#poesía #simple
Cantar bajo la lluvia está sobrevalorado. Yo prefiero ser lluvia bailando en tu ventana: cantando en claqué
Mi abuela solía decir: “Gato escaldado del agua fría escapa”. A mí me gusta añadir: “Humano escaldado
Las aceras siguen siendo ilegibles libros de pies cuyas páginas se revuelven al son del insomnio
No se echa en falta nada que sobra: como una mariposa que vuela a la pata coja.
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
Algunos se van a desilusionar, otros pensarán que es mentira, cuando les diga que lo que tiene valor en la vida no se puede patentar.
Sol, gracias por levantarte todos los días e iluminar a los habitantes de la Tierra: ingratas hormigas que van a la car…
Todos llorando por lo malo del mundo, como si no hubieran visto ni un gramo, de maldad. Y yo, sonrisa en mi cara,
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
Querido, “hubos” hubo muchos pero no fueron tuyos. Pero “ahoras” sólo hay uno y te pertenece.
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
Mientras el otoño llega y las hojas se tornan amarillo, yo me torno carajillo y me bebo,
Se oye un sepelio por los muertos por dentro: vida sin ganas.