No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
Cae, cae una lluvia insulsa a la que le gusta morder. Llueve, llueve mucho y no para de llover. Llueve en las casas, en los corazones, en este escenario que es el mundo, hasta –si me fu...
Tus demonios internos se van a eternizar hasta que veas, que para vencerlos, los hay que abrazar.
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
Cantar bajo la lluvia está sobrevalorado. Yo prefiero ser lluvia bailando en tu ventana: cantando en claqué
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
Llamad a Iberdrola, es urgente, la mayor cantidad de vatios y neón la dedican a marcas registradas y carbón para niños malos
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
La atracción de la luna siempre me pareció aterradoramente atractiva: como una buena mujer.
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
Pasa, pasa el tiempo pisando fuerte y pesa, —no sabéis cómo—
No hay momento más letal que cuando la tóxica quemazón de la decepción se te hace familiar.
Ya era tarde un segundo después de darme cuenta: el zaguán de las calles ya rezumaba zumo