#pensamiento #poesía #prosa
Don nadie que se ha quedado con casi nadie desde que tiene memoria sabe que no hacen falta
Tu sonrisa es un soplo de aire fresco. Un pliegue de origami que desorienta.
Algunos se van a desilusionar, otros pensarán que es mentira, cuando les diga que lo que tiene valor en la vida no se puede patentar.
Mi abuela solía decir: “Gato escaldado del agua fría escapa”. A mí me gusta añadir: “Humano escaldado
Las tiendas cierran, las cabezas pesan: hace frío para nada.
Hijo, he aquí un hallazgo que te recomiendo no pasar de larg… ni olvidar: los humanos son bien lentos en dar… mas raudos cual rayo en recibir.
Querido, “hubos” hubo muchos pero no fueron tuyos. Pero “ahoras” sólo hay uno y te pertenece.
Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
La procesión va por dentro, no por teatro.
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.
Tu resultado, no el precio que has pagado, es lo que envidian.
Las canas son sabiduría que se desborda.
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.