El bus veinte va como si no quisiera llegar al final.
Los ojos de Ella eran de esos que parecían poseer un pedacito de infinito
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
No sé a quién busco aquí, Padre: si lo estoy buscando a Él o me estoy buscando a mí.
Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Esta disputa —que el lector disfruta— de la zorra con las uvas me enseña
No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
Mientras tanto la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
Los que más nos esforzamos en esto del vivir, te lo digo como si pudiera verlo, hemos visto a alguien dejar de hacerlo.
La atracción de la luna siempre me pareció aterradoramente atractiva: como una buena mujer.
Desde pequeñito crecí igualito que un camaleón: un ojo en el presente –que es buen… otro en el pasado –que fue mejor–.
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes