¿Sin ganas de vivir? Vive sin ganas. Las ganas de vivir se ganan viviendo.
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
En efecto, yo –como cualquier elemento– lluevo lo que llevo por dentro. De hecho,
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.
Irrelevante: cuando nadas en el mar, la lluvia da igual.
No sé a quién busco aquí, Padre: si lo estoy buscando a Él o me estoy buscando a mí.
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
Larga es la historia, corta la conclusión: cada vez menos pelos en la lengua, más en el corazón.
Uno mendiga, muchos mirando el móvil: falta compasión.
La vida, qué ironía tan bella, termina siendo lo que pensamos de ella.
No te preocupes, deja que la vida ocurra como ocurre la vida misma: orgánicamente.
No soy ningún –ista ni practico ningún –ismo: sólo soy un artista que piensa por sí mismo.
Las canas son sabiduría que se desborda.
Háblame de la fotogenia de la primavera de mis manos meciendo tus muslos y tus piernas
Mientras tanto la gente intenta descubrir una forma de cubrir su carne desnuda que no se diluya