Antes de empezar, vigila tus deseos: hay que ser digno.
Así como no todo aquello que mide la hora es un reloj, no todo aquel
Desde pequeñito crecí igualito que un camaleón: un ojo en el presente –que es buen… otro en el pasado –que fue mejor–.
El prosaico patriotismo de la pila de platos sucios de la cocina no está patrocinado por ninguna puta compañía
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
A lo mejor es bueno crearse una rutina de romper la rutina diaria y marearse en la noria. A lo mejor tenemos que ser fuertes
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
No sé a quién busco aquí, Padre: si lo estoy buscando a Él o me estoy buscando a mí.
Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas
Sol, gracias por levantarte todos los días e iluminar a los habitantes de la Tierra: ingratas hormigas que van a la car…
A veces, el fuego se enamora de todo lo que toca. En esas veces y solo en esas el destino, lejos de ser desatino, es justicia poética.
Más vale poco si es honesto y genuino que mucho y falso.
Hijo, he aquí un hallazgo que te recomiendo no pasar de larg… ni olvidar: los humanos son bien lentos en dar… mas raudos cual rayo en recibir.
Después de muchas vueltas y algún que otro tropezón, te das cuenta: no es la cabeza quien recuerda, sino el corazón.
Mientras tanto, la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya