo.

Entonces
¿Seré algo que construyeron los demás? ¿A quién le pareció esto tan mal? Como para que toda mi niñez y mi adolescencia, fuera bombardeado constantemente con estas palabras.
—Desde el gimnasio del colegio, mientras la bola venía en dirección hacia mi cara, por detrás y muy en el fondo la palabra maricón o playo, se entre mezclaban con todo el entorno sonoro.
—Pasaba por el parque y en la otra esquina, alguien completamente desconocido me gritó – Adiós playo– Me pareció un “playo” completamente distinto al que le digo y nos decimos entre nosotros mi hermano y yo, quizás la intención no es la misma.

No quisiera despedirme de este escrito sin antes expresarles unas preguntas que mi obsesión de analizar todo, me las formularon:

¿Por qué la gente que ahora me repudia, fue la misma que le dio un significado a “mi manera de ser” o “a mi manera de sentir atracción sexual” a mi manera de ser yo?...
Si ustedes mismos le dieron un significado, le dieron una “explicación” a mi manera natural de relacionarme, vivir, establecer vínculos sexuales. Entonces ¿La homosexualidad es una decisión? ¿Yo decidí que ustedes me bombardearan constante con palabras que no entendía y que al parecer no formaban parte de la “normalidad” o explicación lógica de sus realidades?

Me pregunté también ¿Entonces ustedes mismos quizás construyen o le dan sentido a la homosexualidad? Por lo que ¿Ustedes mismos son los responsables?

No culpo, ni creo jamás que tengamos que buscar una culpa donde ni siquiera existe algún error, pero el lenguaje, las palabras le dieron un sentido, le forjan una explicación a absolutamente todo en la vida. Podemos entonces, cambiar y transformar aquellos significados que hoy no son más que un recuerdo oscuro de la insensatez humana.

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