Plantamos flores para cubrir las grietas en el corazón.
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
Nunca fue fácil enfrentarse a lo frágil: pero aquí estamos.
No sé a quién busco aquí, Padre: si lo estoy buscando a Él o me estoy buscando a mí.
Mientras tanto, la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.
Quien no tiene memoria necesita cicatrices. Quien no tiene historia necesita tatuajes.
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
Desde pequeñito crecí igualito que un camaleón: un ojo en el presente –que es buen… otro en el pasado –que fue mejor–.
Don nadie que se ha quedado con casi nadie desde que tiene memoria sabe que no hacen falta
Hazlo aunque llueva, porque llueva o no llueva, no se hace solo.
Del maestro más mordaz, siempre somos aprendiz: las lecciones vitales siempre dejan cicatriz.
La nueva normalidad solo dejará de ser nueva cuando vuelva a ser normal.
Vístete fuego, viste té y hierba en el pelo: arriba el cielo, abajo el trigo