#poesía
¿Qué se supone que debe uno pensar si cuesta más leer y aprender de los fallos de los demás que beber y cometer los propios?
Qué cruel es la torre Eiffel: unos días me quiere, otros también, aunque no me lo dice.
Desde que desperté, me dediqué a desear dibujarla despierta y desnuda: danzando decidida
Déjame que te cuente el lado oscuro del mercado: venderse a uno mismo está muy bien pagado.
No te dejes engañar: las sonrisas de verdad pueden atravesar hasta las mascarillas más opacas.
Tu resultado, no el precio que has pagado, es lo que envidian.
Los ojos de Ella eran de esos que parecían poseer un pedacito de infinito
Mientras tanto, el eco de aquel beso inesperado resonaba en mi cabeza.
Tu forma de diábolo, de reloj de arena tu perfil, contra mi alma de león y mis dientes de marfil.
He aquí un hombre que se murió sin miedo a mirarse por dentro.
La débil dedicatoria que le dedico… para hacerlos míos se está desdibujando entre ojeras desgastadas y lírica… y se está volviendo ilegible
Todos los días sonrío, o es que no lo ves: unos días al derecho, otros al revés.
Al final podré perecer petrificado por perder un pulso de miradas
Detrás de esta sudadera desgastada y deshilachada guardo este acariciado, áspero y moribundo mundo. Detrás de esta cara de charlatán
Sol, gracias por levantarte todos los días e iluminar a los habitantes de la Tierra: ingratas hormigas que van a la car…