Vamos con prisa para llegar más rápido a ninguna parte.
Vístete de aire, de brisa y ven a verme.
Tus demonios internos se van a eternizar hasta que veas, que para vencerlos, los hay que abrazar.
La atracción de la luna siempre me pareció aterradoramente atractiva: como una buena mujer.
Llevan las medias negro melancolía: como el corazón.
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
Las canas son sabiduría que se desborda.
Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.
Todo el mundo quiere ser inmortal, pero nadie se ha molestado en leer la letra pequeña: para ser inmortal
Caído una vez, levantado otra vez más: así es la vida.
Desde pequeñito crecí igualito que un camaleón: un ojo en el presente –que es buen… otro en el pasado –que fue mejor–.
Viaja ligero si quieres llegar lejos: la felicidad.